Nueva alma para la Bolsa

La semana pasada se prometía desde hace tiempo como una semana relevante para la bolsa española, con el estreno largamente anunciado de Cepsa, previsto para el 18 de octubre, y una socimi (Sociedad Anónima Cotizada de Inversión Inmobiliaria), Árima Real State para el día siguiente. A tres días del estreno de Cepsa, que se preveía el mayor de 2018, nos encontramos con un escueto pero significativo comunicado, en forma de hecho relevante, en el que Cepsa anula su salida a bolsa, debido a las turbulencias de los mercados financieros (guerra comercial entre EEUU y China, Brexit y alza de la rentabilidad de la deuda estadounidense). Entre líneas se lee la imposibilidad de poder colocar el papel previsto. Mubadala, uno de los fondos soberanos de Abu Dhabi, que controla el 100% de la petrolera desde que fue excluida de bolsa en 2011 mantiene su vocación de continuidad. Por otro lado, la socimi Árima Real State se decide a entrar en el mercado continuo en lugar del MAB (mercado alternativo bursátil) más habitual para ello. No obstante, el viernes pasado decidió retrasar su salto al parqué, hasta ayer 23 de octubre, y rebajar el capital que inicialmente deseaba colocar. La empresa se vio obligada el 19 de octubre (precisamente el día que inicialmente quería haberse estrenado) a rebajar sus expectativas y colocar acciones por valor de 100 millones a través de una OPS (oferta pública de suscripción de nuevas acciones) en lugar de los 300 millones de los que se llegó a hablar. Citigroup ha sido el Coordinador Global Senior de la Operación; JB Capital Markets, Mirabaud y Morgan Stanley los Coordinadores Globales mientras que BBVA, ING y Kempen fueron Co-Lead Managers. Podría decirse que la empresa tiene alma (Árima significa alma en euskera) para salir a bolsa, pero le ha faltado el capital deseado.

Esta salida a bolsa de Árima llega tras otras experiencias fallidas de este año (como la mencionada de Cepsa o Azora) o agridulces (Testa que pasó al MAB, Metrovacesa que recortó valoración), después de años de recalentón inmobiliario con la recuperación económica del país. Árima (código ARM de cotización bursátil) es propiedad del inversor inmobiliario Alfonso López de Herrera-Oria, que también estuvo detrás de la salida a bolsa de Axiare Patrimonio, adquirida este año por Colonial en una transacción en la que la inmobiliaria catalana integró unos activos de 1.710 millones de euros. El grupo invertirá los 96,6 millones de euros netos que espera levantar con la operación en centros o locales comerciales y oficinas principalmente situados en el distrito financiero del centro de Madrid. El objetivo de esta socimi, un tipo de sociedad inmobiliaria que goza de grandes ventajas fiscales y que está obligada a repartir sus dividendos, es alcanzar una media de rentabilidad total para el accionista de entre el 12 y el 15 por ciento. Fue admitida ayer al precio de referencia de 10 euros, en una subasta de apertura a partir de las 11.30 horas que finalizó a las 12 horas y cerró con una caída en el precio del 10%. La fluctuación prevista de precios será del 10% en el rango estático (a partir de la segunda sesión) y del 8% en el dinámico. El propio equipo gestor participa en el accionariado de la compañía. La compañía prevé tener invertido todo el capital en un periodo máximo de 18 meses. Esperemos que lo logre y que la salida a bolsa represente para ella lo que debe ser: una vía alternativa y más barata de financiación que la bancaria.

SUSANA ÁLVAREZ OTERO ES PROFESORA TITULAR DE ECONOMÍA FINANCIERA DE LA UNIVERSIDAD DE OVIEDO E INVESTIGADORA VISITANTE DE LA UNIVERSIDAD DE CAMBRIDGE.