Ha sido la pasada una semana de subidas de las bolsas europeas, con la evolución de las negociaciones comerciales entre EE.UU. y China como principal catalizador. El optimismo respecto a la firma de la primera fase del acuerdo comercial iba moderándose durante la semana después de que el presidente Donald Trump firmase una declaración del Congreso en favor de los manifestantes en Hong Kong. Por su parte, la festividad en Wall Street por el día de acción de gracias hacía que fuera una semana atípica. A nivel sectorial, predominaban las ganancias con mejor comportamiento relativo de sectores como consumo no discrecional o servicios financieros. En los mercados de deuda, se producían pocas variaciones de las TIRs soberanas. A su vez, el petróleo se mantenía plano durante la semana (Brent 63$/b), conociéndose un incremento de los inventarios de EE.UU. con escaso impacto por las expectativas de un acuerdo cercano en las negociaciones comerciales.
Pasando a la cuestión del Brexit, según las encuestas el partido conservador obtendría una amplia mayoría sin precedentes de cara a las elecciones del 12 de diciembre. Así, obtendría un resultado de 359 diputados de un total de 650, resultado que de confirmarse dejaría a Boris Johnson un amplio margen para materializar su acuerdo de Brexit. Sin embargo, parece que las diferencias se estrechan en las últimas encuestas. La campaña electoral sigue su curso, con los dos principales candidatos centrados en sus principales promesas, Johnson en ejecutar su acuerdo de salida de la UE y Corbyn con el programa político laborista más extremo que se recuerda en los últimos años. La semana que viene Johnson interrumpirá la campaña electoral para atender la cumbre de la OTAN en un momento que puede ser clave en el resultado electoral.
A nivel de política monetaria y bancos centrales, quiero destacar que el BCE se lava las manos por la subida de las comisiones de los bancos. El supervisor cree que cada entidad ha de decidir su estrategia comercial. Según el banco central, las autoridades nacionales de consumo son las responsables. Las subidas en las comisiones que cobran las entidades bancarias a sus clientes por la prestación de servicios no son una materia sobre la que el Banco Central Europeo (BCE) opine o se plantee intervenir. Así lo ha manifestado el presidente del Consejo de Supervisión, Andrea Enria, en una reciente carta remitida al Parlamento Europeo.
La misiva de Enria es una respuesta a las preguntas planteadas por el europarlamentario griego Dimitrios Papadimoulis. A finales de octubre, este diputado europeo remitió diversas cuestiones al BCE ante las subidas y nuevas comisiones aplicadas por parte de los bancos que operan en Grecia por servicios tales como la impresión de recibos en los cajeros automáticos, diversos tipos de transacciones y operaciones con tarjetas. El supervisor bancario único reconoce en su carta que está al corriente de las nuevas comisiones aplicadas por las entidades significativas griegas (aquellas que están bajo su paraguas). El máximo responsable de vigilar a los bancos de la zona euro pone en manos de las propias entidades y de sus equipos gestores la decisión de subir o bajar comisiones. Es deber de los bancos, y no del BCE, determinar qué salidas estratégicas deben tomar para generar unos beneficios sostenibles. La institución supervisora explica en su escrito que sí le interesa conocer las decisiones de las entidades respecto a las comisiones aplicadas a sus clientes, pero se lava las manos cuando de analizar o regular el impacto de las mismas se trata. Cualquier medida encaminada a reducir la carga económica para los usuarios caería bajo la competencia de las autoridades nacionales de protección al consumidor y está por lo tanto fuera del alcance del mandato de supervisión prudencial del BCE. El supervisor europeo único tampoco se moja a la hora de cuantificar el potencial impacto de las medidas aprobadas por los bancos griegos sobre su clientela. Cualquier estimación se vería condicionada por los cambios en el comportamiento de los usuarios provocados precisamente por estas nuevas comisiones. Los bancos griegos están tratando de volver a la senda de rentabilidad después de años de pérdidas provocadas por la excesiva acumulación de activos improductivos y la crisis del país heleno. Tienen, además, como sufrió la banca española, un problema de exceso de préstamos tóxicos en sus balances que merman su capacidad de generar beneficios. Una de las recetas propuestas por el BCE para los sectores bancarios de la zona euro más afectados por los problemas de rentabilidad y sostenibilidad de sus modelos de negocio fue la subida de comisiones. En España, bancos como Santander, BBVA o Sabadell han dado recientemente pasos para elevar la vinculación de su clientela o, en su lugar, cobrar a sus usuarios por los servicios prestados que hasta ahora se daban gratuitamente.
Cambiando de tercio, el Gobierno italiano vuelve a rescatar a Alitalia. Otorgará un préstamo por 400 millones después de que posibles compradores hayan rechazado adquirir la empresa. El gobierno italiano hará un nuevo desembolso a la aerolínea Alitalia por 400 millones de euros, que se encuentra en una compleja situación financiera, después de que un grupo de posibles compradores hayan retrocedido la semana pasada. Al otorgar este nuevo préstamo de 400 millones de euros a la línea aérea que arrastra pérdidas, Roma desafiará las normas de ayuda estatal que impone Bruselas por lo que podría tener problemas con la UE. Alitalia ya recibió 900 millones de euros del Gobierno desde mayo de 2017, cuando el grupo aéreo fue puesto en administración especial luego de un intento fallido de reestructuración. A pesar de varias medidas de reducción de costos implementadas desde mayo de 2017 por los tres administradores nombrados por el Estado, la aerolínea continúa perdiendo efectivo y se espera que se quede sin dinero para fin de año. El grupo ferroviario italiano Ferrovie dello Stato, que se encontraba en conversaciones con el grupo de infraestructura Atlantia y la aerolínea estadounidense Delta Air Lines, dijo la semana pasada que aún no podía formar un consorcio de rescatistas para salvar al grupo italiano. Incluso la aerolínea alemana Lufthansa, que ofreció una asociación comercial con Alitalia, dijo que no estaba preparada para invertir en la aerolínea italiana. Después de otorgarle a Ferrovie más de un año para presentar un plan para Alitalia, el Gobierno italiano decidió nombrar un nuevo administrador y desbloquear los 400 millones de euros que había destinado a la aerolínea, a condición de que el grupo ferroviario presentara una oferta vinculante. Pero según fuentes de la negociación, esa condición ha sido eliminada. Si la empresa no logra recursos financieros, enfrentaría una liquidación, lo que pondría en serio riesgo los 11.600 empleos y crearía un gran dolor de cabeza para el gobierno italiano. Los analistas de la industria calculan que Alitalia ya ha gastado aproximadamente 9.000 millones de euros de los contribuyentes italianos.
Pasando a los mercados financieros, quiero destacar dos noticias de salidas bursátiles exitosas. La de Alibaba que protagonizaba en Hong Kong la mayor salida a Bolsa del año pese a la revuelta. El gigante chino de las ventas por internet recauda 11.740 millones de euros e impulsa a este mercado por encima de Wall Street en medio de las protestas por la democracia. En medio de una revuelta que ha hundido a la ciudad en la recesión, el gigante chino del comercio electrónico Alibaba ha salido a Bolsa el pasado martes en Hong Kong. A pesar de la gravísima crisis política, la compañía fundada por el visionario magnate Jack Ma ha protagonizado la mayor salida a Bolsa del año en todo el mundo, recaudando 101.200 millones de dólares de Hong Kong (11.740 millones de euros). Desde 2014, cuando logró 25.000 millones de dólares (22.700 millones de euros) en Wall Street, ostenta el récord global de salidas a Bolsa. Para Hong Kong, además, supone su mayor operación desde la que efectuara en 2010 la aseguradora AIA. A un precio de 176 dólares de Hong Kong (20,41 euros), Alibaba ha puesto a la venta 575 millones de nuevas acciones, que al mediodía (cinco de la madrugada, hora peninsular española) habían subido un 6,9% hasta los 188,10 dólares HK (21,81 euros). El lunes, sus acciones en Nueva York también subieron ligeramente ante las buenas perspectivas de cotizar en Hong Kong, un mercado más próximo para los inversores de China continental, que han copado un tercio de las compras. Con esta operación, Alibaba ha impulsado la Bolsa de Hong Kong, donde este año ya han salido a la venta acciones por valor de 34.050 millones de dólares (30.912 millones de euros), superando el volumen del índice tecnológico Nasdaq y de Wall Street. Para la antigua colonia británica, supone un voto de confianza en medio de unas violentas protestas por la democracia que duran ya casi medio año y han puesto en duda su importante papel como capital financiera de Asia. Desde que la agitación social estalló en junio, se calcula que el valor de su índice Hang Seng ha perdido 41.000 millones de dólares (36.700 millones de euros), ahuyentando a numerosas inversiones que han optado por plazas más seguras. Tras la caída del turismo y la cancelación de congresos y ferias, la salida a Bolsa de Alibaba puede ayudar a paliar un año nefasto para la economía de Hong Kong. «Quiero dar las gracias a nuestros clientes y también a Hong Kong, que ha cambiado sus normas para que podamos volver a casa y cotizar aquí», señaló el consejero delegado de Alibaba, Daniel Zhang, acompañado de la plana mayor de la Bolsa y del Gobierno local. Ya retirado de su puesto al frente de la compañía, su fundador, Jack Ma, envió un mensaje por vídeo para celebrar este regreso al hogar chino de Alibaba. Con 86.000 empleados y un valor de mercado de 420.000 millones de dólares (363.000 millones de euros), el mayor de una compañía asiática, Alibaba fue creada en 1999, en pleno pinchazo de la burbuja de las «puntocom» en Wall Street. Dos décadas después, Ma es uno de los hombres más ricos del mundo con una fortuna estimada en 35.000 millones de euros. Con millones de artículos de 180.000 marcas, las plataformas de ventas por internet de Alibaba, como Tmall, Taobao y AliExpress para el extranjero, suman 600 millones de clientes. Además, está presente en numerosas industrias, desde el cine hasta las publicaciones. Pero el 85% de sus ingresos, que superan los 250.000 millones de yuanes (31.700 millones de euros), procede del comercio por internet. Como cada 11 de noviembre con motivo del «Día del Soltero», una jornada de ofertas que supera al «Viernes Negro» y al «Ciberlunes» de Estados Unidos, Alibaba volvió a batir otro récord este año: 268.400 millones de yuanes (34.690 millones de euros). Solo dos semanas después, bate otra marca con su salida a Bolsa en Hong Kong.«Quiero dar las gracias a nuestros clientes y también a Hong Kong, que ha cambiado sus normas para que podamos volver a casa y cotizar aquí», señaló el consejero delegado de Alibaba, Daniel Zhang, acompañado de la plana mayor de la Bolsa y del Gobierno local. Ya retirado de su puesto al frente de la compañía, su fundador, Jack Ma, envió un mensaje por vídeo para celebrar este regreso al hogar chino de Alibaba. Esta compañía fue creada en 1999, en pleno pinchazo de la burbuja de las «puntocom» en Wall Street.
A nivel local, me refiero por la ubicación de la empresa, pero nacional por la salida bolsa en el MAB, se ha producido esta semana una espectacular salida a bolsa, la de la empresa asturiana IZERTIS.
La consultora tecnológica cerraba la sesión a 2,5 euros el título, frente a los 1,7 de salida, «un verdadero éxito» para su presidente Pablo Martín. Un verdadero éxito y una magnífica noticia». Esa fue la definición de un exultante presidente y fundador de Izertis, Pablo Martín, de la salida a Bolsa de la consultora tecnológica asturiana, que cerró su primera jornada el pasado lunes con una subida del 47%. A las doce en punto tocaba el gijonés la campana del Mercado Alternativo Bursátil (MAB) que significó la salida al parqué de la segunda empresa asturiana, tras Asla. Se trata de la vigésima incorporación de este año a un mercado que suma 121 empresas. Se venía anunciando desde hacía unos meses y el lunes 25 de noviembre, festividad universitaria de Santa Catalina de Alejandría, por fin, se produjo. Trabajar en la soledad de un enorme edificio que mandó construir un caudillo cuyos restos trashumantes parecen estar más vivos que muchos de nuestros políticos, me permitió seguir la evolución del proceso de apertura de la cotización de esta empresa tecnológica asturiana. Izertis se ha estrenado esta semana en el MAB (Mercado Alternativo Bursátil). A un precio de referencia de 1,70 euros por acción, el paquete inicial supuso entorno al 10% del valor de cotización, cifrado en unos 36,2 millones de euros. He de decir que, tradicionalmente, en la bolsa española, se suele sacar en torno a un 30% del papel; por debajo de eso, se considera una muy tímida apertura, pero algo es algo. Las expectativas generadas por el anuncio del salto al parqué de la compañía gijonesa despertaron un gran interés entre los inversores, fundamentalmente en Asturias, empezando por los propios trabajadores, que están apostando por la compañía y continuando por empresas del sector.
Existe, no obstante, un elevado interés a nivel nacional e internacional por esta empresa. Arrancó su ‘road show’ a principios del pasado mes de septiembre. La tecnológica asturiana tiene 23 años de vida y reparte sedes en seis países, habiendo realizado trabajos en 49 países diferentes. Cuenta con más de 700 trabajadores y supera los 500 clientes. Su previsión es situarse, a medio plazo, entre las 25 principales consultoras tecnológicas de España, pero para ello precisa superar los 100 millones de euros en cifra de negocios. Ha presentado un crecimiento anual de un 23% de media entre 1997 y 2018. Son 19 las empresas adquiridas en su trayectoria (seis de ellas este mismo año, otras cinco en 2018 y cuatro en 2017), y cuenta con 12 millones de fondos propios. No tiene, sin embargo, activos inmobiliarios porque la rentabilidad de los fondos propios invirtiendo en tecnología es superior a la que obtendría en inmuebles. Esta compañía, dirigida por el gijonés Pablo Martín, es la segunda empresa asturiana en cotizar en el MAB tras Asturiana de Laminados.
El gijonés pretende mantenerse como principal accionista con más del 70%. La compañía ha planificado al milímetro esta operación de salida a bolsa y aunque es, a mi juicio, muy poco el papel colocado, es un primer paso extraordinario para potenciar su crecimiento y captar fondos más baratos. La operación permitirá a la tecnológica retener talento con instrumentos como las “stock options”. El vídeo de la nueva empresa cotizada, con el toque de campana digital, ya está en el Twitter de BME, donde se recogen ahora este tipo de operaciones.
Me parece excepcional la trayectoria seguida por esta empresa, y sería deseable que hubiera muchas más así en Asturias. Con una trayectoria creciente, el buen hacer por parte de su dirección y la proyección que le otorgará la cotización bursátil, al margen de la posibilidad de obtención de financiación más barata para impulsar su crecimiento, el éxito de esta compañía parece más que garantizado. Ejemplos como este nos dan esperanza a los asturianos, que vivimos en una tierra que nos da muy pocas alegrías empresariales en el pasado reciente. Felicidades por mi parte a Izertis por su espectacular trayectoria y a su fundador y directivo Pablo Martín, por el excelente trabajo realizado.
SUSANA ÁLVAREZ OTERO ES PROFESORA TITULAR DE ECONOMÍA FINANCIERA DE LA UNIVERSIDAD DE OVIEDO E INVESTIGADORA VISITANTE DE LA UNIVERSIDAD DE CAMBRIDGE.