Las salidas a bolsa en el mercado de valores español, en los últimos tiempos, brillan por su ausencia. Por eso, el inicio de cotización bursátil de Puig no deja de ser una inyección de moral para un mercado tan pequeño como la Bolsa española. La compañía catalana de perfumería, cosméticos y moda debutó ayer viernes, 3 de mayo, y le cabe el honor de ser la Oferta Pública Inicial (OPI) más grande Europa en lo que va de año y, por descontado, en nuestra Bolsa de valores. Lo hace exigiéndose a sí misma el crecimiento de doble dígito y dividendos atractivos, eso sí, siempre que pueda ser. Para una compañía cotizada este elemento es extraordinariamente importante porque no deja de ser una señal, en especial para el pequeño accionista, de cuál es la situación financiera de la empresa. Si paga un buen dividendo y lo puede sostener, e incluso incrementar, quiere decir que ha cumplido previamente con sus otras obligaciones (proveedores, acreedores, Hacienda). Ha sido buena noticia también que haya podido cerrar la salida al precio más alto del rango, esto es, 24,5 euros por acción. Como casi todas las salidas a bolsa, no ha colocado el 100% del papel (sería una locura bursátil) sino que se mantiene en el rango habitual para las empresas españolas, quedándose en el 30% del capital social. Nada nuevo bajo el sol. Escribí una tesis sobre este particular el siglo pasado y ese es el rango medio de lo colocado en una primera oferta por las empresas españolas. El objetivo, lógicamente y si todo va bien, es ampliar el número de acciones cotizadas y eso se va haciendo en sucesivas Ofertas Públicas de Venta (OPVs) que irán diluyendo la estructura de propiedad, otra de las características de las empresas negociadas en Bolsa. En todo caso, no deja de ser la suya una capitalización bursátil pequeña, en relación a competidores tales como Hermés, L´Oréal, LVMH o Christian Dior que juegan en otra liga. Es más, si sale a Bolsa es para que le facilite el crecimiento. Las cuentas de 2023 de Puig muestran un crecimiento en ventas del 19% (4.304 millones de euros), del 33% en su ebitda (849 millones de euros) y del 16% en el beneficio neto (465 millones de euros). Su deuda neta alcanza los 1.196 millones por lo que la ratio deuda/ebitda es de 1,4 – no excesiva -. Presenta un plan estratégico atractivo para el período 2024-2027 y estar presente en Bolsa le puede facilitar lograrlo. Es obligado desearle que le vaya bien, tanto como en su estreno, con una subida del 4,2%. Y que siga sumando alegrías y las contagie a otras empresas para que se animen a avivar el parqué bursátil de nuestro país.
SUSANA ÁLVAREZ OTERO ES PROFESORA TITULAR DE ECONOMÍA FINANCIERA Y CONTABILIDAD DE LA UNIVERSIDAD DE OVIEDO E INVESTIGADORA VISITANTE DE LA UNIVERSIDAD DE CAMBRiDGE