Excesos en el IBI

En esta pasada semana, los índices de renta variable europeos y americanos han acabado planos (-0,3% EuroStoxx 50 y +0,4% S&P 500), apoyados por el acuerdo final sobre el techo de la deuda en EE. UU., datos ligados a la inflación mejores de lo esperado en la Eurozona, pero con la continua preocupación ante los datos macroeconómicos mixtos que llegan desde China. Así mismo, se conocía el dato de empleo en EE.UU., quedando muy por encima de los esperado. Sin embargo, la tasa de desempleo incrementaba hasta el 3,7%, dos décimas por encima de lo esperado por el mercado. Los últimos datos macroeconómicos están generando comentarios sobre posibles cambios en las perspectivas de movimientos de tipos de la FED en las próximas dos reuniones. Por sectores, Distribución (+3,4%) y Ind. Básica (+3,4%) lideraban las subidas, mientras que, por el lado negativo, Telecos (-3,2%) y Alimentación (-2,5%) registraban las mayores caídas. De hecho, es posible hablar de estacionalidad de junio en las bolsas. Cerramos mayo con opciones de que se cumpla la estacionalidad en el SP 500. Si tomamos las muestras del tercer año de mandato del ciclo presidencial en los Estados Unidos, la rentabilidad media de junio asciende al 1,43 por ciento y el porcentaje de ejercicios en positivo mejora levemente hasta el 55,56 por ciento. Esta puede ser una tónica para este ejercicio. Aunque, como hemos visto en el adagio bursátil del “vende en mayo y vete”, no está el año, precisamente, para que se cumpla. Es verdad que debido a la situación de incertidumbre en la que nos encontramos (con la evolución de la macroeconomía, la inflación, la Fed…) es muy complicado establecer hacia qué lado acabará por inclinarse la balanza durante junio.

Llama la atención este hecho: el techo de la deuda.  Durante la semana tanto el Congreso como el Senado aprobaban la ley para suspender el techo de deuda e imponer restricciones al gasto federal hasta el final de 2024, dando así por terminado la amenaza latente de una crisis política y económica mucho mayor. La ley ahora pasa a manos de Biden que la firmará en los días inmediatos para poder evitar así el default.

La inflación en la eurozona seguía con su moderación incluso a un mayor ritmo al anticipado. Los precios al consumidor en el mes de mayo se situaban ya en el 6,1% (6,3%e vs 7% ant) y a su vez esto también se veía en el dato subyacente, que en este caso se situaba en el 5,3% (5,5%e vs 5,6% ant). A pesar de todo ello, las autoridades del BCE mantenían la cautela, y Lagarde manifestaba que «no hay evidencias claras» de pico de inflación aún y se comprometía a seguir con las subidas de tipos. El buen dato de inflación en la eurozona no ha ablandado a la presidenta del BCE, Christine Lagarde, que asegura que los tipos seguirán subiendo. La tasa de inflación anual se ha situado en el + 6,1 por ciento en mayo, por debajo del +7 por ciento del mes anterior y de las expectativas del mercado, que lo situaban en el +6,3 por ciento. Esta cifra es la más baja desde febrero de 2022, aunque sigue por encima del objetivo del BCE del +2 por ciento. Las cifras también han sido mejores de lo esperado para la inflación subyacente, que excluye la energía, los alimentos, el alcohol y el tabaco, al reducirse hasta el +5,3 por ciento cuando se esperaba un +5,6 por ciento. Los datos se han hecho públicos antes del discurso que ha pronunciado Christine Lagarde en Hannover, pero en su intervención ha mantenido la postura de continuidad en el endurecimiento de la política monetaria del BCE. Entre otras cosas ha dicho que la inflación es demasiado alta y espera que siga así durante bastante tiempo, por lo que se reafirma en su decisión de reducirla a través de las políticas monetarias. El escenario que maneja es que la inflación se sitúe en el +2,1 por ciento a mediados de 2025 y todavía estaría una décima por encima del objetivo. Va a estar muy pendiente de la inflación subyacente, de la que se puede esperar un repunte en los meses de verano por el turismo. También advirtió de que las presiones salariales pueden alargar más el proceso de lograr el objetivo.

A nivel doméstico, lo más destacable son las elecciones celebradas y las anunciadas, de manera adelantada. Durante la semana Pedro Sánchez anunciaba sorpresivamente el adelanto de las elecciones generales para el 23 de julio después de los malos resultados de su partido en las elecciones autonómicas y municipales del pasado domingo. Las cámaras ya han sido disueltas y la campaña electoral coincidirá con la presidencia española de la Unión Europea. Así, este proceso electoral puede implicar retrasos en la asignación de los fondos next generation.

Lo que destaco en el titular del blog en el día de hoy, que los municipios ingresan con el IBI el doble que en el pico del boom inmobiliario. Los ayuntamientos de España recaudaron en 2022 más de 13.000 millones gracias a este impuesto. La campaña electoral para los comicios municipales del pasado domingo, puso en el foco a los candidatos que prometieron reducir en sus localidades el tipo efectivo del impuesto sobre bienes inmuebles (IBI). A priori, estas propuestas de relajación fiscal serían arriesgadas para las cuentas de los consistorios, ya que el IBI es la figura impositiva que sustenta con creces la mayor parte de sus ingresos. Sin embargo, los ayuntamientos tienen asegurados unos recursos elevados aunque rebajen los tipos, por lo que pueden permitirse estas promesas sin correr grandes peligros. Sin ir más lejos, en 2022 los ingresos por este tributo doblaron los registrados en los años previos a la crisis financiera. Las localidades españolas recaudaron el pasado año más de 13.170 millones de euros gracias al IBI urbano. Si a esta cantidad se le unen los 480 millones relativos al IBI rústico y los 550 millones del impuesto sobre los bienes inmuebles de características especiales (BICE), la recaudación total superó los 14.000 millones, un máximo en la serie actualizada esta semana por la Dirección General del Catastro dependiente del Ministerio de Hacienda. Todas estas cifras se explican no tanto por un aumento de la fiscalidad directa –es decir, de los tipos efectivos–, sino por la subida consolidada de las bases imponibles, que vienen a ser el valor de los inmuebles. La factura final del IBI, es decir, la cuota líquida, es el resultado de aplicar el tipo de gravamen correspondiente a la base liquidable en cuestión. Esta, a su vez, se obtiene tras aplicar las reducciones o exenciones permitidas en cada caso al valor catastral de la vivienda. Es decir, mientras las revisiones catastrales sigan aumentando los valores, los consistorios pueden rebajar los tipos sin minorar drásticamente sus ingresos. En España, el Real Decreto Legislativo 2/2004 establece que el tipo de gravamen mínimo del IBI será del 0,4%, llegando el máximo hasta el 1,1%, siempre en el caso de los bienes inmuebles urbanos. Los gobiernos locales, por ello, tienen un margen relativamente amplio para establecer un tipo de gravamen u otro, así como las diferentes exenciones y bonificaciones aplicadas. La ciudad de Madrid, por ejemplo, tiene en vigor desde 2023 el tipo municipal al mínimo permitido. El programa marco para el 28M del PP, el gran ganador de las elecciones, propone a su vez una «reducción del impuesto de bienes inmuebles de forma progresiva» a la par que promete impulsar “la aplicación de bonificaciones medioambientales para aquellos inmuebles en los que se hayan instalado puntos de recarga para los vehículos eléctricos o sistemas de aprovechamiento de energía solar y actuaciones de eficiencia energética”, añade el documento. La realidad que muestran los datos oficiales del Catastro refleja que los ayuntamientos de toda España han ido aumentando año tras año los ingresos por IBI pese a las rebajas impositivas que se han visto en varios de ellos. Los más de 13.000 millones de euros registrados en 2022 en el IBI urbano, de hecho, multiplican por dos a los 6.500 millones que se recaudaban en los años del pico del boom inmobiliario, cuando los precios de la vivienda eran notablemente superiores a la media con la que cerró el pasado ejercicio. Según los datos del Consejo General del Notariado, el precio del metro cuadrado de las casas cerró en España en los 1.615 euros en 2022, frente a los 1.790 euros del año 2007. Desde Tinsa, por su parte, recuerdan que el precio de la vivienda acumula una caída del 20% desde los valores máximos alcanzados hace 15 años. Según los datos del Catastro, los ayuntamientos de la provincia de Madrid fueron los que más ingresos obtuvieron con este impuesto, superando los 2.500 millones de euros en conjunto. Teniendo en cuenta que se registraron unos 4,5 millones de recibos, el pago medio ascendió a los 564 euros. En plazas como la propia capital la cifra se explica por el valor catastral medio de las viviendas, de los más elevados del país. A continuación se situó el abono medio de 514 euros de la provincia de Barcelona, con ingresos conjuntos que superaron los 2.000 millones. El podio lo completó Girona, con 431 euros, seguida de Baleares y Málaga (429 y 417 euros).

En otro orden de cosas, una mala noticia empresarial.  La actividad industrial vuelve a contraerse en mayo en España y en el resto de la Unión Europea.

En efecto, la actividad del sector industrial español se contrajo de nuevo en mayo ante la caída de los nuevos pedidos, lo que dejó las perspectivas de futuro en su nivel más bajo del último medio año, según el índice de producción manufacturera (PMI, en sus siglas inglesas) de HCOB, elaborado por S&P Global. El mercado manufacturero de la zona euro también merma a mínimos de seis meses y bajan los precios de venta por primera vez desde 2020. El índice PMI de actividad del sector manufacturero español de HCOB, elaborado por S&P Global hecho  público se situó en 48,4 puntos, por debajo de los 49 puntos de abril y del umbral de 50 puntos que dividen la contracción del crecimiento. Esta caída ha estado motivada por la debilidad de la demanda y, en particular, la caída de los nuevos pedidos, incluidos los procedentes del exterior, lo que llevó a las empresas a reducir su producción. A su vez, la debilidad de la actividad conllevó una nueva reducción de las compras, lo que elevó la disponibilidad de materiales en los almacenes de los proveedores y la reducción tanto de los plazos de entrega como de los precios de los aprovisionamientos. Esta rebaja de los costes, en especial de energía y materias primas, permitió el abaratamiento más acentuado de los precios de venta desde agosto de 2020.  A pesar de esta situación, el empleo continuó creciendo en mayo y los empresarios se mostraron optimistas de cara al futuro, aunque este grado de confianza cayó al nivel más bajo desde noviembre de 2022. En el resto de la Unión Europea, la producción y los nuevos pedidos industriales caen a su mayor ritmo experimentado en seis meses, impulsando una bajada de los precios de venta por primera vez desde 2020. El índice HCOB PMI de la eurozona se situó en 44,8 frente los 45,8 de abril, mínimos de tres años, y el subíndice de producción cae a 46,4 desde los 48,5 precedentes y los datos apuntan a un segundo trimestre en negativo. Tras las tentativas de recuperación del primer trimestre, la economía manufacturera se reduce y la debilidad del sector industrial empieza a notarse en el mercado laboral, que aunque sigue creciendo, lo hace también a menor ritmo que los meses precedentes. La caída de la producción de las fábricas ha sido la más sólida y rápida desde noviembre de 2022, mermada por las ventas, un obstáculo notable para los fabricantes. Por países, Grecia es el único que consigue situarse por encima de los 50 puntos (51,5), y el resto están en zona de contracción. España es el segundo país con mejor puntuación en mayo, seguida de Irlanda (47,5), Italia (45,9), Francia (45,7), Países Bajos (44,2), Alemania (43,2) y Austria (39,7).

El mal momento en bolsa del inmobiliario recortará el precio de venta de la promotora de Sareb. Promotoras y socimis cotizan con descuentos del 50%, con respecto al valor de sus activos, algo que condicionará el proceso de venta de Árqura Homes. El sector inmobiliario no pasa por un buen momento a nivel bursátil. Desde que el ‘cisne negro’ tras la irrupción del Covid-19 sacudiese todos los mercados internacionales, las compañías vinculadas al ladrillo, especialmente las españolas, no recuperaron nunca las caídas que vivieron. Merlin Properties y Colonial, las dos socimis del Ibex-35, cotizan entre un 40% y un 60% por debajo de sus máximos de 2019 y las dos mayores promotoras del país, Aedas Homes y Neinor Homes, acusan retrocesos del 20% y un 40% desde esas mismas fechas. Sin embargo, este mal comportamiento en los mercados no ha impedido que continúen desarrollando su actividad con normalidad, incluso con resultados récord, pero sí marcan un precio a estas compañías. En este contexto, Sareb prepara una de sus mayores desinversiones para continuar con su mandato de vender todos los activos adjudicados tras el estallido de la burbuja de 2008. En esta ocasión, se trata de Árqura Homes, una compañía promotora que tiene una gran cantidad de suelos destinados a la construcción de viviendas, aproximadamente para 15.000, aunque ampliable. El proceso de venta está en marcha y será Deloitte el encargado de asesorar a Sareb. El precio que la entidad semipública espera obtener por Árqura, a la espera de que la ‘big four’ detecte si hay interés en el mercado, es muy diferente al que algunos potenciales inversores estarían dispuestos a pagar. Teniendo en cuenta los suelos de los que dispone Árqura y la disposición de Sareb de incluir más, el valor de los activos ronda los 1.000 o 1.200 millones de euros. Sin embargo, no será fácil, o será imposible, que alguien los compre a ese precio porque el mercado no se cree estas valoraciones, como reflejan las cotizaciones. Este descuento será exigido por los potenciales compradores de Árqura. ¿Por qué? Si no lo hiciesen, sería más barato para el inversor comprar acciones de estas cotizadas que hacerse con la promotora de Sareb.

Una noticia que considero muy destacada a nivel empresarial y bursátil.

Inditex supera los 100.000 millones en Bolsa por primera vez con Marta Ortega. El gigante textil es la mayor cotizada del país tras subir casi un 30% este año, frente al 13% que avanza el Ibex-35. Lo ha conseguido. Inditex ha logrado salir del letargo que su cotización venía presentando en mayo y, tras el estirón de más del 2% conseguido el viernes, el gigante textil recupera los 100.000 millones de euros de valor en Bolsa. En concreto, despidió la sesión con un valor de 100.200 millones de euros. Es la primera vez desde que Marta Ortega asumió las riendas de la compañía junto al consejero delegado, Óscar Maceiras, que la firma consigue este hito que no se veía desde 2021, cuando Pablo Isla aún manejaba el timón de la empresa. La salida del directivo generó, de hecho, una fuerte corrección en las acciones de Inditex, que llegaron incluso a perder los 20 euros en aquel convulso mes de abril de hace un año, en el que los inversores aún dudaban del futuro de la empresa sin Isla al frente. Incertidumbre que se sumaba a la salida de la compañía de Rusia tras el estallido de la guerra en Ucrania.

Hay cambios en el sector bancario.  El consejo de Unicaja acuerda por unanimidad la salida del asturiano Manuel Menéndez. La dimisión no se producirá hasta que se designe un nuevo consejero delegado.

El Consejo de Administración de Unicaja Banco ha acordado esta semana por unanimidad el cese del asturiano Manuel Menéndez como consejero delegado de la entidad tras llegar a un acuerdo para su salida. Unicaja ha informado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que el cese se produce «con el objetivo de avanzar de manera más ágil y eficaz en la definición del modelo de gobernanza del banco conforme a las previsiones del proyecto común de fusión entre Unicaja Banco y Liberbank». La salida del cargo de consejero delegado de Manuel Menéndez Menéndez será efectiva cuando se nombre consejero a quien se designe para sucederle en dicho cargo, momento en el que será efectiva, además, la dimisión de Manuel Menéndez Menéndez como miembro del Consejo de Administración, «garantizándose así la plena funcionalidad de la dirección de la entidad hasta dicho nombramiento, iniciándose de inmediato el proceso para la selección y posterior designación del nuevo Consejero Delegado» Unicaja Banco ha pactado la salida de su consejero delegado justo antes de que tuviera que reevaluarse su continuidad en el puesto con más funciones. Unicaja ha acelerado el proceso de renovación de su primer nivel ejecutivo y no ha aguardado a fines de julio, que es cuando vence el plazo de dos años desde la integración de Liberbank para determinar la nueva configuración de la presidencia, que ahora ocupa el malagueño Manuel Azuaga, y para revaluar la continuidad o no del asturiano Manuel Menéndez como consejero delegado, que si era ratificado asumiría, según los protocolos de la fusión, todos los poderes ejecutivos, incluidos los que hasta ahora venían desempeñando el presidente.  La Fundación Bancaria Unicaja, máximo accionista del banco, convocó una reunión de su patronato para tomar la decisión y después lo hizo el consejo del banco. La gran pugna desencadenada desde 2021 por cambiar la correlación de fuerzas en el patronato de la Fundación Bancaria Unicaja, con el relevo de su presidente, Braulio Medel, por José Manuel Domínguez aceleró los cambios en el consejo de administración del banco, lo que, sumado a la cascada de dimisiones de vocales independientes, debilitó el respaldo del consejero delegado.

SUSANA ÁLVAREZ OTERO ES PROFESORA TITULAR DE ECONOMÍA FINANCIERA Y CONTABILIDAD DE LA UNIVERSIDAD DE OVIEDO E INVESTIGADORA VISITANTE DE LA UNIVERSIDAD DE CAMBRIDGE.