A pesar de los buenos augurios que a finales de 2015 se presentaron, el año 2016 ha sido parco en salidas a bolsa. El MAB (Mercado Alternativo Bursátil) ha estado más activo que el mercado continuo. Sin embargo, tiene aún un problema de confianza y el volumen negociado es mucho más bajo que antes del trauma de Gowex. La falta de gobierno en España durante muchos meses ha sido la razón más repetida para la escasez de nuevas emisiones, por la incertidumbre que tal situación genera. Ante un nuevo ejercicio económico, esta vez con gobierno formado, cabe preguntarse qué nos deparará el mercado. Antonio Zoido, presidente de Bolsas y Mercados Españoles, se mostró muy optimista respecto a las salidas a Bolsa con vistas a 2017 en su discurso de balance de 2016. Si éstas han registrado un frenazo a nivel mundial en los últimos meses y sobre todo en Europa, Zoido parece estar confiado en que los planes de las empresas de cotizar en Bolsa se retomen este año. No tengo claro, amable lector, que esto sea así; entre otras razones por la incertidumbre generada por dos hechos inesperados en 2016, cuales son el Brexit y la victoria electoral de Trump. No obstante, tenemos compañías que han anunciado con bastante seguridad su próximo estreno bursátil y todo parece indicar que están a punto de dar el salto al parqué. Por un lado, el fabricante de componentes de automóviles Gestamp; por otro, Prosegur Cash, la división del grupo Prosegur dedicada a la gestión de efectivo. También podría dar ese paso Aernnova, aunque parece que sólo si las Bolsas se estabilizan y las operaciones ya previstas salen bien, y no como la suspendida de Telxius (filial de torres de Telefónica). En cuarto lugar, podría estar Volotea, que en enero de 2016 decidía aplazar su salto a la Bolsa, por las turbulencias de los mercados hace justo doce meses.
¿Será 2017 un buen año para las salidas a Bolsa? La situación, aparentemente, es algo mejor, lo que podría hacer pensar que habrá mayor número de operaciones. La clave está en el entorno del mercado y si fuera favorable, las empresas podrían animarse a partir de mediados de año. Cuando escribo estas líneas, el Ibex 35 – que ha cumplido 25 años con una ganancia anual del 5,1%, más el 4% en dividendos –, cierra perdiendo los 9.500 puntos, seguramente muy afectado por la decisión de la primera ministra británica Theresa May. No parece temerle a un Brexit en versión dura; más bien, amenaza con ello, dando fuerza renovada a su famoso “Brexit means Brexit”. Se pone de tú a tú con la UE y está dispuesta a echar un pulso, sin miedo a las consecuencias o, más bien, asumiéndolas, dado que su prioridad es poder controlar la inmigración. Seguramente es ésta la razón última del inesperado triunfo del referéndum que dio la victoria a los defensores de la ruptura con Europa. Theresa May sólo quiere a los mejores; no quiere “perroflautas” por su territorio – no tengo ni idea de cómo se dirá eso en inglés – pero sí me imagino lo que tiene en la cabeza al respecto: que con tal de controlar lo que entra por las fronteras británicas, lo demás, lo asume. Esta situación que puede poner en peligro el libre intercambio de bienes, servicios y capital, lógicamente llena de dudas a empresas e inversores y eso no es bueno para los mercados. El dinero es muy miedoso. Y a todo esto, Trump encantado de la vida. Y si la ruptura del Reino Unido puede provocar un efecto dominó, tanto mejor desde su punto de vista.
Lo que sea sonará, evidentemente, pero me temo que estamos ante un nuevo año y una Bolsa de valores más o menos en la misma situación, porque aunque tengamos gobierno en España, en un mercado globalizado como es el del dinero, tal vez el que más, somos sólo un diminuto grano de arena.