La semana ha estado caracterizada por subidas generalizadas en las bolsas europeas en una semana en la que el BCE anunciaba una subida de 75 pb para combatir la inflación y donde se espera el plan de acción contra el corte del suministro de gas por parte de Rusia. Por sectores, Oil & Gas marcaba las mayores caídas, lastrado por un Brent que perdía cerca de un -2% en la semana ante el temor de un empeoramiento de la demanda. En el mercado de deuda, la subida de tipos aumentaba el tensionamiento de las rentabilidades de deuda soberana, con una subida significativamente más acentuada en el 2 años frente al 10 años.
En efecto, en términos de política monetaria y como hecho económico más destacada de la semana que coloco en el titular del blog en el día de hoy, el BCE sorprendía al mercado con un mensaje más hawkish de lo esperado en cuanto a las siguientes actuaciones, tras anunciar una agresiva subida de 75pb para poner freno a las presiones inflacionistas. A pesar de reconocer que los riesgos contemplados en su escenario bajista se están activando (escenario de recesión, con un PIB -0,9% en 2023), quedaba muy patente el peso de los halcones en el Consejo de Gobierno, y dejaba ver la determinación en conseguir su objetivo de estabilidad de precios. El escenario de precios que prevé el staff del BCE sustentaba esta actuación, previendo una inflación media en 2023 del 5,5% y del 2,3% en 2024. Lagarde hablaba de «varias» subidas adicionales, sin comprometerse en el tamaño de estas, que será «data dependent», es decir, en función de los datos y «cómo vaya la cosa». Tras esta reunión, el mercado empezó a reajustar expectativas, anticipando subidas hasta febrero 2023, dando probabilidad a que en la próxima reunión siga con una actuación determinada subiendo 50pb.
¿Por qué tiene que subir los tipos de interés el BCE?
Con la subida de los tipos de interés, el BCE busca frenar la inflación, es decir, que los precios no suban a un ritmo tan acelerado como lo hacen hasta ahora y que dejen de destruir las economías familiares. En agosto el IPC cerró en el 9,1% en la zona euro, pero en España lo hizo por encima: en el 10,4%. Pero la debilidad del euro y los elevados costes de las importaciones de energía también abogan por una subida de los tipos a corto plazo. Y es que la debilidad de las divisas a medida que se deteriora la balanza de pagos de Europa no hace sino empeorar el problema, ya que tira al alza de la inflación al aumentar la factura de las importaciones. En este sentido, la persistencia de la inflación llevaría a más subidas de tipos en lo que queda de año y en 2023. El BCE revisará sus previsiones de inflación (probablemente muy al alza) y de crecimiento (moderadamente a la baja para 2023). “Las previsiones de inflación del 2,1% para 2024 son las que más riesgo corren”. El propio BCE ha señalado en un comunicado que el Consejo de Gobierno espera incrementar los tipos de interés en las próximas reuniones para moderar la demanda y proteger frente al riesgo de un aumento persistente de las perspectivas de inflación. Su objetivo es situar la inflación en el 2%.
**Cómo afecta la subida en el tipo de interés hipotecario:
A quien le toque solicitar una hipoteca a partir de ahora se encontrará un mercado más caro, en especial, si quiere contratar una a tipo fijo. La cuota de las hipotecas variables aumentará, ya que están referenciadas al euríbor y este indicador va ligado a las expectativas de la política monetaria del BCE. Las hipotecas se han encarecido, en especial las de tipo fijo en plena escalada del euríbor. No obstante, la subida de 75 puntos básicos no es suficientemente relevante como para que impacte en las solicitudes. Los bancos en las hipotecas variables hacen el cálculo de endeudamiento con un interés del 3%, así que quien pasaba el corte antes lo sigue pasando ahora.
Otra noticia muy destacada de esta semana, más bien a nivel político es la muerte del Isabel II. En términos bursátiles, el reinado de Isabel II en Bolsa podría decirse que ha pasado del ‘boom’ de la City al fiasco del Brexit. Un inversor que hubiera puesto 1 libra (1,15 euros) en el parqué británico en 1952, hoy tendría 1.650 libras. Pero la esterlina se cambia hoy por solo 1,15 dólares, frente a los casi tres dólares de hace setenta años. Uno de los secretos de la Reina Isabel II para mantener su popularidad durante los 70 años en el trono fue su habilidad para estar por encima de los avatares políticos (vio pasar 15 primeros ministros) y económicos (el país sufrió 7 recesiones). Una mujer y una reina irrepetibles.
A nivel domestico, cabe destacar que la gran empresa ya roza el 4% de subida salarial para sus empleados. Las ventas de las grandes compañías volvieron a moderarse en julio al avanzar un 5,2% interanual, la mitad que en abril; sus plantillas también crecen un 5,2%. La facturación de las grandes empresas volvió a desacelerarse en julio por tercer mes consecutivo, cuando creció un 5,2% interanual, la mitad de lo que se incrementaron las ventas en abril pasado, apenas tres meses antes, según los datos de la encuesta que elabora la Agencia Tributaria sobre Ventas, Empleo y Salarios en las grandes empresas a partir de sus retenciones y declaraciones de IVA. No obstante, pese a esta desaceleración, este nivel de facturación ha permitido a estas grandes compañías –aquellas cuyo volumen de operaciones superó los 6,01 millones de euros en el año anterior y las pymes societarias– seguir aumentando los sueldos y creando empleo a buen ritmo (estas empresas emplean a más de cuatro millones de trabajadores). En concreto, los salarios de sus trabajadores se han incrementado un 3,9% más que hace un año, lo que supuso una subida de un punto respecto al mes anterior en tasa interanual. Este avance salarial, impulsado por la espiral inflacionista queda patente en el incremento de los rendimientos brutos medios por trabajador que calcula esta encuesta y que se estabiliza en una media del entorno del 3,5% en lo que va de año, frente al 1% que aumentaron de media las retribuciones de los trabajadores de estas empresas el año pasado. Según recuerda la propia Agencia, habría que remontarse hasta 2008 para encontrar un ejercicio con una tasa de crecimiento interanual de los salarios superior a esta. «La escalada de precios que se viene experimentando desde mediados de 2021 y la consiguiente actualización de salarios en ese contexto son las razones del cambio», explican. No obstante, estas mejoras salariales se dan en mayor medida en las grandes empresas ya que las cifras de negociación colectiva muestran que hasta agosto el incremento salarial medio pactado en los convenios colectivos era del 2,56% para casi siete millones de trabajadores que ya tenían acordadas sus condiciones laborales en ese mes. De hecho, las subidas que se aplican en la gran empresa están también lejos del elevado nivel de inflación situado en 10,4% en agosto. En cuanto al número de trabajadores que están empleados por estas compañías, el indicador fiscal del empleo asalariado muestra un avance también del 5,2% en comparación con julio de hace un año, lo que supone también una desaceleración por cuarto mes consecutivo en tasa interanual. Asimismo, este ritmo de avance es inferior al 6% que se superó en el primer trimestre del año, pero en lo que va de ejercicio (enero-julio) la ocupación ha crecido un 6,2%, más de dos puntos de lo que avanzó en todo 2021 (3,9%). Pese a estos buenos niveles de creación de empleo y aumentos salariales es evidente la senda de desaceleración que experimentan las ventas totales de las grandes empresas. La causa de esa ralentización, según la Agencia Tributaria, fue «el freno en la evolución de las ventas interiores, mientras que las exportaciones, en cambio, recuperaron parte de la intensidad perdida en el mes de junio». Este peor comportamiento de las ventas nacionales se ha producido a la vez que ocurría esto mismo en las ventas diarias procedentes del sistema de Suministro Inmediato de información del IVA. En concreto, las ventas domésticas de estas compañías pasaron de crecer casi un 7% en junio en tasa interanual al 3,1% en julio pasado; mientras que las exportaciones se recuperaron pasando de un crecimiento anual del 10% en junio al 12,1% en julio. De esta manera, la facturación interna se mantiene en lo que va de año en el 5,7% un nivel idéntico al registrado en todo 2021, al tiempo que las exportaciones han mejorado respecto al ejercicio anterior, pasando a crecer un 12,4% en lo que va de año frente al 7,7% de 2021.
Por otro lado, la economía digital aporta el 22% del PIB y llegará al 40% en el 2025. La digitalización impulsada por la pandemia está lejos de ser un fenómeno puntual derivado de la necesidad, sino que ha llegado para quedarse y convertirse en uno de los motores de la recuperación de la economía española. Así lo apunta el informe Sociedad Digital en España 2022 elaborado por la Fundación Telefónica y presentado esta semana en Madrid en un evento protagonizado por Sergio Oslé, consejero delegado de Telefónica España, y Carme Artigas, secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial. “La economía digital ha pasado de contribuir un 19% al PIB español antes de la pandemia a hacerlo un 22% en 2021. Si fuera un sector vertical sería el segundo sector de la economía española, solo superado por la construcción y nuestra visión es que en 2025 aportará un 40% del PIB”, aseguró Carme Artigas. Tras esta generosa previsión están, entre otros motivos, datos que recoge el informe elaborado por la Fundación Telefónica. Entre ellos, que mientras la economía española en su conjunto cayó un 9,8% por el impacto de la crisis derivada de la covid, el sector digital apenas registró una caída del 2,4%, lo que pone de manifiesto su mayor resiliencia. “Esto demuestra que una economía más digitalizada es una economía más resistente a los impactos adversos”, destacó Carme Artigas. Por otro lado, el impulso que la digitalización inyectará a la economía española vendrá derivado del despliegue de la tecnología 5G, apuntó el consejero delegado de Telefónica España. “El 5G será clave para el impulso económico porque va a suponer toda una revolución en el mundo empresarial, en el que el margen de digitalización todavía es muy amplio”, aseguró Sergio Oslé. De hecho, el informe apunta que el despliegue de la tecnología 5G representa una oportunidad única para reactivar la economía española, ya que, según las estimaciones que recoge el informe de la Fundación Telefónica, están previstas inversiones de más de 5.000 millones de euros que van a permitir mejorar la competitividad de las pymes españolas y la creación de 300.000 empleos. A su vez, esta nueva tecnología será clave para impulsar una nueva metodología de trabajo que impulsará la sostenibilidad medioambiental y reducirá las emisiones totales en el conjunto de la Unión Europea hasta en un 20%.
Importante el plan de choque de la UE: impuestos a las eléctricas, tope al gas ruso y ahorro. Bruselas ha presentado a los gobiernos sus ideas contra la crisis energética. La guerra energética declarada por Rusia a la Unión Europea entrará en una nueva fase con la publicación de las líneas maestras de la intervención de emergencia con lo que, en una decisión inédita, los Veintisiete se proponen hacer en los mercados para responder a la crisis. El colegio de comisarios europeos consensuará varias pistas de actuación a corto plazo, iniciativas que la presidenta Ursula von der Leyen debatirá con los embajadores de los estados miembros para preparar el consejo extraordinario de Energía de mañana, del que se espera que salgan decisiones concretas. “Vladímir Putin está usando la energía como un arma cortando el suministro y manipulando los mercados. Fracasará. Europa ganará”, ha asegurado esta semana Von der Leyen. Los pilares del plan de choque europeo, según ha adelantado la propia presidenta, son la reducción del consumo eléctrico, en especial en las horas punta, mediante la aprobación de un plan europeo de reducción de la demanda; un tope al precio del gas que los estados miembros compran a Rusia, aunque de momento lo que hay es un corte total del suministro y, por último, ayudas a los consumidores y los operadores energéticos asfixiados por el alza de precios y la volatilidad.
Una mala noticia para España: Bruselas se pone de perfil sobre el Midcat ante el rechazo de Macron a impulsar el proyecto. El principal reto ahora mismo es que Moscú ha cerrado por completo el grifo del gas. Pero si la UE apuesta por esta respuesta para contener los precios, “debe estar preparada para renunciar totalmente” a los flujos de gas ruso, pues Putin pude optar por no vender a sus países, advierten los técnicos comunitarios. La idea sería fijar un precio más bajo que el actual pero que dé incentivos a Moscú para seguir operando, aunque como apunta el documento, “la UE no debería asumir que Rusia es un actor racional”. Otra variante de esta intervención sería fijar un tope de precios específico para Alemania y el resto de países de Centroeuropa que más dependen del gas ruso. Además de los topes de precios, la presidencia checa del Consejo de la UE abogó por examinar también la opción de poner un límite al precio que las empresas pueden cobrar al consumidor por la electricidad producida a partir de renovables, que permitiría destinar el resto del dinero a ayudas sociales. Por otro lado, Bruselas plantea usar como referencia del mercado el índice asiático JKM, con una prima de precio, en lugar del TTF holandés, al menos para ciertas partes de la UE. En paralelo, la Comisión se abre ahora también a la idea de hacer compras conjuntas de gas mediante la creación de una entidad específica para este fin, una propuesta que ya lanzó el Gobierno español hace alrededor de un año y Bruselas entonces rechazó.
El Gobierno continuará defendiendo la continuidad del Midcat en Europa.
La vicepresidenta tercera del Gobierno, Teresa Ribera, ha confirmado esta semana que España continuará defendiendo la propuesta de avanzar con la construcción del Midcat en el próximo encuentro Europeo de Ministros de Energía. Durante su comparecencia en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, Ribera ha asegurado que el Gobierno va a seguir defendiendo el Midcat como infraestructura clave para responder a las necesidades energéticas que tienen los países europeos este invierno y el próximo, pese a la negativa expresa de Francia y a la decisión de la Comisión Europea de circunscribir el futuro de esta infraestructura a los intereses de ambos países. Al igual que la Comisión, la ministra española ha reconocido que aunque el proyecto quedó fuera de la lista de proyectos de Interés Comunitario, sí está incluido en el anexo de infraestructuras importantes Repower EU que la Unión Europea adoptó para abordar el impacto de la guerra. “No se trata tanto de buscar la literalidad de las palabras, sino de mirar los objetivos a futuro”, ha insistido Ribera.
Pues ya veremos lo que nos depara el futuro en esta cuestión, no menor, para nuestro país. Por aquí se lo iré contando. Que disfrute usted del fin de semana.
SUSANA ÁLVAREZ OTERO ES PROFESORA TITULAR DE ECONOMÍA FINANCIERA Y CONTABILIDAD DE LA UNIVERSIDAD DE OVIEDO E INVESTIGADORA VISITANTE DE LA UNIVERSIDAD DE CAMBRIDGE.