El Sabadell se carga de liquidez

En este compleja semana, por diversas razones, destaca a nivel bancario los resultados del Sabadell, que logra unas ganancias récord de 1.295 millones hasta septiembre, un 25,9% más. Banco Sabadell ganó entre enero y septiembre un 25,9% más que en el mismo periodo del año anterior, alcanzando así una cifra récord de beneficio de 1.295 millones de euros y prácticamente igualando en nueve meses el beneficio de todo 2023. La entidad afirma que este resultado se basa en el buen comportamiento del margen de intereses, en el incremento de volúmenes, de la inversión en empresas, pymes y particulares, así como la positiva evolución de la calidad de activos, que ha conducido a una reducción de las provisiones y a una mejora del coste de riesgo total. En concreto, el margen de intereses, que ascendió hasta los 3.746 millones de euros tras crecer un 6,7% interanual, impulsado principalmente por un mayor rendimiento del crédito y un alza de los ingresos de la cartera de renta fija; a la vez que las comisiones netas se situaron en 1.010 millones de euros, con un descenso del 3,6% interanual, pero «manteniéndose dentro del rango previsto». Fruto de ello, los ingresos del negocio bancario (margen de intereses más comisiones netas) se elevaron hasta los 4.756 millones de euros entre enero y septiembre de 2024, un 4,3% más en términos interanuales. Los costes totales se colocaron en 2.307 millones de euros en los nueve primeros meses del año, lo que representa un incremento del 3,4% interanual tras anotar gastos de reestructuración de TSB. Los costes recurrentes, que no tienen en cuenta elementos extraordinarios, suben un 2,5% interanual. De este modo, el margen recurrente (margen de intereses más comisiones menos costes recurrentes) creció un 6,1% interanual, hasta situarse en 2.470 millones de euros a cierre de septiembre, mientras que la ratio de eficiencia mejoró 2,3 puntos porcentuales frente al mismo periodo del ejercicio precedente, hasta colocarse en el 48,6% en el tercer trimestre de 2024. En cuanto a las provisiones totales, estas descendieron un 17,7% interanual, hasta 561 millones de euros en septiembre. Este descenso se apoya, principalmente, en la mejora del perfil de riesgo de crédito en todos los segmentos del Grupo Banco Sabadell y a las menores dotaciones realizadas para inmuebles. Banco Sabadell registró de esta forma una nueva mejora del coste de riesgo del crédito, que ya se sitúa en 31 puntos básicos a cierre de septiembre, mientras que el coste de riesgo total del grupo se colocó en 44 puntos básicos al término del tercer trimestre. La entidad ha elevado su rentabilidad, medidas en términos de RoTE, en 296 puntos básicos en términos interanuales, hasta situarse en el 13,2% a cierre de septiembre. En lo que va de ejercicio, Banco Sabadell ha mejorado su RoTE en 174 puntos básicos, después de cerrar 2023 en el 11,5%. Al cierre del pasado mes de septiembre, la ratio CET1 ‘fully loaded’ se situó en el 13,8%, lo que implica un incremento de 32 puntos básicos en el trimestre y de 59 puntos básicos con respecto al cierre de 2023. Sabadell resalta que esta ratio incorpora ya el pay-out del 60%. La ratio de Capital Total se colocó en el 18,84% a cierre de septiembre de 2024, y el MDA buffer se situó en 485 puntos básicos.

Calidad crediticia

Asimismo, Sabadell señala que su ratio loan to deposits (que muestra la proporción entre préstamos y depósitos) se situó en el 95,2% en el tercer trimestre, mientras que la ratio de cobertura de liquidez (LCR, por sus siglas en inglés) alcanzó el 209% a cierre de septiembre, con una cifra total de activos líquidos de 62.080 millones de euros. De hecho el banco se está cargando de liquidez para fortalecer sus resultados. El banco realiza una emisión de 750 millones de euros en cédulas hipotecarias que el mercado no tenía en su agenda. Las colocaciones de deuda en lo que va de año superan los vencimientos. Sabadell está protegiendo al milímetro todos los flancos de su balance para dar una imagen de máxima fortaleza en su pugna por combatir la opa de BBVA. La liquidez es una pieza clave y el banco la está cuidando especialmente. Esperemos que le sirva para hacer frente a una operación que nada tiene de positivo, ni para el Banco, ni para la economía española. Solo lo tiene para las ambiciones del equipo directivo del BBVA y eso, mucho me temo, que no es razón suficiente para que prospere una operación de estas características.

A nivel doméstico destaca también el hecho de que Trabajo dará hasta 6.000 euros a las micro empresas que reduzcan la jornada laboral a 37,5 horas semanales. El Gobierno pone encima de la mesa un paquete de ayudas de 350 millones de euros para convencer a la patronal y fija el 11 de noviembre como fecha límite para cerrar la negociación. El Ministerio de Trabajo dará hasta 6.000 euros a las empresas de menos de cinco empleados y que se dediquen al comercio, la hostelería, peluquerías, limpieza y agricultura para que reduzcan la jornada laboral de sus plantillas. La vicepresidenta segunda, hace un ‘all in’ y pone encima de la mesa un paquete de ayudas valorado en 350 millones de euros para ayudar a casi medio millón de micro empresas para que reduzcan la jornada laboral de sus empleados a 37,5 horas semanales. Esa es la fecha límite que le ha dado el Ministerio de Trabajo a la patronal para que deshoje la margarita y decida si se suma o no a un acuerdo para reducir la jornada laboral máxima. Los sindicatos ya están en el acuerdo y ahora con la última oferta, el Gobierno quiere cerrar sí o sí la etapa del diálogo social y enfilar la vía parlamentaria. La patronal está, por el momento, fuera del acuerdo. Dos semanas y un día tiene para tomar la decisión definitiva. Trabajo ha ido mejorando su oferta para tratar de sacar del enroque a los patronos, que se han escudado en cuestiones ideológicas para argumentar su ‘no’. Afirman que el tiempo de trabajo es una cuestión exclusiva de la negociación colectiva y que el Gobierno no puede entrar a legislarlo.

Los de Yolanda Díaz empezaron ofreciendo bonificaciones a aquellas empresas que tengan que contratar a más personal para compensar la reducción de horas. Luego ha añadido esas subvenciones directas de hasta 6.000 euros para unas 470.000 empresas, de esos cinco sectores (comercio, la hostelería, peluquerías, limpieza y agricultura) que Trabajo ha identificado que tendrán más dificultades para aplicar la reducción. Pero la CEOE sigue en su misma posición. «Algunos de los elementos que servirían para que la patronal entrara en el acuerdo podrían caer», ha avisado el secretario de Estado. El proyecto de ley para la reducción de jornada de Trabajo incluye también una reforma de la actual normativa de registro de la jornada. El Gobierno quiere obligar a todas las compañías a que computen digitalmente los horarios de entrada y salida de sus empleados y abandonen definitivamente el papel y boli. También permitir que la Inspección de Trabajo pueda acceder de manera remota y en cualquier momento a dichos registros, aumentando, en paralelo, las multas para aquellas compañías que incumplan.

En relación a la operación del BBVA, la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) decidirá a mediados de noviembre si aprueba o no la OPA de BBVA sobre Sabadell en fase 1. La Sala de Competencia se ha reunido esta pasada semana y finalmente no ha adoptado ninguna decisión al respecto. Sin embargo, el organismo indica que el plazo máximo de la primera fase está «a punto de terminar», por lo que decisión «se adoptará necesariamente en las próximas semanas, a mediados de noviembre». De dar su visto bueno, la operación quedaría aprobada en fase 1. En caso contrario, la OPA pasaría a fase 2 y, por tanto, a un análisis de mayor profundidad que bajo varios escenarios exigiría elevarla al Gobierno.

Tal y como se recoge en la Ley de Defensa de la Competencia, el análisis de control de concentraciones se compone de dos fases. En una primera fase, que dura «un máximo de un mes» –sin incluir posibles suspensiones para solicitar, por ejemplo, más información–, se analiza la operación y el consejo de la CNMC decide si la operación debe ser archivada, si es susceptible de ser autorizada (con o sin compromisos) o, si por el contrario, la concentración requiere ser analizada más detalladamente por los problemas de competencia que pueda generar, lo que daría paso a la segunda fase del procedimiento, donde se contempla la participación de terceros interesados.

Tras el análisis en segunda fase, la CNMC resolvería si la concentración debe ser autorizada de pleno o autorizada con compromisos. Si los compromisos no fueran suficientes para resolver los problemas de competencia observados, Competencia puede decidir imponer condiciones a la concentración que complementen o sustituyan los compromisos propuestos por la entidad.

SUSANA ÁLVAREZ OTERO ES PROFESORA TITULAR DE ECONOMÍA FINANCIERA Y CONTABILIDAD DE LA UNIVERSIDAD DE OVIEDO E INVESTIGADORA VISITANTE DE LA UNIVERSIDAD DE CAMBRIDGE.