Y Jeff se fue definitivamente…

Esta pasada semana se han producido descensos en los principales índices europeos, destacando los retrocesos en los sectores más cíclicos como el energético, bancario y automoción. En la semana destacaba la tensión que sigue creando la nueva variante del coronavirus, que forzaba a algunos países a retomar las restricciones. En política monetaria, el BCE anunciaba las conclusiones de su revisión estratégica, estableciendo sin sorpresas la nueva formulación de objetivos de inflación y la adopción de políticas climáticas. Respecto a la Fed, el mercado hacía una lectura «dovish» de las actas de la última reunión de junio, al ver un consenso en que la economía estadounidense está todavía lejos del «substantial further progress». En el apartado macro, los datos americanos mostraban cierta moderación, mientras que en deuda soberana se registraban un descenso generalizado de las rentabilidades.

En lo relativo a la evolución del coronavirus, sigue la tensión que genera la variante delta, viendo con preocupación países que alertan de una nueva ola y la posible adopción de nuevas medidas de absorción. Otros como Reino Unido, ignorando el consejo de los científicos, prosiguen con sus planes para levantar todas las restricciones el próximo 19 de julio. En EE.UU., Biden aprovecha el discurso de las celebraciones del 4 de julio para instar a la población a vacunarse, tras confirmar que el 67% de la población adulta tiene al menos 1 dosis, alegando los riesgos que impone la nueva variante.

Se ha producido una novedad importante en política monetaria. El BCE acuerda un nuevo objetivo de inflación más flexible.  El Banco Central Europeo (BCE) ha anunciado esta semana los resultados de la revisión de su estrategia de política monetaria, la primera que realiza desde 2003. Los resultados se esperaban para el mes de septiembre pero las negociaciones en el Consejo de Gobierno de la institución se han acelerado en las últimas semanas y han permitido un acuerdo antes de lo esperado. Entre las cuestiones que han sido abordadas por el BCE, además de un nuevo enfoque de la definición del objetivo de estabilidad de precios del banco central, se ha producido una toma de posición respecto de cuestiones como el cambio climático y la desigualdad.

Como destaco en el titular del blog en el día de hoy, Jeff Bezos se va de Amazon y se va lejos. Al espacio. Deja la compañía en manos del experto de los servicios en la nube. Con  esto, el hombre más rico del planeta, pretende ahora impulsar el turismo espacial. Pues sí, es el hombre más rico del mundo, emprende una nueva etapa de su carrera tras haber creado, a partir de una modesta librería en línea, una de las empresas más pujantes del planeta: AMAZON. A los 57 años, el hombre de negocios deja  su lugar de director general a Andy Jassy para dedicarse a otros proyectos, comenzando por un viaje al espacio el 20 de julio (que abre una nueva batalla empresarial con Virgin y otras firmas). Bezos mantendrá un rol clave en la empresa que fundó hace 27 años y se mantendrá como presidente ejecutivo de su consejo de administración. Jassy era hasta ahora el máximo responsable de la división AWS (Amazon Web Services), llamada a ser el centro neurálgico del conglomerado en los próximos años. AWS aglutina los servicios de computación en la nube. Es usado en aplicaciones populares como Dropbox, Foursquare, HootSuite, por ejemplo, pero también por cualquier empresa que quiere trasladar sus bases de datos y operativa informática para la gestión de un tercero. Es una de las ofertas internacionales más importantes de la computación en la nube y compite directamente contra servicios como Microsoft Azure, Google Cloud Platform y IBM Cloud. Lanzada desde el garaje de Bezos, Amazon tiene hoy un valor de más de 1,7 billones de dólares en bolsa y sus ingresos fueron de 386.000 millones en 2020. Es un grupo altamente diversificado, que va del comercio en línea a la informática en la nube, pasando por la inteligencia artificial y la producción de películas. Pero su diseño empresarial está basado en lo que los expertos tienden a denominar como estructura neuronal, en la que cada filial se apoya en las demás del grupo en su actividad. Incluso tras el divorcio y la cesión a su exesposa una parte de sus acciones en Amazon, Bezos tiene actualmente unos 200.000 millones de dólares, según la revista ‘Forbes’. La sociedad Blue Origin está actualmente entre los mayores puntos de interés de Bezos. La firma hará su primer vuelo de turismo espacial el 20 de julio con Bezos a bordo. El hombre de negocios también es dueño del diario ‘Washington Post’.

Pasando al plano doméstico, los expertos prevén que la nueva fiscalidad de las multinacionales tendrá poco impacto recaudatorio en España. El acuerdo alcanzado en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) para establecer unos parámetros globales en la tributación de las multinacionales tendrá poco impacto recaudatorio en España.  El Ministerio de Hacienda no cuantifica de momento el impacto recaudatorio de este acuerdo, cuyos detalles aún se desconocen, un aspecto en el que coinciden los expertos, que apuntan a que será necesario analizar la «letra pequeña» para poder hacer cálculos. A falta de conocer la concreción de la medida, el investigador de la Fundación de las Cajas de Ahorro (Funcas) Desiderio Romero descarta que un tipo mínimo del 15 % en el impuesto de sociedades suponga un incremento importante de la recaudación para España, ya que solo afectaría a una parte de los ingresos exteriores de las compañías nacionales. En ese mismo sentido, el director general del Instituto de Estudios Económicos (IEE), Gregorio Izquierdo, no cree que un tipo mínimo del 15 % afecte de manera significativa a las empresas españolas, que ya tributan en su mayoría por encima de ese umbral. Sin embargo, el investigador de Funcas advierte de que si finalmente el acuerdo no es unánime -por ejemplo, por la no incorporación de Irlanda-, el sistema podría tener «agujeros», de manera que ni siquiera la desaparición de la «tasa Google» sería tan inmediata como presuponen expertos como Izquierdo. Más complejo resulta el cálculo del reparto de una parte de la tributación de las grandes empresas digitales entre los países en los que operan, ya que todavía se desconoce cómo se va a definir la base imponible o los beneficios, así como la forma en que se va a evitar la doble imposición.

Esta pandemia ha traído cambios que parecen instalarse de manera permanente. Entre ellos que el 90% de las empresas apuesta por más de dos días de teletrabajo. El 54% de las personas cree que el tiempo de trabajo requiere atención inmediata.  El modelo de trabajo se había mantenido de manera relativamente estática durante décadas. Pero esto ha cambiado. Así lo cree el director general en España de Boston Consulting Group (BCG), Pablo Claver, quien defiende que, además de la revolución tecnológica y digital, “las distintas prioridades de los nuevos profesionales han desencadenado un proceso de cambio que está configurando las nuevas formas de trabajar”. El teletrabajo es la forma más evidente. El 65% de las empresas optará por un modelo híbrido en el que se funcione desde fuera de la oficina entre dos y tres día a la semana, según el informe Nuevas formas de trabajar. Reflexiones sobre el futuro, presentado por BCG y el think tank en Clave de Personas. Un porcentaje al que se suma el 25% que propone cuatro días de trabajo en casa y dejar la oficina solo para motivos muy específicos. Por el contrario, solo el 10% se decanta por un modelo eminentemente presencial. El 93% de los directivos quiere mantener un trabajo híbrido en el futuro y el 98% de los empleados, flexibilidad en el lugar de trabajo. “La urgencia por volver a la oficina puede hacer que ignoremos una oportunidad única para impulsar cambios antes de que las antiguas costumbres se vuelvan a imponer”, considera el responsable de la consultora. El primer paso para comenzar a instaurar este modelo híbrido es reconocer el valor del nuevo modelo, apoyo por parte de la dirección y un cambio cultural y en el estilo de liderazgo. Pero, para que el sistema tenga éxito, es indispensable que haya cierta flexibilidad dentro del arquetipo –y los empleados puedan decidir qué días trabajan desde casa y cuándo van a la oficina–, confianza en los equipos para que se organicen de manera autónoma y una escucha permanente por si fuera necesario variar algunos de los puntos del modelo. De vuelta a las oficinas, el 89% de las personas demanda una sede más abierta, con más espacio para la socialización. De hecho, compartir tiempo con los compañeros de manera distendida es la principal razón por la que los empleados querrían volver presencialmente. Si bien no hay una receta única, ya que cada uno tiene sus propias motivaciones y necesidades, por lo que las empresas deberán dialogar para fabricar trajes a medida para la plantilla. El lugar de trabajo es uno de los aspectos que tiene más potencial de mejora de cara a 2025: el 63% de los directivos y empleados considera esta dimensión como muy relevante. Para llevar a cabo este cambio, el papel de la dirección es fundamental. El 90% de los directivos apuesta por evolucionar su modelo de liderazgo para adaptarlo a las nuevas formas de trabajar y el 68% considera que debe fortalecer sus habilidades en el nuevo contexto.

Pasando al ámbito bancario, el Banco de España insta a la banca a seguir reduciendo costes e invirtiendo en digitalización.  Reitera que la intención del supervisor europeo es no prorrogar las restricciones al reparto de dividendos después de septiembre. El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha advertido de que el principal desafío del sector bancario continúa siendo la baja rentabilidad, lo que requiere que las entidades «sigan profundizando en las ganancias de eficiencia, reduciendo costes y utilizando más intensivamente las nuevas tecnologías», al tiempo que ha llamado a completar la Unión Bancaria para facilitar fusiones transnacionales. Según ha asegurado el gobernador, las inversiones en digitalización y la incorporación de nuevas tecnologías en el tratamiento de la información permitirán cambiar el modelo de negocio, controlando el perfil de riesgos, y enfrentar, con más garantías de éxito, la creciente competencia de las compañías tecnológicas. Además, ha advertido de que estas inversiones «son necesarias para mitigar el impacto y la probabilidad de ocurrencia de los riesgos cibernéticos», que el Banco de España ha identificado como «una amenaza creciente». Asimismo, ha recalcado que completar la Unión Bancaria con la creación de un sistema de garantía de depósito europeo plenamente mutualizado y la adopción de una normativa de resolución adecuada para grandes entidades a escala europea «facilitarían, por ejemplo, la realización de operaciones trasnacionales de fusiones o adquisiciones y las potenciales ganancias de eficiencia asociadas a ellas». En este sentido, De Cos ha puesto en valor que una mayor integración del sistema financiero europeo «abriría mayores posibilidades de diversificación de riesgos, facilitando la financiación de las actividades productivas a un menor coste».

Y nos encontramos con que el turismo teme perder otro verano tras la presión de Francia y Alemania. La amenaza de un segundo verano perdido para el turismo extranjero se cierne sobre España. La mitad de los viajeros procede de tres mercados emisores (Reino Unido, Alemania y Francia) que tienen aprobadas restricciones sobre los viajes a España y que amenazan con incrementarlas en el futuro si no se controla con rapidez la transmisión del coronavirus. El último en establecer limitaciones a los viajes a España ha sido Francia. Desde ahí se ha dicho: «Los que todavía no han reservado eviten Portugal y España en sus destinos. Es un consejo de prudencia, una recomendación en la que insistimos”. De este modo, Francia se unió a Alemania, que deslizó ayer la posibilidad de considerar como zona de riesgo a España en los próximos días, lo que implicaría la obligatoriedad de guardar cuarentena a la vuelta. Hasta ahora solo tenían esa consideración 17 provincias.

A nivel local, cabe comentar que la producción energética en Asturias creció el 12% en mayo. La producción asturiana de energía eléctrica en mayo fue el 12,5% mayor que la del mismo mes de 2020, según Sadei. Este incremento fue protagonizado por la producción térmica (sobre todo, con gas), que creció casi el 21%, y la eólica (45%). La generación hidráulica disminuyó el 33%.

La procedencia y uso de las energías va a marcar totalmente nuestro compromiso con los objetivos de la Agenda 2030. Este aspecto es, en mi opinión, determinante y está en nuestras manos la decisión.

SUSANA ÁLVAREZ OTERO ES PROFESORA TITULAR DE ECONOMÍA FINANCIERA Y CONTABILIDAD DE LA UNIVERSIDAD DE OVIEDO E INVESTIGADORA VISITANTE DE LA UNIVERSIDAD DE CAMBRIDGE.