Ha sido la pasada una semana de comunicación de resultados empresariales. Con el 43% de los resultados EE.UU. publicados y con el 36% de los europeos, las compañías siguen superando al consenso, con sorpresas positivas en el S&P del 81% y en el Stoxx600 del 74%. El crecimiento interanual del BPA del primer trimestre se sitúa en EE.UU. en el 0% (mejorando vs -6% esperado) y en Europa en un 4% (mejorando del -7%). En Europa las mayores sorpresas positivas se están dando en consumo discrecional y utilities, seguidas de financieras, consumo defensivo e industriales. El consenso de crecimiento de BPAs para todo el año se encuentra en el 0% para todo el ejercicio a ambos lados del Atlántico.
En el ámbito europeo, señalar que Bruselas propone para cada país una senda fiscal propia pero exige un ajuste anual del déficit del 0,5%. Mantiene los objetivos de que la deuda y el déficit no superen el 60% y el 3% del PIB. Cada uno de los 27 países redactará su propio plan con sus vías de ajuste fiscal. Estos se formularán en términos de objetivos de gasto plurianuales, que serán el único indicador operativo para la supervisión fiscal, simplificando así las reglas. Los documentos nacionales, eso sí, serán evaluados por la Comisión y aprobados por el Consejo (los 27 países) sobre la base de criterios comunes de la UE. Esta es, al menos, la propuesta inicial del Ejecutivo comunitario, que tiene que ser validada ahora por los países y por la Eurocámara.
Al otro lado del charco, Lula confía que la presidencia española de la UE ayude al pacto con Mercosur. España y Brasil se comprometen a fortalecer las relaciones económicas. El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, confió esta pasada semana en que la presidencia española de la Unión Europea (UE) impulse el acuerdo con Mercosur, encallado desde hace años. Lula ha señalado el potencial de cooperación e intercambios que existe entre España y Brasil, “la estabilidad política y el crecimiento de la economía traerán excelentes retornos a las empresas españolas”, destacó. El presidente de Brasil, ha ratificado su compromiso y trabajo para hacer que “Brasil recupere su rol protagonista como actor internacional en los ámbitos climático y económico. Tengo la obsesión de recuperar la credibilidad de Brasil”. Por su parte, la vicepresidenta Primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, ha anunciado que uno de los principales objetivos de la presidencia española del Consejo de la UE será cerrar el acuerdo final entre la UE y Mercosur, “nos permitirá no sólo potenciar nuestras relaciones económicas, sino también lanzar un mensaje al mundo de la importancia de fomentar el comercio, la cooperación internacional y el orden global”.
Pasando al entorno doméstico, una mala noticia: España acumula pérdidas del 5,4% del PIB desde 1980 por situaciones climáticas extremas- El BCE prevé un gasto anual del 1,4% del Producto Interior Bruto en la UE para un alza global de 3 º en las temperaturas. La institución solicita aumentar las inversiones en 520.000 millones y aumentar las tasas a los gases contaminantes. Un estudio elaborado por el Banco Central Europeo (BCE), recoge que entre 1985 y 2007, los eventos climáticos extremos deterioraron los saldos presupuestarios entre un 0,23% y el 1,4% del Producto Interior Bruto (PIB) en los países desarrollados. Sin embargo, estos costes podrían quedarse de manera estructural en la parte de arriba de la horquilla en la Unión Europea. Con el alza del 3º de las temperaturas medias globales que estima la institución, la UE afrontaría un desembolso adicional del 1,4% del PIB comunitario al año –170.000 millones de euros–. España ya ha enfrentado pérdidas equivalentes al 5,4% del PIB entre 1980 y 2020. España también sería el país que más sufriría estos impactos en la ratio de deuda pública con respecto al PIB. Los investigadores del BCE recogen que unos fenómenos meteorológicos más extremos, como consecuencia de un aumento de las temperaturas globales en torno a 2° durante los próximos 20 años, provocarían un aumento de la proporción de la deuda pública con respecto al PIB de alrededor del 5% en la República Checa y España. Mientras, en otros países del norte como Alemania, Países Bajos o Bélgica, la ratio aumentaría tan solo un 1%.
Pasando a lo que destaco en el titular del blog en el día de hoy, no es otra cosa que el triste Rompecabezas de la gestión del agua y que empeora los efectos de la sequía. Abril de 2023 se postula a ser el más seco desde 1961 mientras el sector agrícola se prepara para pérdidas milmillonarias por la falta de recursos hídricos. España está seca y le falta agua. Según el ministerio de Transición Ecológica, el clima en marzo tan solo ha tenido carácter entre normal y húmedo en zonas reducidas de Galicia, el suroeste de Castilla y León y del norte de Extremadura. Con la excepción de estas zonas, las precipitaciones han sido un 64% inferior en marzo a la media de referencia en toda España. El mes de abril no evoluciona mucho mejor y aspira a convertirse en el más seco desde 1961, según advierten desde Aemet. La disponibilidad del agua es uno de los grandes problemas de España. Según la Agencia Europea de Medioambiente (AEM), España es uno de los países del sur de Europa que más agua para el regadío puede perder en las próximas décadas. Las advertencias no son nuevas. “La sequía avisa con tiempo, la disponibilidad de recursos hídricos está a la baja, cada vez llueve menos, el cambio climático está ahí”, advierte Francesc Hernández, catedrático de la Universidad de Valencia especializado en la gestión del agua. “Tenemos escasez porque venimos de un modelo de gestión del agua que se basaba en la abundancia, pero el contexto nos está advirtiendo de que tenemos que cambiar esos criterios”, advierte Hernández. Por ejemplo, España recicla poco el agua de la que dispone. Según los datos de la Asociación Española de Abastecimientos de Agua y Saneamiento (AEAS), en 2022 se reutilizaron 343 hectómetros cúbicos (hm³) de agua depurada y regenerada, es decir, que tan solo el 8,1% del agua suministrada y de la residual depurada se reutiliza para otros consumos, donde el principal uso fue el agrícola, en torno al 60%. “Esto no tiene ninguna lógica”, explica Hernández.
Para finalizar con la entrada de hoy, comento que se alerta de un «enorme trasvase» de vivienda al alquiler turístico por la nueva ley. En el caso de las viviendas para arrendamiento turístico no aplicaría el tope de precios. La rentabilidad de este modelo de alquiler es hasta un 300% mayor que el residencial. Las derivadas de la Ley de Vivienda parecen suscitar nuevos debates cada día, en parte porque el acuerdo alcanzado deja muchas lagunas. La patronal del turismo planteó un nuevo interrogante: ¿qué va a pasar con las viviendas destinadas al alquiler?
Continuará. De este tema, seguro que habrá continuación.