Esta pasada semana las bolsas europeas cerraron en positivo, ayudadas por el buen clima tras la comunicación de resultados. Mario Draghi anunciaba una reducción en el programa de compras de activos, pero mostraba flexibilidad de cara a ampliar las medidas en caso de ser necesario, desligaba el final de los programas a las subidas en los tipos oficiales y otorgaba gran importancia a las reinversiones de principal. Por otro lado, la incertidumbre eleva un 39% la petición de liquidez de la banca al BCE. Las entidades han solicitado 5.310,7 millones de euros en la subasta semanal. La inquietud por Cataluña se suma a los cambios que se esperan del programa de compras. Las subastas semanales de liquidez del BCE son un claro termómetro en el que apreciar las tensiones puntuales por las que atraviesa la banca de la zona euro. Las peticiones de financiación a siete días se han elevado en esta semana a los 5.310,7 millones de euros, lo que supone un incremento del 39% respecto a la semana previa. Este aumento se explica en la incertidumbre que suscita la crisis política en Cataluña pero sobre todo, el mencionado anuncio de reducción de las compras de deuda del BCE. El aumento de liquidez solicitada en esta subasta semanal, por entidades de la zona euro cuya identidad se desconoce al ser peticiones ciegas, coincide con el esperado anuncio de reducción de compras de deuda mensuales del BCE, que han sido la decisión de política monetaria más ambiciosa de la institución que preside Mario Draghi y que ha consolidado un entorno de financiación barata para empresas y gobiernos. La banca ya disfruta de las líneas de liquidez, ahora gratuita, del BCE y llega incluso a cobrar por acudir a esas subastas, como ha sucedido con las líneas de liquidez TLTRO, condicionadas a la concesión de crédito.
Al otro lado del Atlántico, las grandes empresas de EE.UU se oponen al plan energético de Trump. Las compañías de los sectores tecnológicos, petrolero y de gas han entrado en el debate sobre el futuro del sistema eléctrico de EE UU. Estas empresas discrepan sobre las nuevas leyes de la administración Trump que apoyan el uso de centrales nucleares y de carbón. Microsoft, Walmart, ExxonMovil, General Electric y Apple son algunas de las compañías líderes de EEUU que se oponen a la proposición de Rick Perry, el secretario de energía, que defiende la protección de este tipo de centrales para asegurar el suministro eléctrico. A nivel de mercados, EE.UU. también cerraba en positivo esta semana por la buena marcha de los resultados empresariales (tono muy positivo en tecnológicas) y la solidez mostraba por su economía.
A nivel nacional y creo que podemos seguir hablando de nación española en su integridad, dada la fallida DUI, el Ibex, a diferencia del resto de índices europeos, se quedaba rezagado afectado por la tensión en Cataluña. Una semana más, el foco de atención apuntaba a Cataluña. Cuando todo parecía indicar que Puigdemont iba a convocar elecciones, finalmente, el presidente de la Generalitat alegaba no tener garantías suficientes por parte del gobierno central. Tras retractarse, el viernes el Parlament decidía aprobar la resolución para declarar unilateralmente la independencia. Ante este movimiento, el senado aprobaba la aplicación del artículo 155 y el gobierno decidía celebrar un consejo de ministros extraordinario en la tarde del viernes. El Gobierno destituirá al Gobierno de Cataluña y designará una comisión gestora hasta la celebración de elecciones.
En mi opinión, esto último es una buena noticia que sin duda contribuirá a crear un clima de estabilidad y seguridad jurídica, tan necesario para el funcionamiento de la economía y de los mercados financieros. Otra cosa es que se puede aplicar sin problemas y que no provoque un estallido de tensión en Cataluña que sería muy perjudicial.
Quisiera destacar que a nivel micro, la semana pasada ha estado marcada por la presentación de resultados empresariales. A nivel sectorial destacaban el sector de bienes de consumo personal (+3,6%), los autos (+3,1%) y la industria de bienes y servicios industriales (+2,5%). Las petroleras europeas recuperan 50.000 millones por la remontada del Brent. El sector sube un 14% desde los mínimos del crudo de junio. El sector petrolero europeo se ha encontrado con un inesperado aliado para la última parte de un año desigual. El bloqueo de la producción en el sur de Estados Unidos por el paso de los huracanes, el repunte de la demanda global de crudo y el alto grado de cumplimiento de los recortes de la OPEP han dado un espaldarazo al Brent. Sube cerca de un 30% desde los mínimos de junio. Algo que han aprovechado los pesos pesados del sector en Europa, cuya cotización discurre íntimamente ligada al precio del crudo. Desde entonces se revalorizan un 14%.
A mi juicio, una de las decisiones empresariales más destacadas es la de CaixaBank que anuncia que se quedará en Valencia de forma permanente. El banco admite que tuvo una fuga de depósitos «moderada» tras el 1-O y aclara que el Gobierno no le presionó para que cambiara su sede social. El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, ha reconocido que el conflicto independentista que se vive en Cataluña puede tener un “impacto muy dañino” en la economía si la actual situación política se prolonga. “Confío en los gobernantes para que solucionen los problemas”, ha indicado el ejecutivo en la presentación de resultados de la entidad en Valencia. Y si así sucede a corto plazo “podremos corregir la situación económica con un impacto menor”. Es sabido que la ANC y Ómnium llaman a la ciudadanía a retirar masivamente dinero de los bancos. Ante esto, amable lector, las entidades bancarias con un poco de sensatez no pueden hacer otra cosa que huir.
SUSANA ÁLVAREZ OTERO ES PROFESORA TITULAR DE ECONOMÍA FINANCIERA DE LA UNIVERSIDAD DE OVIEDO E INVESTIGADORA ASOCIADA A LA UNIVERSIDAD DE CAMBRIDGE