Ha sido esta una semana de cambios, a ambos lados del charco. En Reino Unido el ministro de Hacienda británico Hunt se muestra proclive a apoyar la creación de una «cuenta sin impuestos para invertir en renta variable británica» como una vía para apoyar su mercado. Por su parte, la normativa estadounidense obliga a las empresas que cotizan en Nueva York a detallar a la SEC sus transacciones con el país persa. Con ello, Estados Unidos somete a un estrecho marcaje las relaciones de las empresas con Irán. Las presiones de Washington, con frecuencia ejercidas a través de su embajada en Madrid, lograron que entidades como el Santander, el Sabadell o el BBVA cerrasen sus oficinas en Irán o que empresas como Repsol o Unión Fenosa (luego integrada en lo que ahora es Naturgy) abandonasen proyectos en el país. Telstar, una firma española, llegó a ser sancionada por sus exportaciones a Irán, aunque luego la multa fue retirada.
Siguiendo en Estados Unidos, el Dow Jones también suma durante el mandato de Jerome Powell al frente de la Fed, que se inició un 5 de febrero de 2018. Coincidiendo con este aniversario, el Dow Jones ha marcado máximos históricos, en un momento también en el que los tipos de interés se encuentran en su nivel más elevado de los últimos 23 años. De momento, el Dow Jones y comparándolo con el resto de sus homólogos en sus mandatos no lo está haciendo mal. A nivel de revalorización absoluta, respecto a su periodo hasta la fecha como presidente, acumula una rentabilidad del 51 por ciento. Hasta el momento, Powell acumula una rentabilidad del 7,2 por ciento, por encima de Bernanke que sólo acumuló un 4,7 por ciento, pero por debajo de Greenspan, que se quedó en un 8 por ciento, de Yellen que acumuló un 12,9 por ciento, o de Volcker con un 15,2 por ciento.
A nivel geopolítico, la crisis del mar Rojo congestiona los puertos con contenedores vacíos y dispara los fletes. Los costes de exportación crecen por tercer mes consecutivo y en enero registran un incremento del 43,5%. El bloqueo naval en el mar Rojo como consecuencia de las tensiones bélicas que ha desatado la guerra de Israel en Gaza , iniciada a finales de 2023, comienza a generar problemas de congestión de contenedores vacíos en puertos del Mediterráneo occidental, como el de València. Las navieras que realizan rutas interoceánicas entre Asia y Europa, tras la reestructuración de los itinerarios marítimos para evitar ataques de los hutíes por el tránsito de sus buques por Oriente y Medio y el canal de Suez -lo que alarga hasta dos semanas sus trayectos al tener que navegar hacia el viejo continente bordeando el Cabo de Buena Esperanza (Sudáfrica)- han descargado desde diciembre un mayor número de contenedores vacíos en el recinto del Grao. Según la Autoridad Portuaria de València (APV), en diciembre se experimentó un crecimiento en el número de contenedores del 13% respecto al mismo mes de 2022. Así las cosas, el presidente de la asociación de directivos y empresarios del sector de la logística Propeller València, Alfredo Soler, advierte de que se espera «un crecimiento puntual de los contenedores vacíos en los puertos del Mediterráneo como consecuencia de la reestructuración de las rutas marítimas, si bien, en unas semanas debería regularizarse todo e ir volviendo paulatinamente a la normalidad», comenta el CEO de TransBase Soler.
Desgraciadamente, el problema permanecerá y las nuevas rutas son más largas y más caras.
Un bufete de EE UU plantea una demanda colectiva contra Santander por la cuenta ligada a Irán. La firma abre una investigación sobre el caso y pide a los accionistas afectados unirse ante un posible pleito. Los bufetes de abogados empiezan a movilizarse tras las informaciones del diario Financial Times que destaparon cómo Irán utilizó una cuenta de la filial británica de Banco Santander (Santander UK) y otra de Lloyds para mover dinero sin ser descubiertos y evitar así posibles sanciones internacionales. La firma Frank R. Cruz ha planteado ya una ‘class action’ (demanda colectiva) a los accionistas que se hayan visto perjudicados por la situación, que el pasado lunes derivó en una fuerte caída bursátil de Banco Santander en Bolsa. En concreto, sus títulos perdieron un 5% hasta los 3,68 euros. El miércoles cotizaba en 3,71 euros, todavía por debajo de los 3,87 euros previos a la publicación de la información. A través de su página web se puede acceder a la propuesta de esa demanda colectiva. Los abogados anuncian «una investigación» sobre el banco «en nombre de inversores sobre posibles violaciones de las leyes federales por parte de la compañía». El bufete anima a los inversores a ponerse en contacto con ellos «si compró valores de Santander, tiene información o desea obtener más información sobre estas reclamaciones, o tienen alguna pregunta sobre este anuncio o sus derechos o intereses con respecto a estos asuntos». Recuerdan además el artículo en el que se señalaba que Irán utilizaba a Banco Santander para «mover dinero de forma encubierta por todo el mundo como parte de un plan de evasión de sanciones respaldado por los servicios de inteligencia de Teherán». Santander defiende que cumple con las obligaciones legales y regulatorias al milímetro. «Banco Santander no ha incumplido la normativa estadounidense sobre sanciones impuestas a terceros de acuerdo con nuestra investigación», indicaban desde la entidad. «El banco cuenta con políticas y procedimientos para asegurar que se cumplen los requisitos relativos a las sanciones», insisten, dejando claro que «Santander continuará colaborando proactivamente con las autoridades británicas y y estadounidenses pertinentes». Lo que sea sonará, pero en principio no suena nada bien. De momento, el mercado opta por la prudencia, aunque la principal duda es si habrá alguna investigación por parte de las autoridades -que de momento no ha sido abierta, al menos oficialmente- que pueda derivar en sanciones.
Yendo a lo que destaco en el titular del blog en el día de hoy, el mercado laboral se resiste al cambio del modelo productivo. El Gobierno pregona que está cambiando el modelo productivo gracias a los fondos europeos de recuperación, pero los datos le contradicen. Los datos de la afiliación de los trabajadores y del paro registrado de enero tienen un perfil muy similar a los comienzos de todos los años del presente siglo. E, incluso, de los años noventa del siglo XX. Un análisis de ambas estadísticas muestra, con alguna excepción, un crecimiento de los malos resultados, en conjunto, hasta la proximidad de la Semana Santa. A partir de ahí, el perfil del mercado de trabajo mejora hasta agosto o septiembre, cuando el fin de la temporada estival produce un deterioro de los registros hasta el momento de la campaña del comercio y de las vacaciones de Navidad. Entonces los datos globales mejoran. Y así todos los años, con las variaciones correspondientes en la industria, la construcción y la agricultura. En los grandes sectores, que son los reflejos que percibe la opinión pública. Más allá de lo que ocurra en los respectivos subsectores y de los datos que los analistas y el Gobierno denominan como desestacionalizados. Son las cifras del mercado de trabajo que descuentan la influencia de la estación en la ocupación y el desempleo. Por ejemplo, la temporada turística, de vacaciones o comercial. Con frecuencia, los datos globales del mercado laboral pueden ser malos, o muy malos, mientras que los que descuentan los efectos de la estación pueden ser buenos. Como ha ocurrido en enero. Por ejemplo, se destruyeron 231.250 empleos, fundamentalmente, por el fin de la campaña de Navidad en el comercio y de las vacaciones. Sin embargo, si no se tienen en cuenta esos factores, la afiliación creció en 38.357 ocupados. Por esta razón, la ministra de la Seguridad Social, Elma Saiz, dice de una forma un tanto irresponsable que «corrigiendo el efecto calendario, de manera desestacionalizada, nos lleva a ver que son datos buenos y el mejor enero en los últimos tiempos». Es como si al Gobierno le importasen un ardite todos los trabajadores temporales que salen y entran del mercado de trabajo por la temporada. Muchos de los cuales, unos 660.000, aproximadamente, están con el contrato fijo discontinuo. Ya su predecesor en el Ministerio, José Luis Escrivá, se empeñó en esconder la realidad de la fuerte dependencia de la economía español del empleo temporal y de los sectores que lo provocan, que son muchos y muy potentes. Entre otros, el turismo, el comercio, la construcción, la agricultura, la agroalimentación, la seguridad o los centros de venta telefónica. Sólo el turismo representa el 12,5% del Producto Interior Bruto. La pandemia del coronavirus demostró su fuerte dependencia del turismo extranjero barato, y ahora viene la sequía. ¿Cómo se va a hacer compatible este problema con el turismo masivo, las piscinas y los campos de golf que se extienden por el Mediterráneo y Andalucía? Nadie ha previsto los problemas que va a crear el cambio climático en el sector. Según el Instituto Nacional de Estadística, en 2013, España recibió 85,1 millones de turistas internacionales que dejaron en el país 108.662 millones de euros. Las cifras más elevadas de la historia y nadie sabe dónde van a parar tan elevados recursos, si al final el sector turístico tiene los mismos problemas desde hace años: exceso de ocupación, porque hay una demanda extranjera muy barata, que deteriora la calidad del sector, el medio ambiente, las costas y las ciudades. Además, fomenta la precariedad laboral. En consecuencia, con el turismo y otros sectores el mercado de trabajo se resiste al cambio. El descenso de la temporalidad responde al maquillaje de los contratos fijos discontinuos. España no ha hecho otra cosa que copiar a otros países europeos, que hace años consideran indefinidos a estos trabajadores. Y, en Holanda, hasta el 40% de la población laboral tiene un contrato a tiempo parcial. Lo que ocurre es que su tasa de paro es del 3,5% de la población activa, y la española es del 11,7%, que es la más alta de la UE. España tiene un modelo productivo que fomenta la precariedad laboral. Ojalá los fondos europeos bien utilizados sirvan para modernizar el tejido industrial.
A nivel bancario, BBVA renueva su consejo con la entrada de Cristina de Parias y Enrique Casanueva, dos reputados banqueros. Por un lado, Enrique Casanueva, expresidente de JP Morgan en España y Portugal. Por otro, Cristina de Parias, quien fuese responsable del banco en España.
Ambos llegan para sustituir a dos históricos del consejo, Juan Pi Llorens -que llevaba 13 años en el banco- y José Maldonado, con 24 años en la entidad y una de las personas de máxima confianza del expresidente del banco, Francisco González. Cristina de Parias (España, 1965) vuelve al banco como consejera externa, tras una extensa trayectoria en el sector financiero y amplia experiencia como consejera de diferentes empresas. Comenzó su carrera profesional en Banesto (1988-1989) y, seguidamente, trabajó en Citibank. En 1998 se incorporó a BBVA, donde ocupó cargos de máxima responsabilidad, especialmente entre 2014 y 2019, periodo en el que dirigió la unidad de negocio de España y Portugal. Ha sido consejera de startups participadas por el banco y también ha formado parte de los Consejos de Administración de diversas filiales. En la actualidad, es consejera de BBVA en México, Endesa y Sanitas Seguros. Asimismo, es miembro del patronato de la Fundación Microfinanzas BBVA y de la Fundación Profesor Uría. Por su parte, Enrique Casanueva (España, 1961) cuenta con profundos conocimientos de la banca global y europea. Inició su carrera en el departamento de marca de Procter & Gamble (1985-1987) y después saltó al sector financiero, al equipo de banca de inversión de Goldman Sachs en Londres. Entre 1995 y 2000, fue director general de banca de inversión en España y Portugal en Banco Santander. Después, entró en JP Morgan, donde ha ocupado diversos puestos directivos durante 17 años, entre ellos el de presidente y consejero delegado de España y Portugal. Los nombramientos propuestos se materializarán en la próxima junta de accionistas prevista para el 15 de marzo y están sujetos a la verificación por parte del Banco Central Europeo de los requisitos regulatorios de idoneidad para el ejercicio del cargo de consejero.
Pasando a la Bolsa, el mercado recibe de forma positiva los cambios en la cúpula de Grifols. La acción sube un 1,6% en la sesión tras el anuncio de la farmacéutica de la separación entre propiedad familiar y la gestión. Se puede decir que el mercado recibió de forma positiva el nombramiento de un nuevo consejero delegado de Grifols, Nacho Abia, y la renuncia a los cargos directivos de los tres miembros de la familia fundadora, que permanecerán como dominicales en el máximo órgano de gobierno. El precio de las acciones del fabricante hemoderivados cerró con un avance del 1,6%.
Una noticia grave a nivel de economías domésticas españolas: El esfuerzo de los hogares para la compra vivienda alcanza máximos desde 2011, según el Banco de España. Las familias necesitan al menos siete años y medio de salario bruto para adquirir un inmueble, dos puntos menos respecto al máximo histórico alcanzado en tercer trimestre de 2007. El esfuerzo de los hogares para la compra de vivienda alcanzó en el tercer trimestre de 2023 el 39,2%, llegando a niveles máximos desde el tercer trimestre de 2011, cuando este porcentaje rondó el 39,7%, según datos publicados por el Banco de España. Las últimas cifras actualizadas por el organismo que dirige Pablo Hernández de Cos sobre el mercado de la vivienda reflejan que las familias necesitan al menos siete años y medio de salario bruto para adquirir un inmueble, dos puntos menos respecto al máximo histórico alcanzado en tercer trimestre de 2007. En cuanto al esfuerzo para la compra de vivienda, los datos históricos del Banco de España muestran que el máximo se alcanzó al principios de los 90, cuando los hogares llegaron a destinar en torno al 72% de su salario al pago de una hipoteca durante el primer año. Ese porcentaje cayó acentuadamente hasta llegar a mínimos del 25,3% en 1999 para posteriormente subir hasta, durante el estallido de la crisis financiera, superar el 50%. Ahora, ese esfuerzo de los hogares se sitúa en el 39,2%, diez puntos más respecto a niveles pre-pandemia (2019).
Y esta sí que sería una buena noticia de materializarse: El Banco de España ya prevé caídas de cuotas hipotecarias.
Reducción de la demanda de crédito
En un momento marcado por el endurecimiento de la política monetaria, el Banco de España ha detectado que desde diciembre de 2021, el aumento de los tipos de interés del crédito para adquisición de vivienda ha sido más débil de lo que cabría esperar de acuerdo con las regularidades históricas, algo que no se habría observado en el conjunto del área del euro. Pese a esto, se ha observado una reducción de la demanda de crédito en la segunda mitad de 2023, que se espera que prosiga a principios de 2024, de manera más intensa en los préstamos para adquisición de vivienda. A pesar del encarecimiento de la financiación, el crecimiento interanual del precio nominal de la vivienda se incrementó hasta el 4,5% en el tercer trimestre de 2023, impulsado por el repunte del precio de la vivienda nueva (11%, la tasa interanual más alta de los 16 últimos años), en un contexto de escasez de oferta y traslación de incrementos pasados del coste de los materiales de construcción. Por su parte, el precio de la vivienda usada sostuvo crecimientos robustos del 3,2% interanual.
Y una noticia negativa de carácter empresarial: El gigante de eólica marina Ørsted paraliza los dividendos y sale de España. La firma danesa ha recortado sus previsiones de instalación eólica en un 30% para 2030 y ha optado por salir de varios mercados donde estaba presente, como Noruega. Por tanto, suenan las sirenas de alarma en el sector de las energías renovables. Después de unos años de bonanza, el gigante danés de eólica marina Ørsted se enfrenta a un periodo de lo más oscuro: ha suspendido los dividendos entre 2023 y 2025, ha optado por salir de varios mercados, entre ellos España, y ha frenado proyectos en otros puntos del mapa. En su presentación de resultados anuales, la compañía anunció unas pérdidas de 20.200 millones de coronas danesas (2.707,65 millones de euros) y su Ebitda aumentó hasta los 18.700 millones de coronas danesas (3.217,01 millones de euros). Como parte de su plan de ajuste, Ørsted ha decidido despedir a 800 empleados por todo el mundo. Las acciones de la firma escandinava, de la que un 50,1% pertenece al Estado danés, han caído hasta situarse en un descenso del 0,54%. En un año, su valor ha perdido un 39%. En España, solo Iberdrola cae un 1,39% mientras que otras compañías del sector, como Acciona, suben ligeramente un 0,31%. La firma ha aclarado que el Ebitda de 2023 «se vio afectado por una provisión de 9.600 millones de coronas danesas (1.286,80 millones de euros) para gastos de cancelación relacionados con nuestra decisión de interrumpir el desarrollo de Ocean Wind 1». A estas pérdidas se suman otras por deterioro de 26.800 millones de coronas danesas en 2023 (3.592,33 millones de euros), principalmente por la infraestructura anteriormente mencionada, un proyecto localizado en Nueva Jersey (Estados Unidos) con capacidad para 1.100 megavatios (MW). Sus resultados financieros se han visto afectados negativamente «por las pérdidas de valor de nuestros proyectos offshore en Estados Unidos en el tercer trimestre de 2023″. Ørsted ha luchado en el último año por conseguir créditos fiscales en un mercado donde la eólica marina todavía es un tipo de energía renovable muy minoritario. En este país, además, uno de los requisitos es que las piezas se fabriquen localmente, algo criticado por la firma.
Finalmente, a nivel local, la empresa Familiar de Asturias busca hacer cantera en los estudiantes de FP. La asociación presentó en la Laboral la tercera edición de su programa educativo, en el que participaron 650 aprendices. La Asociación de la Empresa Familiar de Asturias aglutina a unas 200 firmas de la región, y presentó esta semana en la Universidad Laboral la tercera edición el programa «Empresa familiar en las aulas», con el que pretenden acercar el mundo empresarial y fomentar el emprendimiento entre estudiantes. «De vosotros y vuestra formación depende nuestro futuro», ensalzó el presidente de la entidad, Íñigo Cabal, en un acto que tuvo lugar en el paraninfo de la Laboral. «Empresa familiar en las aulas» es un programa concebido para conectar el sistema educativo con el ecosistema empresarial. En esta tercera edición participaron once empresas, doce centros de FP de toda la región y 650 estudiantes.
SUSANA ÁLVAREZ OTERO ES PROFESORA TITULAR DE ECONOMÍA FINANCIERA Y CONTABILIDAD DE LA UNIVERSIDAD DE OVIEDO E INVESTIGADORA VISITANTE DE LA UNIVERSIDAD DE CAMBRIDGE.