La presidenta de la primerísima empresa

En esta semana ha destacado la comparecencia de Powell ante el comité bancario del Senado dejando ver un cambio de paso en la FED, viendo que se puede dejar de hablar de «transitoriedad» en la inflación, máxime con los riesgos que impone a la normalización del mercado laboral la nueva variante Omnicron. En el eterno tema del covid continúan las aguas movedizas en las que nos ha sumergido la aparición de la nueva variante Omnicron. En cualquier caso, estamos con un mejor «mood» tras la alerta que sembraba la entrevista del CEO de Moderna, tras una sucesión de declaraciones más tranquilizadoras sobre la efectividad de vacunas y tratamientos contra la nueva variante, a la espera de ver resultados de anticuerpos en las dos próximas semanas. Mientras tanto, los países siguen restringiendo el acceso a sus fronteras, en un intento de evitar la propagación del virus, con la OMS llamando ahora a la «sensatez» en toma de medidas efectivas para mitigar impactos a determinados países.  Por otro lado, el comité de asesores de la FDA daba una estrecha recomendación de aprobación del antiviral de Merck, ante los bajos resultados de efectividad mostrados en la última parte del estudio, sopesando, en cualquier caso, la necesidad de un tratamiento de este tipo y la emergencia en la que nos encontramos.

En el ámbito de la política monetaria, la inflación en la zona euro cierra noviembre en el 4,9% interanual, ocho décimas más que el mes anterior. Es la cifra más alta desde que existen registros, que se remontan a 1997, dos años del lanzamiento de la moneda única. Mes sobre mes, los precios repuntan cinco décimas. Octubre ya había marcado un récord. El gran culpable es el repunte de la energía, con un incremento del 27,4%, mientras que los precios de los servicios crecen el 2,7%, los de los bienes no energéticos el 2,4% y el componente de alimentos, alcohol y tabaco el 2,2%. La inflación subyacente, la que no tiene en cuenta los precios energéticos y de productos frescos, es del 2,6%. Estas referencias quedan por encima del objetivo del 2% que maneja el Banco Central Europeo (BCE), que en su reunión de diciembre anunciará la progresiva retirada de su programa de estímulos, sobre todo el desplegado por la pandemia. Sin embargo, la variante ómicron del coronavirus recientemente descubierta ha generado cierta incertidumbre sobre las perspectivas económicas mundiales y, como resultado, se espera que los bancos centrales de todo el mundo se abstengan de anunciar pronto grandes cambios en su política.

A nivel doméstico, hay temas empresariales, de mercados financieros y bancarios a destacar.

A nivel de mercados financieros, el presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Rodrigo Buenaventura, ha alertado de que algunos neobrókeres que se promocionan como gratuitos reciben comisiones por parte de terceros a los que llevan las operaciones de sus clientes, una práctica que se conoce como pago por flujo de órdenes y que el supervisor español cree que no debería permitirse. Así lo ha señalado durante su intervención en unas jornadas del sector financiero en el que ha reflexionado sobre los neobrókeres, poniendo en valor que su modelo de negocio basado en el desarrollo tecnológico hace más accesible la participación directa de los inversores minoristas en el mercado contribuyendo a incrementar la competencia, mejorar los servicios y reducir los cotes de acceso a los mercados. Sin embargo, el presidente de la CNMV ha avisado de que, si bien es sano» reducir costes y comisiones mediante la aplicación de la tecnología y la mejora de la eficiencia, resulta «peligroso» hacerlo por el método de pago por flujo de órdenes (PFOF, por sus siglas en inglés), es decir, vendiendo al mejor postor las ejecuciones de las órdenes de sus clientes mediante el cobro de comisiones ocultas que paga el centro de negociación al que se dirige el flujo de órdenes de los clientes. Buenaventura ha advertido de que esta práctica presenta riesgo de inflación engañosa, si se publicita como algo gratuito, riesgo de conflicto de intereses y riesgo de incumplimiento del deber de mejor ejecución para el cliente.

A nivel bancario, destacar que el Banco de España cree que la reforma de pensiones no basta para cubrir costes. La subida de cuotas no permitiría costear el retiro de los ‘babyboomers’. La factura de 2022 superará en 3.500 millones la cifra presupuestada. La Airef ve pocas opciones de ver cumplida la previsión oficial de crecimiento. El proyecto de Presupuestos Generales del Estado para el año 2022, que el año pasado superó su tramitación en el Congreso de los Diputados, llegó esta pasada semana al Senado entre garantías de quedar aprobado a finales de mes y críticas a las cifras económicas que lo sostienen. Así lo dejaron de relevancia las primeras intervenciones de análisis en la Cámara Alta, que corrieron por cuenta del gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, y la responsable de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), Cristina Herrero. Ambos coincidieron en que las previsiones económicas del Ejecutivo pecan de optimistas, si bien el primero centró parte de su intervención en advertir de que la factura en pensiones será superior a la presupuestada y, más allá, en que la reforma que tramita el Parlamento no bastará para cubrir los sobrecostes que ocasionará la jubilación de la generación del baby boom. El  gobernador cargó contra los efectos de la reforma de pensiones a medio y largo plazo. Cos recordó que la jubilación de la generación del baby boom disparará la tasa de dependencia de las pensiones y generará fuertes tensiones en el sistema que las reformas aprobadas en 2011 y 2013 afrontaban básicamente recortando las pensiones. Al quedar desactivados estos mecanismos, y ligarse las pensiones al IPC, la factura amenaza con dispararse en 3,3 puntos de PIB entre 2019 y 2050, según detalló la Airef. La revocación del factor de sostenibilidad de 2013 elevaría el coste en otros 0,9 puntos. La nueva reforma, prosiguió, descarga a la Seguridad Social de gastos impropios, que sufragará Hacienda vía impuestos, por el 2% del PIB (lo que mejora el déficit del sistema pero no el del Estado). A su vez, se han tomado medidas para alinear la edad efectiva de jubilación con la legal, que avanzará hasta los 67 años en 2027, lo que el Gobierno cree que rebajará el gasto entre 1,1 y 1,6 puntos de PIB para mediados de siglo. Finalmente, el factor de sostenibilidad será sustituido por el llamado Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), que supone elevar las cotizaciones sociales en 0,6 puntos entre 2023 y 2032. La estimación oficial es que aportarán el 0,2% del PIB durante ese periodo, permitiendo generar unos ingresos acumulados en el Fondo de Reserva del 2,3% del PIB en el año 2032 a fin de costear parte de la subida del gasto, puntualizó, limitando a ocho décimas de PIB al año el ajuste a realizar por esta vía.

A nivel de práctica bancaria,cabe destacar que los bancos deberán atender de forma personal a los clientes las 24 horas. La plantilla tendrá formación especial para usuarios de edad avanzada; las entidades habrán de separar el área de resolución de conflictos del resto.

La banca tendrá otra asignatura regulatoria que deberá cumplir y que está marcada con un asterisco gigante desde hace años: la atención al cliente. Las entidades deberán contar un servicio de atención al cliente 24 horas los 365 días del año con personas al otro lado del teléfono, con una plantilla formada y con capacidad para atender a personas mayores y con discapacidad, según el anteproyecto de ley de atención a la clientela. Los ministerios de Consumo y de Asuntos Económicos se han aliado para poner orden en la atención al cliente de servicios esenciales: de agua y energía, de transporte de viajeros, postales, de telecomunicaciones, de servicios audiovisuales de pago y de servicios financieros. La futura normativa, que ha de ser sometida a todos los trámites de aprobación, implica severas obligaciones nuevas para las empresas de servicios de inversión (brokers), entidades financieras y aseguradoras. Aunque será supletoria respecto a la regulación específica del sector financiero, la futura norma incluye una modificación ad hoc del artículo sobre atención al cliente sobre la ley de reforma del sistema financiero de hace 20 años. Y con los amplísimos cambios planteados se abre otra caja de Pandora para el sector. “El servicio de atención a la clientela, que será gratuito, eficaz, accesible, inclusivo, no discriminatorio y evaluable, se prestará de forma continuada las 24 horas del día todos los días del año. En todo caso, se prohíbe el empleo de contestadores automáticos u otros medios análogos como medio exclusivo de atención a la clientela”, indica el anteproyecto. Es decir, siempre deberá haber una persona al otro lado del hilo telefónico, un estándar que ni mucho menos tienen ahora todas las entidades financieras españolas. Es habitual que en días festivos y durante determinadas horas se restrinja la asistencia a un servicio de reconocimiento de voz, sin posibilidad de contactar con un operador. El borrador incluye además exigencias en la calidad del servicio. Las entidades deberán asegurarse de que sus departamentos o servicios de atención a la clientela están dotados de los medios humanos, materiales, técnicos y organizativos adecuados para el cumplimiento de sus funciones.

La plantilla recibirá formación para ser efectiva a la hora de atender al cliente

Y el texto propuesto pone el acento en dos puntos de especial interés. “En particular [las entidades] adoptarán las acciones necesarias para que el personal al servicio de dichos departamentos cuente con una formación y capacitación especializada, incluyendo una formación específica previa en atención a personas consumidoras vulnerables y, en especial, a personas con discapacidad o de edad avanzada”. Este párrafo, sin embargo, no se concreta en nada.

‘Murallas chinas’

La separación entre el servicio de atención al cliente y el resto de la entidad será total, a modo de lo que se denomina en banca de inversión “murallas chinas”. El primero deberá tomar “de manera autónoma sus decisiones” y evitar conflictos de interés, “permitiendo a la clientela la percepción de este servicio como aquel cuya finalidad sea facilitar información o resolver consultas, quejas, reclamaciones o incidencias”. Esta separación no será óbice para que el cliente no tenga que rebuscar información ya en poder de la empresa.

A NIVEL EMPRESARIAL Y DETALLANDO EL IMPORTANTE TITULAR DEL BLOG EN EL DÍA DE HOY.

Marta Ortega (Vigo, 1984) da un paso al frente de Inditex y asumirá la dirección del imperio creado por su padre, Amancio Ortega (85 años), a partir de abril del 2022 en sustitución de Pablo Isla. La hija pequeña del hombre más rico de España, fruto de su matrimonio en segundas nupcias con Flora Pérez, corona así una carrera que inició en el grupo con 23 años, cuando entró a trabajar en una tienda de Zara en Londres.

La heredera de Inditex se mantiene fiel a la filosofía de su padre de trabajar intentado hacer el mínimo ruido posible, aunque ha mantenido un perfil público más destacado que su progenitor. Sus dos matrimonios fueron todo un acontecimiento social y protagonizaron portadas de las principales revistas del corazón. El pasado 31 de agosto dio una entrevista al diario económico The Wall Street Jorunal, donde presentaba por primera vez su perfil corporativo y se la definía como «el arma secreta de Zara». Allí se mostraba dispuesta a asumir las responsabilidades necesarias en Inditex. Actualmente vive en un dúplex en A Coruña con su marido y sus hijos. «Quedarnos en A Coruña ha sido parte del éxito de la empresa, ya que nos da una perspectiva diferente», dijo en agosto. Allí, afirmó, lleva una vida tranquila, enfocada a su familia y su trabajo. A partir de ahora, será ella la que decida el rumbo del principal grupo textil del mundo.

Ortega asumirá el reto de culminar la transformación digital y acelerar el giro verde. Tiene por delante el desafío de competir con los gigantes del comercio online.

La revolución que ha provocado el relevo de Pablo Isla en la presidencia de Inditex dejará a Marta Ortega con varios retos de pendientes: culminar la digitalización del negocio iniciada hace una década y la apuesta del grupo por la sostenibilidad. Y es que, la obra de Isla, alabada por analistas e inversores, no está del todo acabada. El todavía primer ejecutivo de la compañía ha pilotado el plan de Inditex para la transformación digital del negocio, en una hoja de ruta que dio comienzo hace diez años y que tiene como objetivo la integración de la tienda física y online para lo que la empresa textil lleva invertidos más de 11.000 millones desde el año 2012.

Giro sostenible del negocio

Por otro lado, Marta Ortega tendrá que profundizar el giro verde de la compañía. En los últimos años Inditex ha venido acelerando también su plan de sostenibilidad, aplicable a toda la cadena de valor e impulsado por todos los equipos del grupo. De esta forma, más del 35% de las prendas comercializadas por las marcas cuenta con el distintivo Join Life, que reconoce aquellas que destacan en materia de sostenibilidad de materiales y procesos. Asimismo, la empresa ha realizado la conexión de sus tiendas al sistema de control centralizado de alta eficiencia energética Inergy y ha apostado decididamente por las fuentes renovables, que representarán el 90% del consumo energético total en 2021. Entre los objetivos marcados por Isla está el de alcanzar las emisiones netas cero de la empresa en 2040, lograr que la energía utilizada sea 100% renovable en 2022 y la reducción del consumo de agua en su cadena de suministro en un 25% para 2025. Igualmente, prevé que el empleo de algodón reciclado o más sostenible se produzca en 2023.

Con esto Marta Ortega, se convierte en una española más entre las empresarias más influyentes. El mayor banco lo dirige una mujer y la mayor empresa una mujer, pero ambas HEREDERAS de lo hecho por sus padres. Se une con esto al club de Ana Botín y Belén Garijo, consejera delegada de Merck.

El nombramiento de Marta Ortega como presidenta no ejecutiva de Inditex la sitúa en el selecto club de las empresarias más influyentes del planeta. Un listado que contaba hasta ahora con dos mujeres Belén Garijo, consejera delegada de Merck, y Ana Botín, presidenta de Banco Santander. Garijo tomó las riendas del gigante farmacéutico alemán en julio de 2020, un grupo que capitaliza en Bolsa cerca de 166.500 millones de euros. Su trayectoria profesional ha estado siempre ligada al sector farmacéutico, donde ha trabajado para Abbot, Rhône-Poulenc o Avantis hasta recalar en 2011 en Merck, desde donde se ha convertido en la ejecutiva mejor pagada de Alemania. Ana Botín, por su parte, ha sido calificada por la revista Fortune como la tercera mujer más «poderosa» del mundo. La presidenta de la entidad financiera llegó al cargo en 2014 tras la muerte de su padre, el banquero Emilio Botín, a quien sustituyó en una decisión adoptada por unanimidad por el consejo de administración del banco. La banquera arrancó su carrera profesional en JP Morgan en Nueva York y se incorporó en 1998 a Santander para liderar su expansión en Latinoamérica. En 2002 se convirtió en presidenta de Banesto y ocho años después, en consejera delegada de Santander UK. Entre las mujeres empresarias más influyentes del planeta destacan nombres como Sheryl Sandberg, directora operativa de Meta (Facebook), cuya capitalización supera los 827.000 millones de euros; el de Judith McKenna, directora ejecutiva de la división internacional de Walmart (350.000 millones de euros); o los de Safra Catz, actual consejera delegada de Oracle, y Julie Sweet, la directora ejecutiva de Accenture.

Cambiando de tercio, al sector hipotecario, señalar que las hipotecas sobre vivienda superan las 42.000 firmas, máximo desde el 2011. El importe medio de las hipotecas para vivienda crece el 7%, a 144.000 euros.

El mercado hipotecario mantiene el tono. La firma de hipotecas trepó en septiembre a 42.547 transmisiones, a máximos desde el 2011, por lo que las operaciones se mantienen en máximos de una década como en meses anteriores. Por otro lado, el importe medio de las hipotecas para vivienda se situó en los 143.381 euros en septiembre, un 7% más que el mismo mes del año anterior y el máximo desde febrero del 2020, según las estadísticas dadas a conocer esta pasada semana por el INE. El capital prestado creció un 68,7%, hasta los 6.119,5 millones de euros. Por comunidades autónomas, las que registraron un mayor número de hipotecas constituidas sobre viviendas en septiembre fueron Andalucía (8.749,+77% anual), la Comunidad de Madrid (7.930, 55% más) y Cataluña (7.073, 76% más). En todas las comunidades se firmaron más hipotecas sobre viviendas en septiembre de este año que en el mismo mes de 2020 salvo en Baleares, donde descendieron un 2,1%. Asimismo, las regiones en las que se prestó más capital para la constitución de hipotecas sobre viviendas fueron Madrid (1.737,1 millones de euros y un 77% más), Cataluña (1.150,3 millones, el 78% más) y Andalucía (1.047,8 millones, el 80% más). En cuanto a los tipos de interés, dos de cada tres hipotecas (un 65,7%) se firmaron a tipo fijo, porcentaje que lleva cinco meses seguidos por encima del 60%. El tipo medio fue del 2,47%, si bien en las firmadas a tipo fijo, se elevó al 2,65%, y en las de interés variable, al 2,19%.

Y cierro el blog con una terrible noticia, desafortunadamente:  el paro juvenil se desboca. Los nativos digitales son más precarios que nunca. La pandemia ha empeorado una situación enquistada desde hace 25 años aunque hay fórmulas para revertirla.

“España tiene un problema gigantesco con el desempleo juvenil. Y viene de muy lejos. La pandemia solamente lo ha agravado. Si no aprovechamos los fondos europeos de recuperación para favorecer la formación profesional, la movilidad territorial y la flexibilidad, el país corre el riesgo de perpetuar la situación”, alertaba la semana pasada Josep Oliver, catedrático de Economía Aplicada en la UAB en la presentación del estudio «El mercado de trabajo para los jóvenes», elaborado junto a Manpower. Los datos son estremecedores. Según los últimos datos disponibles de Eurostat relativos al 2020, España es el país de la Unión Europea con la tasa de paro más elevada –del 37,7%– entre las franjas de edad de 15 a 24 años. En Cataluña, la situación es incluso peor, el paro es de un 38,1% cuando la media europea es de un 12,5%. En España, los nativos digitales miran al futuro sin demasiada esperanza y el país debería temer por la pérdida de capacidad tecnológica que eso puede conllevar. Este año, el Estado está saliendo de la crisis pero los datos siguen siendo preocupantes. Según la EPA, la tasa de paro se sitúa alrededor de un 30% (en función del mes).

Situación laboral de los jóvenes en España

Pero mirando hacia atrás los datos los datos no son mucho mejores. El fenómeno está enquistado. En el 1995 las tasas ya superaban un 20% e incluso en el mejor año, el 2007, apenas bajaron del 11%. Dentro de este colectivo, las personas más perjudicadas son aquellas que siempre están en situación más vulnerable: las mujeres, con un 25% de paro frente a un 23% de los hombres e inmigrantes, con un 29% frente a un 23% de los nacidos en España. A este problema se le añade la precariedad en el empleo. Según datos del Consejo de la Juventud de España (CJE), el salario medio de un joven de hasta 34 años se situó alrededor de los 970 euros netos mensuales en el 2020, justo por encima del salario mínimo interprofesional. Eso se explica porque los jóvenes acceden al mercado con empleos temporales y a tiempo parcial. De nuevo, los datos hablan por ellos mismos: la tasa de temporalidad en personas de hasta 34 años es del 46% frente al 19% de los mayores. Eso se debe a la elevada estacionalidad de empleos en el sector de la hostelería y el turismo, tractores de la economía española (sin el efecto representan el 6% y 12% directo del PIB de España). Al mismo tiempo, uno de cada cuatro jóvenes trabaja a tiempo parcial y eso se nota en su bolsillo al llegar a final de mes.

Si España no incorpora a los más jóvenes al mercado laboral corre el riesgo de perder capacidad tecnológica

En efecto, el coste de la vida ha aumentado en los últimos 30 años. Por ejemplo, mientras que en el año 1995 un hogar tenía que destinar 3,7 años de su renta bruta para acceder a la compra de una vivienda (sin tener en cuenta la hipoteca) en el año 2020, este mismo esfuerzo era de 7,3 años, prácticamente el doble, según datos del Banco de España. El precio del alquiler –que es muy dispar según la localidad– también ha ido en ascenso y se sitúa en una media de 10,5 metros cuadrados frente a los 9,5 de antes de la crisis financiera. Las causas de este problema endémico se encuentran principalmente en las crisis de la burbuja financiera y de la pandemia –que han reducido las ofertas de empleo disponible– pero también en las aptitudes de los jóvenes. España es el segundo país de la UE (solo superado por Malta) con mayor tasa de abandono escolar. Según Eurostat, un 16% de los jóvenes de 18 a 24 años no habían completado la educación obligatoria (ESO) en el 2020. Además, los perfiles que las empresas demandan no acaban de encajar con la oferta disponible. Hay más paro entre los universitarios que entre los graduados en formación profesional  y la tasa de sobrecualificación indica que 4 de cada 10 jóvenes con estudios superiores desarrolla actividades inferiores a las de su formación.

Definitivamente esta es una de las peores noticias para todos los que somos padres y nos percatamos del difícil futuro laboral de nuestros hijos en este país y, sin lugar a dudas, debería ser preocupación prioritaria de nuestro Gobierno en materia económica. Desafortunadamente no lo es.

SUSANA ÁLVAREZ OTERO ES PROFESORA TITULAR DE ECONOMÍA FINANCIERA Y CONTABILIDAD DE LA UNIVERSIDAD DE OVIEDO E INVESTIGADORA VISITANTE DE LA UNIVERSIDAD DE CAMBRIDGE.