Nuevas crisis bancarias

En el ámbio geopolítico, siguen las tensiones. Un caza ruso colisionó esta semana con un dron de EE.UU y provocó su caída en el Mar Negro. Es otra muestra de la tensión entre ambas potencias, que además ha adquirido otra escala con el anuncio de la construcción de submarinos de propulsión nuclear por parte de un trío que preocupa a Rusia y también a China: EE UU, Australia y Reino Unido. Los tres iniciaron en 2021 una alianza que ahora profundizan y que justifican ante la militarización que lleva a cabo Pekín en la región de Asia y el Pacífico.

A nivel empresarial cabe destacar los despidos masivos en Meta. Marck Zuckerberg anunció en noviembre el despido de 11.000 personas y, ahora, de otras 10.000. La matriz de Facebook e Instagram se reestructura y empequeñece. Lo hace además en plena crisis bancaria tras la quiebra de Silicon Valley Bank, especializado precisamente en tecnológicas. La empresa ganó 23.200 millones de dólares en 2022, un 41% menos que el año anterior.

Yendo al tema de la semana y lo que destacamos en el blog en el día de hoy: la caída de Silicon Valley Bank se lleva por delante a los bonistas y accionistas de la entidad: “Son las reglas del capitalismo” dice el presidente Biden. Los 25.000 millones de dólares inyectados por la Fed para calmar al mercado no parecen suficientes. Los inversores quieren que el banco central ponga fin a las subidas de tipos. Esto se ha visto con el comportamiento en todos los plazos de la curva, con los bonos a 10 años con fuerte subidas, que sitúan la rentabilidad en el 3,70 por ciento, cuando peleaban con el 4 por ciento hace apenas unas sesiones. Pero es que, además, en tres sesiones los bonos a 2 años han registrado una caída de rentabilidad de 100 puntos básicos y han pasado del 5,04 al 4,02 por ciento en la sesión de hoy. Se trata de una corrección que no se había visto desde el crack de 1987. En Europa, lo fácil es justificar las caídas en el efecto contagio de los bancos americanos. Pero lo cierto es que, en este caso, no hay contagio por la situación de las retiradas de depósitos, sino por el mero efecto del comportamiento que están teniendo los tipos de interés en el mercado.

Aunque en bolsa se suele decir que las cotizaciones suben por la escalera, pero bajan en ascensor.

De entrada, no hay que tomar decisiones precipitadas con el sector en Europa, sólo está la duda de Credit Suisse. Pero su crisis viene de más lejos y ya está en gran parte cotizada. Días turbulentos ante la quiebra de dos bancos de Estados Unidos y el temor a un contagio a ambos lados del Atlántico. A pesar de las garantías de Washington y de las voces europeas que aseguran que el problema está encapsulado, el recuerdo de la caída de Lehman Brothers y la Gran Recesión agitan el temor. Me imagino que en este escenario quedará preguntarse quién va a pagar todo estos.

  • ¿Cómo empezó todo? El banco de Silicon Valley, el número 16 de EE UU, anunció la semana pasada un plan para ampliar capital y la venta de bonos del Tesoro ante las retiradas de fondos que estaba sufriendo. No funcionó, perdió dinero y las acciones se derrumbaron.
  • ¿Quién paga el salvamento? Las autoridades han garantizado todos los depósitos más allá de los 250.000 dólares que recoge la ley. Y surgen las preguntas: ¿por qué se socializan las pérdidas y no los beneficios? La respuesta oficial: esto no costará al contribuyente.
  • Repercusión en Europa: La división británica del Silicon Valley ha encontrado comprador: el HSBC se ha hecho con ella a cambio de una libra.
  • No es un caso aislado. Después ha cerrado Signature Bank, el banco número 29 en tamaño de EE UU. Y otros medianos han empezado a despeñarse en bolsa.
  • ¿Y los españoles? El BBVA perdía ayer más de un 6%; el Santander, un 7%; y el Sabadell superaba el doble dígito.

¿De fondo? La subida brusca de los tipos de interés. Y el recuerdo del efecto dominó de la Gran Recesión. Calviño ha pedido prudencia al BCE, que el jueves tenía previsto subirlos otro medio punto y lo ha hecho.

A nivel doméstico, cabe hablar del acuerdo sobre pensiones. El Gobierno y los sindicatos ha firmado el acuerdo para reformar el sistema de pensiones con una fórmula que ya tiene el aval de Bruselas y que ha sido aprobada como real decreto por un Consejo de Ministros extraordinario. La CEOE no se apunta. Le recuerdo lo más importante, por si tuviera a bien, tomarlo en consideración

  • Más ingresos: El objetivo es inyectar más ingresos en lugar de recorte, ya que cada vez seremos más jubilados.
  • ¿Y quién pagará? Lo harán los sueldos más altos: se subirán las bases máximas de cotización desde 2024 hasta 2050; habrá una cuota de solidaridad a los mayores salarios que irá desde el 1% en 2025 hasta el 6% en 2045; y también subirá el mecanismo de equidad intergeneracional: de 0,6 puntos a 1,2 en 2050.
  • Más gastos: Habrá una mejora en las pensiones mínimas y no contributivas. Y algunas medidas para corregir la brecha de género.
  • Nuevo método de cómputo: se podrá elegir entre los 25 últimos años o los 29, a los que se podrá restar los dos peores.
  • Tras el Consejo de Ministros saltará al Parlamento, donde el acuerdo cuenta con el apoyo de PSOE, Podemos y eventualmente de PNV, ERC y Bildu. El PP, en contra.

Pasando a otro tema, que me resulta espacialmente trites.

  • Los políticos ‘vulnerables’ de Madri. El vicepresidente madrileño recibe ayuda para la calefacción que el Gobierno aprobó para familias vulnerables. Con un patrimonio de más de un millón de euros y un sueldo anual de 104.928,60 euros brutos, el susodicho ha alegado que tiene familia numerosa. Y no es el único. Mónica García, líder de Más Madrid y que estaba pidiendo la dimisión por ello, tuvo que reconocer más tarde que ella también recibe ese bono social. Moncloa ha anunciado que introducirá criterios de renta.
  • Y otra cosa de la Comunidad de Madrid: los médicos en huelga han llegado a un preacuerdo verbal para poner fin a los paros. Pésima noticia que nos afecta a todos, para termina. 
  • Los precios de la comida continúan disparados Estos precios han seguido escalando a pesar de que la bajada del IVA para productos básicos ha cumplido dos meses. Los alimentos y bebidas no alcohólicas han subido un 16,6% en febrero, aún más que el 15,4% de enero. Legumbres, hortalizas y frutas se llevan la palma. También azúcar (52,6%), mantequilla (39,1%), salsas y condimentos (33,8%), aceite de oliva (33,5%) y la leche entera (33,2%). El dueño de Mercadona ha afirmado. “Hemos subido una burrada los precios, si no lo hubiéramos hecho habría sido un desastre”. Todo ello mientras presentaba unos beneficios de más de 700 millones. Lo que recibió las críticas inmediatas de ministros de Podemos.

SUSANA ÁLVAREZ OTERO ES PROFESORA TITULAR DE ECONOMÍA FINANCIERA Y CONTABILIDAD DE LA UNIVERSIDAD DE OVIEDO E INVESTIGADORA VISITANTE DE LA UNIVERSIDAD DE CAMBRIDGE.