La operadora vasca de Telecomunicaciones Euskaltel llevaba mucho tiempo preparando la operación de salida a Bolsa. Finalmente, ha visto coincidir en el tiempo su inicio de cotización bursátil con la suspensión de pagos del país heleno. El Partenón se ha puesto de por medio y se ha producido lo que se conoce como “el efecto mariposa”, esto es, la capacidad de que el aleteo de una mariposa en una punta del globo pueda provocar un tornado al otro extremo del planeta. En una salida a Bolsa siempre hay factores incontrolables. Los internos, que dependen de la propia compañía, son algo más fáciles de amarrar. Es preciso poner de acuerdo a los accionistas, decidir el precio, negociar los detalles con la CNMV, hacer un desnudo integral de la compañía para ser transparentes – al menos en apariencia -, buscar nuevos accionistas y rezar varias plegarias para que todo vaya bien y el mercado reciba adecuadamente al nuevo valor, lo cual no es sencillo. Sin embargo, controlar el vuelo de una mariposa a más de 2.000 kilómetros de distancia que separan la sede de Euskaltel y la del Gobierno griego en Atenas es definitivamente imposible. Este escenario enrarecido ha afectado a la operación de salida a bolsa de Euskaltel.
La operación empezó muy bien. Hora y media después de conocerse que la CNMV aprobaba, hace unos días, su salida a Bolsa, ya habría logrado demanda suficiente para cubrir la OPV. La oferta consiste en la venta de 80.408.930 acciones equivalentes al 63,5% del capital social y la banda de precios se estableció entre 8,70 y 11,05 euros por acción, para quedar fijado el pasado lunes en 9,50 euros por título. Ese precio es señal de la fuerte intensidad de la demanda que han logrado los vendedores en una colocación diseñada sólo para inversores institucionales. De los tres actuales accionistas de Euskaltel, únicamente Kutxabank se mantendrá en el accionariado, con un 30,1%, ya que Iberdrola e International Cable venderán todas sus participaciones. La operadora gozó del apoyo bancario en el prólogo de esta salida a Bolsa, lo cual se demuestra por las condiciones del préstamo sindicado (por Kutxabank y BBVA fundamentalmente) que ha firmado recientemente para refinanciar su deuda y pagar un dividendo extraordinario a sus accionistas. La operación ha tenido lugar en la Bolsa de Bilbao y es la primera gran salida al parqué que se celebra en la sala bilbaína. Habitualmente se desarrollan en Madrid. El precio de cierre ha sido de 10,05 euros lo que supone una subida del 5,79% este día de estreno bursátil. No ha estado mal, para el momento vivido. En esta OPV han participado algunos de los primeros espadas del mundo financiero. Euskaltel ha contado con el apoyo de JPMorgan y UBS que han liderado la operación, acompañados de BBVA, Citi, CaixaBank, JB Capital, N+1, Norbolsa y Santander. Asimismo, Rothschild ha actuado como asesor de la propia teleco. En cualquier caso, ayer comenzó una nueva vida para Euskaltel, a pesar de la debacle griega.
Decía Asterix: “Estos romanos están locos”. Yo afirmo que estos griegos están locos. Y tal vez las locuras por amor tengan un pase pero, en cuestión de dineros y mercados, lo único válido es la sensatez, la prudencia, el sentido común y el respeto a las reglas del juego. Si lo sucedido esta semana en Grecia sirve para demostrar lo que un potencial inquilino de la Moncloa con coleta e ideas de bombero podría traer a nuestro país, se podría decir, amable lector, que no hay mal – el de Grecia – que por bien no venga – el de España –.