Venezuela al borde del abismo

A lo largo de la pasada semana, los inversores han mostrado una mayor aversión a la renta variable lo que ha provocado caídas generalizadas en las bolsas europeas, Ibex 35 incluido. Esta situación bursátil se ha producido en una semana con frentes políticos importantes como el Brexit y la reforma fiscal en Estados Unidos y donde se han podido apreciar descensos de los precios de las materias primas que llevaban a la industria básica y a las petroleras a registrar el peor comportamiento sectorial. Así, el petróleo sufría caídas en torno al -1,8% después de seis semanas consecutivas registrando subidas. A nivel macro, continúa apreciándose la fortaleza de la economía mundial, con varias publicaciones de tipo macroeconómico que lo han puesto de manifiesto como el IPC en Estados Unidos o el dato del PIB 3T (tercer trimestre) de Alemania y Japón.

En el Reino Unido sigue en cuestión el liderazgo de May para avanzar a un acuerdo en las negociaciones del Brexit. El partido laborista pide a Theresa May que busque el acuerdo buscando apoyo en la oposición, ya que en temas clave, como el período transitorio de dos años, el rechazo viene del propio partido conservador y en las filas de la oposición encontraría suficientes apoyos. El secretario del Brexit, David Davis manifestaba que las negociaciones con la Unión Europea se mantienen paradas. Por su parte, en Alemania se alargaba el plazo para pasar a la fase de negociación del acuerdo de gobierno.

Como he comentado previamente, las referencias macro de la semana continuaban mostrando las perspectivas de mejora en la economía europea. Tanto es así que esta semana Draghi se mostraba confiado en que los trabajadores de la Eurozona pronto empiecen a ver crecer sus salarios, aliviando la necesidad de que el BCE siga actuando.

A mi juicio, a nivel global, la noticia más importante de la semana es que Venezuela se asoma al abismo: ha tenido que renegociar su deuda para evitar la quiebra financiera. Soporta una deuda de más de 60.000 millones de dólares y los bonos registran pérdidas del 60%. El escenario del país es cualquier cosa menos halagüeño. Los problemas económicos le alejan de la posibilidad de que su bien más preciado (el petróleo) le garantice la supervivencia. Mientras, Estados e inversores extranjeros afilan las garras para, en caso de default, acabar haciéndose con un suculento botín en forma de oro negro y refinerías. Casi al mismo tiempo que se celebró la cita en Caracas, en Nueva York el comité de la ISDA se reunió para dilucidar si el país ha entrado ya en quiebra. Un grupo de bonistas ha solicitado a este ente que determine si el Estado abonó un vencimiento de deuda de PDVSA (la petrolera estatal) de la semana pasada por 1.700 millones. También está en liza una emisión más pequeña de la eléctrica nacional que, según algunos fondos, no se ha pagado. La idea de un colapso de Venezuela lleva tiempo rondando al mercado. Al menos, desde que el fin de la era del crudo a precios estratosféricos dio al traste buena parte de la política económica chavista.

Todo este desastroso escenario económico puede verse aderezado siempre con los dislates políticos de Maduro. El último, el que hizo restando importancia a la huida de Ledezma a España ante lo cual Maduro señaló: “Que se quede por Madrid, a tomar vino por allá”. Añadiendo lo siguiente: «Hoy se nos escapó el vampiro de Antonio Ledezma. Se nos fue a Madrid», ha dicho Maduro, en un acto público para relanzar la Gran Misión Justicia. Es evidente que este político se califica a sí mismo cuando habla; o mejor dicho, se descalifica. Pero el problema no es ese. El gravísimo problema es adónde puede llevar el país dado que está al borde del colapso. ¿Tomarán nota de esto los votantes españoles de Podemos? Es un ejemplo bastante gráfico de lo que podría suceder con España, sólo que aquí no tenemos petróleo. Tenemos playas soleadas. De las empresas españolas, Repsol es la que está más expuesta ante la actual situación de crisis en el país caribeño.

A nivel doméstico cabe destacar que España devuelve a la UE otros 2.000 millones del rescate bancario. En total se han reintegrado 9.612 millones, lo que supone el 23,3% de los 41.333 millones prestados. En 2012 España necesitó un rescate bancario de la UE de 41.333 millones. Un dinero que hay que devolver. Esta semana el Gobierno reintegró otros 2.000 millones de este préstamo al Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), el organismo encargado de gestionar esta financiación, según informó esta semana el Ministerio de Economía. Una devolución anticipada y voluntaria, ya que el préstamo vence entre 2022 y 2027. Con esta aportación España ha devuelto ya 9.612 millones de euros, lo que supone el 23,3% del importe inyectado.

Con esta operación, el Gobierno ha realizado seis pagos voluntarios anticipados, aunque el saldo que todavía resta por reintegrar asciende a 31.721 millones. El departamento que dirige Luis de Guindos afirma que comparando los costes del préstamo y los de emisión del Tesoro a un plazo similar al de la vida residual del préstamo (7,57 años) el ahorro sería, como mínimo de 9,1 puntos básicos o 13,8 millones a lo largo de la vida del préstamo.

Coincido con la idea que se defiende desde el Ministerio de Economía de que las amortizaciones anticipadas permiten mandar una “señal de fortaleza al mercado, resaltando la capacidad del Tesoro de obtener financiación en condiciones atractivas y contribuyendo a mejorar la confianza”.

A mi entender y, siguiendo con nuestro país, la tensión política en Cataluña ha remitido y si bien no había llegado a provocar un repunte inquietante de la prima de riesgo, tampoco invitaba a tantear el mercado, en especial en el caso de los bancos. La temporada de resultados era otro obstáculo para emitir en octubre, ya que establecía un período de restricción previo a la fecha de la presentación. Y a finales de octubre se ha despejado además la gran duda que pesaba sobre los inversores: cómo iba a abordar el BCE el inicio de la retirada de estímulos.

El anuncio de Draghi de que las compras de deuda se reducirán a la mitad en enero y se prolongarán hasta al menos septiembre y su compromiso con un entorno de tipos bajos y abundancia de liquidez durante todo 2018 tranquilizaron al mercado. Y ha sido el principal motor para reactivar las emisiones de deuda de las empresas españolas. Así, en lo que va de noviembre, han emitido deuda –incluyendo a la banca– por 4.825 millones de euros.

Yo pienso que lo que estamos viendo de nuevo es a los emisores españoles aprovechando la ventana que el mercado de bonos sigue ofreciendo antes del final del año. Lo que sí tenemos en nuestro país aún es una gran desigualdad. Casi la mitad de la riqueza de España está en manos del 10% de las familias más ricas. El 20% de los núcleos familiares más pudientes ingresa entre seis y siete veces más dinero que los más desfavorecidos. En 2015 las familias tuvieron ganancias un 6% menores que en 2005. El 10% de las familias más ricas de España manejan el 45% de la riqueza neta del país, según un informe publicado por la OCDE.

A pesar de que amainan los vientos por Cataluña, la sangría de empresas fugadas continúa y la cadena hotelera Hotusa saca su sede de Cataluña y establece su cuartel general en Madrid. Hotusa es la mayor cadena hotelera catalana y  se ha sumado a la lista de empresas catalanas que han decidido trasladar su sede social de Barcelona a Madrid.

El grupo que preside Amancio López sigue así la estela de las cerca de 2.500 empresas que en el último mes y medio se han llevado la sede social fuera de Cataluña a causa de la situación política, entre ellas compañías del sector turístico y hotelero, como Derby Hotels o Volotea.

A mi juicio, amable lector, toda esta fuga empresarial deja muy claro cuál es el precio de la aventura independentista que no sería nada malo si fuese una pretensión legal y trajera beneficios para el territorio independizado pero es que ni lo uno, ni lo otro. Además de manifiestamente ilegal, este proceso de secesión ha resultado muy perjudicial para Cataluña desde el punto de vista económico, lo cual es una lástima porque Cataluña es mejor que el gobierno que les ha tocado, cuya cabeza visible está fugada en Bruselas. Algo tendrá que ocultar, digo yo.

SUSANA ÁLVAREZ OTERO ES PROFESORA TITULAR DE ECONOMÍA FINANCIERA DE LA UNIVERSIDAD DE OVIEDO E INVESTIGADORA ASOCIADA A LA UNIVERSIDAD DE CAMBRIDGE.