2020: Un gran año para Facebook

Las bolsas cerraban la semana con un comportamiento claramente negativo, con correcciones tanto en Europa, como en EE. UU. y Asia. En Europa, los problemas que se siguen sucediendo en materia de vacunación, ponen en peligro los ritmos de vacunación esperados para el año, mientras que en EE. UU. el retraso en la llegada del nuevo paquete de estímulos hacia mella en los mercados. En cuanto a la evolución sectorial, los sectores ligados al ciclo (Oil & Gas, recursos básicos, autos, turismo y banca) volvían a sufrir las mayores caídas. A nivel macro, el FMI anunciaba que espera un crecimiento global del 5,5% (+0,3% respecto a octubre), seguido de un 4,2% en 2022, mejorando su perspectiva sobre EE. UU y Norteamérica y rebajando la de Europa. En lo relativo al coronavirus aumenta la preocupación por el lento ritmo de vacunaciones en la Unión Europea, lastrado por el bajo ritmo en la llegada de vacunas. Así, la CE mantenía un duro envite con la británica Astrazeneca, imponiendo controles a la exportación de vacunas desde instalaciones europeas y amenaza con controlar también la producción. En el campo de la investigación, destacaba positivamente el anuncio de Moderna sobre la buena efectividad sobre la cepa sudafricana, así como por los buenos avances de la vacuna de Novavax. Por el contrario, la nota negativa la veíamos en Merck, que abandonaba sus dos proyectos de vacunas para el covid.

En lo relativo al titular del blog en el día de hoy, es que Facebook elevó un 58% su beneficio en 2020. No a todos les ha ido mal el pasado año. La plataforma no acusa la crisis del coronavirus y cierra el ejercicio ganando 24.108 millones de euros. El beneficio neto de Facebook  registró en el conjunto de 2020 un incremento del 57,6% en comparación con el ejercicio precedente, situándose en los 29.146 millones de dólares (24.108 millones de euros), según informó la red social, que despidió el año pasado con 2.800 millones de usuarios mensuales activos, un 12% más. En el ejercicio, los ingresos de Facebook sumaron 85.965 millones de dólares (70.985 millones de euros), lo que supone un incremento del 21,6% en un año, incluyendo un incremento de la facturación publicitaria del 21%, hasta 84.169 millones de dólares (69.502 millones de euros). Entre octubre y diciembre, la compañía obtuvo un beneficio neto de 1.836 millones de dólares (1.516 millones de euros), un 0,8% por encima del resultado contabilizado en el mismo periodo de 2019, con un crecimiento del 33% de los ingresos, hasta 28.072 millones de dólares (23.180 millones de euros). «Tuvimos un final de año sólido», declaró Mark Zuckerberg, fundador y consejero delegado de Facebook. Sin embargo, David Wehner, director financiero de Facebook, advirtió de que, si bien la compañía se ha beneficiado de las tendencias económicas desarrolladas durante la pandemia, como el auge del comercio en línea y la demanda de productos en vez de servicios, lo que ha proporcionado «un viento de cola» para el negocio publicitario de Facebook «de cara al futuro, una moderación o reversión en una o ambas podría ser un obstáculo para el crecimiento de los ingresos publicitarios». Por otra parte, el ejecutivo adelantó que la compañía espera enfrentarse en 2021 a vientos en contra más específicos y significativos, incluyendo el impacto de los cambios de plataforma, especialmente iOS 14, así como a raíz de la evolución del panorama regulatorio en evolución. Asimismo, apuntó que también existe una persistente incertidumbre respecto de la viabilidad de las transferencias de datos transatlánticas a la luz de los recientes desarrollos regulatorios en Europa y, al igual que otras empresas del sector, Facebook vigila de cerca el impacto potencial en sus operaciones europeas de estos desarrollos.

Pasando al terreno doméstico, el interés de las nuevas hipotecas cae al 1,82%, el mínimo de la serie histórica. Noviembre fue el mes con más firmas de hipotecas desde el comienzo de la pandemia. El sobrecoste de los préstamos para adquirir una vivienda en España nunca ha estado más barato. El interés del crédito que conceden las entidades bancarias para una hipoteca cayó el pasado mes de noviembre al 1,82% TAE, la tasa más baja de la serie histórica que actualizó esta semana el Banco de España, y que parte del año 2003. Con estos datos, la tasa anual equivalente, que incluye las comisiones bancarias y el resto de gastos derivados del crédito, se queda casi un punto porcentual por debajo del mínimo registrado tras la crisis financiera, cuando llegó a ceder hasta el 2,5% en 2010. También se estabiliza por debajo del 2% durante ya ocho meses seguidos, desde que comenzó la pandemia. La tendencia decreciente coincide a su vez con las políticas de estímulo lanzadas por el BCE para contrarrestar los efectos del Covid, que dejaron el euríbor por debajo del -0,5% también durante el mes de noviembre. Estas caídas están relacionadas con la política monetaria del BCE, aunque también, de forma más secundaria, guardan relación con la competencia existente entre entidades para ganar cuota dentro de este contexto de márgenes comprimidos y menores tasas de actividad.

Cabe pensar que la  digitalización será estructural, o no será. En los últimos años, España ha avanzado a distintas velocidades en la digitalización. Digitalización es uno de los términos más usados para resumir la modernización y/o cambio del modelo de negocio a través de las nuevas tecnologías. Con este entendimiento tan amplio del concepto no es de extrañar que se hayan generado expectativas elevadas relacionadas con el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España, que servirá de guía para la gestión de 72.000 millones de fondos europeos hasta 2023. En este contexto, se están articulando una serie de planes orientados a impulsar la digitalización en España, de la mano de la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial y de la Secretaría de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales. El Plan España Digital 2025 es un buen ejemplo de ello. El proyecto recoge diez ejes estratégicos, alineados con las políticas digitales de la Unión Europea, que incluyen a su vez una serie de iniciativas a tener en cuenta. Algunas de ellas se centran en objetivos concretos, como la aprobación de una ley de startups, y otras priorizan el desarrollo de nuevos modelos, como el de Salud Digital. Junto a este plan, la Agenda de Inteligencia Artificial o la Agenda de Conectividad son otras buenas referencias para saber qué iniciativas pueden contribuir a los planes de digitalización de España. La realidad es que, en los últimos años, España ha avanzado a distintas velocidades en la digitalización. Se han dado importantes pasos en infraestructura y en el ámbito de grandes organizaciones. Pero la digitalización está encontrando más obstáculos en la llamada última milla, es decir, en el empleado, el cliente y el ecosistema.

Un noticia importante que nos afecta: La confianza empresarial cae en enero en Alemania tras la segunda ola. La confianza empresarial en Alemania ha caído en enero hasta 90,1 puntos, desde los 92,2 revisados de diciembre, después de que «la segunda ola de contagios de coronavirus haya parado la recuperación de la economía alemana por ahora». Las empresas alemanas consideran que tanto su situación actual, como las expectativas para los próximos seis meses han empeorado, según el índice de confianza empresarial del Instituto de Investigación Económica alemán (Ifo), publicado esta semana.  Después de ochos meses consecutivos de subidas, el índice ha caído este mes en el sector manufacturero porque las empresas son menos optimistas respecto a los próximos meses, dijo el presidente del Ifo, Clemens Fuest. Sin embargo, la valoración de la situación actual es «considerablemente mejor». La utilización de capacidades ha aumentado en 1,6 puntos porcentuales, hasta el 81,8%, pero todavía se sitúa por debajo de su media a largo plazo del 83,5%. En el sector de servicios, la confianza empresarial ha sido mucho más baja y los libros de entradas de pedidos han sido más débiles, especialmente en el transporte y la logística. En el comercio, la confianza empresarial ha caído en picado y ha empeorado en casi todos los segmentos minoristas, en algunos casos de forma drástica. El indicador de la situación actual ha llegado a territorio negativo tras registrar el descenso más fuerte desde abril del año pasado. Además, las expectativas en el sector del comercio respecto a los próximos meses también han sido mucho más pesimistas. En enero, a diferencia de diciembre, muchos indicadores en el sector mayorista también han caído. La confianza empresarial también ha empeorado en el sector de la construcción. Si ya se vio en tipos de interés negativos en deuda del Estado, esto estaba a punto de pasar, y en petit comité ya estaba pasando.

A nivel doméstico, se plantea un duro horizonte para los depósitos: mínima ganancia y pagar por ahorrar.  BBVA será el primer banco español en cobrar por los ahorros a los particulares, pero se prevé que otras entidades sigan sus pasos.  Las rentabilidades seguirán rozando el cero, salvo ofertas puntuales de bancos con necesidades de captar clientes. “Cuando el río suena, agua lleva”. Este refrán español viene a decir que de cualquier indicio se puede deducir un hecho. E indicios de que la banca española iba a acabar cobrando a los particulares por los depósitos había desde hace tiempo. El sector venía avisando de sus problemas de rentabilidad por los tipos de interés negativos y, tras empezar por las grandes empresas y los grandes patrimonios, la medida ya se ha extendido a los clientes particulares. BBVA es la primera entidad de España en dar el paso y sus clientes no vinculados con depósitos de más de 100.000 euros deberán pagar, a partir de febrero, una comisión de mantenimiento del 0,025% mensual o el 0,3% anual. Los expertos avisan de que probablemente otros bancos seguirán la misma estrategia en los próximos meses. Así, a la mínima rentabilidad que ofrecen los depósitos bancarios hay que añadir lo insólito de pagar por tener ahorros. No hay visos de que los tipos oficiales de interés vayan a subir, dada la predisposición del Banco Central Europeo (BCE) a seguir apoyando la economía en un momento difícil por la pandemia de coronavirus y los bajos niveles de inflación. Así, las remuneraciones de las imposiciones a plazo fijo continuarán rondando el cero y solo los bancos extranjeros y aquellos que busquen captar clientes darán mayores retornos. Precisamente, algunas de estas ofertas más atractivas, del 1% en el caso de Banco Big y Renault Bank, elevaron los tipos medios en noviembre, coincidiendo con otro récord en el volumen de depósitos de los hogares, que roza los 900.000 millones de euros, según datos del Banco de España. En el plazo hasta un año, el interés medio pasó del 0,01% en octubre al 0,11% en noviembre, elevando el tipo ponderado al 0,09% desde el 0,02% anterior.

La banca traslada la tasa de depósito del -0,5% del BCE al cliente directa o indirectamente

En España, el aumento de las comisiones de mantenimiento en las cuentas corrientes a los clientes sin vinculación, que resultan menos rentables para los bancos, ha sido, de hecho, el paso previo al cobro por los depósitos a los particulares. Una práctica que ya se llevaba a cabo en otros países europeos desde hace más de un año y de forma similar: penalizar las cantidades de depósito que exceden lo protegido por el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), es decir, por encima de los 100.000 euros. Desde 2019, la banca paga al BCE una tasa de depósito del -0,5% por el exceso de liquidez, un interés que el sector ha decidido trasladar al cliente de una forma u otra. En tanto en cuanto se mantengan los tipos negativos hay más posibilidades de que se sumen algunas entidades, sobre todo las grandes, para rentabilizar los depósitos, pero no va a ser una práctica generalizada. Lo más común será el cobro de comisiones por servicios.

Pues ese es el escenario al que nos enfrentamos en lo relativo al ahorro, amable lector.

SUSANA ÁLVAREZ OTERO ES PROFESORA TITULAR DE ECONOMÍA FINANCIERA DE LA UNIVERSIDAD DE OVIEDO E INVESTIGADORA VISITANTE DE LA UNIVERSIDAD DE CAMBRIDGE.