De nuevo, ha sido esta una semana protagonizada por la situación bancaria. La zona euro pide reforzar los fondos de garantía de depósitos en pleno desplome de Deutsche Bank. La presidenta del BCE defiende la «resiliencia» de los bancos europeos y el sistema de supervisión europeo, más estricto que el de EE.UU. El presidente del Eurogrupo pide a los líderes europeos no ser «complacientes» a pesar de la fortaleza del sector bancario europeo. Las últimas turbulencias de los mercados financieros deben servir de acicate para completar el andamiaje institucional de la unión bancaria y la unión del mercado de capitales, en especial el refuerzo del sistema de garantía de depósitos, según han reclamado los líderes de la zona euro, reunidos en Bruselas mientras el desplome de las acciones de los bancos alemanes Deutsche Bank (-13%) y Commerzbank arrastraban a la baja las de otras entidades europeas.
Estos movimientos, que se producen dos semanas después de la quiebra del Silicon Valley Bank en Estados Unidos y el rescate en Suiza del Crédit Suisse, evidencian que a pesar de los mensajes tranquilizadores del Banco Central Europeo (BCE) sobre la fortaleza de los bancos europeos la crisis de confianza en el sistema puede trasladarse a la eurozona.
Alemania mantiene bloqueada la propuesta para crear un fondo europeo de depósitos
La declaración final de la cumbre del euro, tras la que no han comparecido los líderes de las instituciones (el comunicado «habla por sí mismo»), enfatiza este punto al destacar que «la unión bancaria ha reforzado de forma significativa la resiliencia del sistema bancario europeo» e insiste en su fuerte posición a nivel de liquidez. Los jefes de Estado y de Gobierno de la zona euro «llamamos a mantener los esfuerzos para completar nuestra unión bancaria en línea con la declaración del Eurogrupo del 16 de junio del 2022″, concluye el comunicado de los líderes, que apuesta también por avanzar en la unión del mercado de capitales. La mención a ese texto, una enrevesada formulación en la que se animan a sí mismos a seguir haciendo algo que aún está por hacer, se refiere al último intento de avanzar en la creación de un fondo europeo de depósitos pero limitado a un refuerzo de los sistemas nacionales. El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha celebrado la declaración europea pero ha admitido que este planteamiento no es suficiente para España, que ha defendido en la reunión la puesta en marcha de «un fondo de garantía europeo» porque «mejoraría la confianza de los mercados y evitaría riesgos de fragmentación en Europa».
Sánchez defiende un fondo europeo de garantía de depósitos y no solo reforzar los sistemas nacionales
Aunque en todos los países de la zona euro la legislación nacional garantiza hasta 100.000 euros por depósito, no hay ningún mecanismo para cooperar a nivel europeo en caso de que las necesidades desborden a las autoridades nacionales. La creación de un fondo europeo -o, como paso intermedio, la conexión gradual y por tramos de los sistemas nacionales- es la principal tarea pendiente de la UE tras la anterior crisis financiera. El proyecto se lanzó en el 2012 pero todas las propuestas y alternativas debatidas hasta la fecha han quedado empantanadas por la oposición de Alemania al proyecto, que implicaría potencialmente que en caso de una crisis bancaria los contribuyentes germanos tendrían que pagar parte del coste de garantizar los depósitos de bancos en otros países europeos.
Por su parte, la Autoridad Bancaria Europea, que preside el español José Manuel Campa, urgió esta semana a los Gobiernos de la zona euro a trabajar hacia «un plan común de seguro de depósitos». Aunque «no preocupa» porque se tema un problema inmediato, «sería bueno tener el tema resuelto para el futuro».
Un tema del que se ha hablado estos días y que no todos los lectores conocen. ¿Qué son los Cocos? La crisis de Credit Suisse desata la especulación en los bonos convertibles
Este tipo de deuda se ha convertido en el nuevo quebradero de cabeza del sistema financiero tras el controvertido rescate del banco suizo. La crisis de Credit Suisse ha provocado una particular tormenta especulativa en torno a los bonos convertibles contingentes (Cocos), un instrumento financiero complejo al que todos los inversores miran con preocupación e interés estos días. Al menos de manera momentánea y hasta que el BCE ofreciera aclaraciones, este tipo de deuda se ha convertido por momentos en la pieza más peligrosa y problemática del sistema financiero. Los Cocos son unos bonos emitidos por lo general por los bancos que, ante una situación adversa o un deterioro de la solvencia, se transforman en acciones, lo que permite a la entidad restaurar su capital. Suelen ser perpetuos, sin fecha de vencimiento, y a nivel mundial conforman un mercado de cerca de 250.000 millones de euros, ya que cotizan como otros muchos instrumentos financieros. La decisión del Banco Nacional de Suiza y del supervisor del país, la Finma, de saltarse la ortodoxia en la quiebra de un banco y establecer un orden de prelación en el que son los Cocos los primeros instrumentos en liquidarse provocó un derrumbe en las cotizaciones de estos bonos, que se contagió el lunes en forma de incertidumbre a las cotizaciones del sector bancario europeo.
El gobierno suizo inyectará 100.000 millones de francos suizos a Credit Suisse
Las autoridades suizas esperan atajar la crisis de confianza y aseguran que se trata de una operación decisiva para salvar la estabilidad del sistema financiero internacional. El presidente de la Confederación helvética, Alain Berset, informó de que Credit Suisse recibirá una inyección de capital de 100.000 millones de francos suizos para asegurar la liquidez del banco, que será comprado por USB otro banco suizo, por 3.230 millones de dólares.
Por su parte, la Fed sube un cuarto de punto los tipos de interés pese a las turbulencias desatadas por la banca.
La FED ha anunciado esta semana una subida de un cuarto de punto en los tipos de interés que quedan ahora en un rango de entre 4,75 y 5%. Se trata de la novena subida consecutiva que el banco central estadounidense realiza en su lucha para frenar la inflación pero llega en un momento complejo: cuando se ha expuesto una crisis en el sector bancario que ha desatado turbulencias y temores globales.
Y un nuevo problema: La quiebra de Silicon Valley y la venta de Credit Suisse apuntan a problemas para las ‘startups’. Se prevé el fin del modelo de capital riesgo ante la subida de los tipos de interés y las incertidumbres-. La repentina desaparición en Estados Unidos de SVB la mayor quiebra bancaria desde 2008, tendrá según la mayoría de los expertos efectos limitados en la economía pero abre incertidumbres serias sobre la financiación de empresas de nueva creación («startups») y sobre el sector tecnológico. Es una de las conclusiones de los expertos de Crédito y Caución, que augura un verdadero cambio de ciclo ante las dificultades de las nuevas empresas a capital riesgo. Es el fin del modelo de capital riesgo que ha impulsado el desarrollo del sector durante la última década. Más allá de estos efectos directos, es previsible que el sector financiero se muestre más restrictivo en la concesión de crédito, ya de por sí condicionado por los elevados tipos de interés.
A nivel doméstico, destacar que Hacienda regulará la declaración de criptomonedas «en semanas». Gascón sitúa la tributación de los criptoactivos, el desarrollo del tipo mínimo global en Sociedades y la reforma de las reglas fiscales como retos tributarios de la Presidencia española de la UE. Hacienda ultima, finalmente, las reglas de streaptease fiscal que exigirá realizar a los propietarios de criptomonedas. Aunque inicialmente el destape estaba previsto para el arranque de este año, el retraso del Ministerio en el desarrollo reglamenta.
Por otro lado, la inestabilidad financiera y la bursátil amenazan con encarecer la marcha de Ferrovial a Países Bajos. La empresa tiene potestad para subir el tope de 500 millones del mecanismo de separación y salvar la operación si se dispara la salida de partícipes. Evidentemente, se trata de un factor de riesgo imprevisto para Ferrovial en su plan de deslocalización a Países Bajos. La tormenta financiera y bursátil que comenzó en Estados Unidos con la caída de Silvergate Capital y del Silicon Valley Bank, y el rápido contagio a Europa con la crisis de un banco sistémico como es Credit Suisse, ha sumado incertidumbre al movimiento0 por el grupo de infraestructuras y que será votado en la junta de accionistas el 13 de abril. La acción de Ferrovial, como el resto de la Bolsa, se ha instalado en una fuerte volatilidad y tanto la dirección como los propios accionistas están atentos a un nivel de precio: los 26,0075 euros por título que la compañía se ha comprometido a pagar a quienes decidan separarse del proyecto de marcha a Países Bajos.
Evidentemente la situación que nos ocupa es negativa para el sistema bancario, para las empresas, como acabamos de comentar, y para las economías domésticas o familias por la mayor dificultad para el pago de hipotecas en un escenario de subida de tipos de interés, que esperemos no siga mucho tiempo en carrera ascendente.