Renovación en la cúpula de la CNMV

Esta pasada semana ha contado con una estacionalidad poco favorable para las bolsas y parece que va camino de cumplirse, pero sin retrocesos notables, dado que son simples consolidaciones de los niveles alcanzados. Todo ello puede apuntar a lecturas de mayor apetito por los activos refugio, pero los indicadores de sentimiento permanecen positivos. Para las bolsas europeas no está siendo un mal año, aunque hay un índice que lo está pasando mal por la situación política que está atravesando el país y es el CAC 40 francés. Las acciones francesas están sufriendo su peor comportamiento relativo hasta la fecha desde 2010, con un rentabilidad relativa inferior de un -10% frente al resto de índices europeos. Y está quedando como el peor de Europa, con un comportamiento relativo por debajo del decil inferior desde 1988.

 Al otro lado del planeta, el crecimiento del comercio exterior de China baja al 1,2% al caer las importaciones. Las exportaciones del gigante asiático aumentaron un 5,6% pero no bastaron para compensar el bajón de las compras al exterior. El valor denominado en yuanes de los intercambios comerciales entre China y el resto del mundo frenó su crecimiento hasta un 1,2% interanual en noviembre, un ritmo 3,4 puntos inferior al del mes anterior, debido al descenso de las importaciones, según datos oficiales publicados esta pasada semana. Las cifras de la Administración General de Aduanas indican que, en el penúltimo mes de 2024, los intercambios con otros países sumaron unos 3,75 billones de yuanes (517.428 millones de dólares, 490.315 millones de euros). En concreto, las exportaciones crecieron un 5,8% frente al mismo mes del año anterior hasta unos 2,22 billones de yuanes (306.423 millones de dólares, 290.387 millones de euros); si bien siguieron aumentando, su ritmo de avance fue prácticamente la mitad que el registrado el mes anterior (+11,8%). Además, las importaciones profundizaron en su descenso al reducirse un 4,7% interanual (-3,7% en octubre), situándose en unos 1,53 billones de yuanes (210.871 millones de dólares, 199.828 millones de euros). Así, el superávit comercial chino fue en noviembre de unos 692.800 millones de yuanes (95.532 millones de dólares, 90.544 millones de euros), lo que supone un repunte interanual del 41,15%. En el acumulado entre enero y noviembre, los intercambios comerciales denominados en yuanes entre China y el resto del mundo aumentaron un 4,9%, con las exportaciones creciendo un 6,7% y las importaciones, un 2,4%.

En el ámbito europeo, destacamos un dato importante. Las primas de riesgo de España e Italia caen a niveles de 2021 con la francesa en los 77 puntos básicos. La posibilidad de un nuevo gobierno en Francia con el eventual apoyo de los socialistas a Macron rebaja la tensión en la deuda. Los inversores aflojan el castigo que venían ejerciendo sobre la deuda francesa, ante la posibilidad de que pueda surgir en los próximos días un nuevo gobierno. El partido socialista francés rompe filas con el Nuevo Frente Popular y abre un nuevo escenario que permitiría un Ejecutivo con un primer ministro de izquierdas, si bien la formación que lidera Olivier Faure únicamente está en negociaciones preliminares con el presidente Emmanuel Macron. El bono francés a 10 años toma ahora la delantera y registra las mayores caídas de las rentabilidades en la zona euro, situándose en el 2,85%. Estos descensos combinados con el aumento de los rendimientos de la deuda alemana permiten a la prima de riesgo caer a los 77 puntos básicos, 11 puntos básicos menos que los 88 registrados a cierre del pasado lunes, jornada en la que el frente de izquierdas y la formación de ultraderecha Reagrupamiento Nacional presentaron dos mociones de censuras después de que Michel Barnier activara la cláusula para aprobar los presupuestos por decreto. Los recortes de los diferenciales se extienden al resto de países con las primas de riesgo de España e Italia en mínimos de 2021 y la griega en niveles de 2008. Esta pasada semana el presidente de la república, Emmanuel Macron, ha comenzado la ronda de contactos para formar un nuevo Ejecutivo cuya responsabilidad más inmediata es la aprobación de unos presupuestos antes del 21 de diciembre, como fecha límite. Aunque la fragmentación política que arrastra Francia desde las elecciones legislativas hace complicado el entendimiento, los inversores prefieren no sobrerreaccionar a la espera de ver cómo se desarrollan los acontecimientos. Las declaraciones que han efectuado alguno de los políticos franceses son seguidas de cerca. La líder de la formación de extrema derecha Marie Le Pen declaró a Bloomberg que Francia puede superar el colapso y presentar un presupuesto en cuestión de semanas siempre y cuando el primer ministro esté dispuesto a reducir el déficit de forma más lenta. Aunque la realidad es que Francia dispone de poco margen de maniobra, hay quienes se muestran optimistas y creen que un estancamiento sostenido que conduzca a la congelación del gasto podría generar tanta o más consolidación fiscal que el presupuesto de Barnier que contemplaba ahorros vía impuestos y recortes del gasto por valor de 62.000 millones de euros.

En lo relativo a la política monetaria, el BCE baja tipos al 3% y recorta su previsión de crecimiento en la zona euro. La institución mantiene una línea clara con su tercera reducción consecutiva, al comprobar que la inflación volverá al 2% a medio plazo.  «El proceso desinflacionario está encarrilado», advirtió hace poco más de un mes la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), la francesa Christine Lagarde, y esta pasada semana el eurobanco ha decidido mantener esa línea clara, llevando a cabo un recorte de 25 puntos básicos (0,25 puntos porcentuales), lo que deja los tipos de interés en el 3%. En la que fue su última reunión del año, el Consejo Gobernador del BCE ha decidido seguir reduciendo el precio del dinero, alentado por los buenos datos de la inflación, y con el objetivo de impulsar la actividad económica, que se situará en el 0,8% en 2024, según las previsiones económicas de la Comisión Europea. Esta es la cuarta rebaja de tipos que lleva a cabo el BCE este año -la tercera consecutiva- y la duda se centraba en si el recorte sería del 0,5% o más prudente, del 0,25%. Finalmente, la institución ha optado por guardar munición, a pesar de la necesidad de acelerar la economía de la Eurozona y especialmente de Alemania, que no termina de arrancar. Con todo, en octubre, Lagarde advirtió que «no vemos que vaya a haber una recesión» en los países de la moneda común. El BCE mantiene el foco en asegurar que la inflación se reduzca a su mandato del 2% a medio plazo, un objetivo que cree que se logrará a mediados de 2025. Más concretamente, la institución espera que los precios se sitúen en el 2,4% en 2024, en el 2,1% el año que viene y en el 1,9% en 2026, situándose una décima por debajo de lo esperado este año y en 2025.

A nivel doméstico, destacar que el Tesoro coloca letras por 2.582 millones en la última subasta de 2024 y baja el interés a cifras de dos años. La rentabilidad a tres meses es la más baja desde febrero de 2023 y la de nueve meses, desde diciembre de 2022. El Tesoro Público ha colocado esta pasada semana una emisión de letras a 3 y 9 meses un total de 2.582,4 millones de euros en la última subasta del organismo del año, importe dentro del rango medio previsto, y lo ha hecho reduciendo la rentabilidad ofrecida a los inversores, según los datos del Banco de España. A pesar de ir reduciendo paulatinamente la rentabilidad de las emisiones, en paralelo al descenso de los tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE), los inversores siguen mostrando interés por los títulos españoles, dado que la demanda conjunta de ambas emisiones ha superado los 5.100 millones de euros, prácticamente el doble del importe adjudicado. En concreto, el organismo dependiente del Ministerio de Economía ha colocado 1.041,28 millones de euros en letras a 3 meses, frente a una demanda de 2.101 millones de euros, y el interés marginal se ha colocado en el 2,580%, el más bajo desde febrero de este año y por debajo del 2,739% ofrecido en la subasta previa del mismo tipo de papel. En la subasta de letras a 9 meses, el Tesoro ha adjudicado 1.541,12 millones de euros, también por debajo de las peticiones de más de 3.000 millones, y la rentabilidad marginal ha caído desde el 2,699% anterior al 2,384% actual, el más bajo desde diciembre de 2022, cuando fue del 2.380%. Con esta subasta se pone fin a las emisiones de este año, ya que la subasta de deuda a medio y largo plazo inicialmente prevista para el 12 de diciembre no se convocará, según la información anunciada por el organismo público.

En cuanto a lo que destaco en el titular del blog en el día de hoy es que Carlos San Basilio, ex secretario general del Tesoro, es el nuevo presidente de la CNMV. Por su parte, la ovetense Paloma Marín, actual directora general de relaciones institucionales del Banco de España, será la nueva vicepresidenta. El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha propuesto a Carlos San Basilio como nuevo presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), en sustitución de Rodrigo Buenaventura, cuyo mandato finaliza el próximo 16 de diciembre. San Basilio (Lugo, 1965) fue director general del Tesoro desde 2018 a 2021 y número dos de Nadia Calviño en el Ministerio de Economía. En la actualidad, ocupa el puesto de director de estrategia corporativa en el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (BERD). Además, Paloma Marín, actual directora general de relaciones institucionales, europeas y transparencia del Banco de España, ha sido designada para ocupar el cargo de vicepresidenta de la CNMV, puesto que hasta ahora recaía en Montserrat Martínez Parera, uno de los nombres que había formado parte de las quinielas para suceder a Buenaventura. A su llegada el pasado mes de septiembre al Banco de España, José Luis Escrivá creó una nueva dirección general encargada de las actividades del gobernador, las relaciones con otros organismos, las relaciones institucionales y la comunicación y colocó a sus mandos a Marín (Oviedo, 1973), que hasta entonces ejercía como directora del departamento. Carlos Cuerpo opta así por alejar el ruido político de la cúpula del supervisor del mercado y se decanta por un perfil técnico, en línea con sus dos predecesores: Rodrigo Buenaventura y Sebastián Albella. Precisamente, fue Cuerpo quien sustituyó a San Basilio al frente del Tesoro en 2021, antes de ser nombrado titular de la cartera de Economía. San Basilio es licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Autónoma de Madrid y máster por la Universidad de Harvard, y pertenece al Cuerpo Superior de Técnicos Comerciales y Economistas del Estado, al igual que Cuerpo y Calviño. Fue director general del Tesoro entre 2016 y 2018, bajo el Ejecutivo de Mariano Rajoy, y posteriormente se convirtió en secretario general del Tesoro. Su tarea al frente de este organismo dio un vuelco en 2020, cuando la crisis económica derivada del estallido de la pandemia disparó las necesidades de financiación del Estado. El futuro presidente de la CNMV es además un viejo conocido del supervisor, dado que durante sus cuatro años como secretario general del Tesoro fue miembro de su consejo. También ha formado parte de los consejos del Banco de España y del FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria), y ha ejercido de responsable de las relaciones de España con los bancos multilaterales. Su trayectoria profesional le ha llevado también a ejercer como director de Resolución del FROB, consejero Económico en la Representación de España en la Unión Europea y director general de Cofides, entre otros cargos. La futura vicepresidenta del supervisor es, por su parte, licenciada en Derecho por la Universidad de Oviedo y máster en Derecho Europeo por el Colegio Europa de Brujas. La trayectoria profesional de Paloma Marín ha estado ligada al Banco de España casi desde sus inicios, dado que en 2005 entró como letrada asesora en el departamento jurídico de la entidad, para posteriormente pasar a desempeñar varios cargos en la unidad de Asuntos Europeos, llegando a contar con un papel destacado en el consejo de gobierno del Banco de España para asuntos no monetarios. Ambas candidaturas han sido bien recibidas tanto en el seno del supervisor como por parte del sector financiero por su carácter técnico. San Basilio ya se vio fogueado por la comunidad inversora en la pandemia y su actual puesto le dota de un perfil internacional, apreciado en un momento en el que la mayor parte de las directrices que regulan el mercado financiero provienen de Bruselas. Cuerpo reconoce que ambos presentan unos perfiles profesionales idóneos para estar al frente de la CNMV, teniendo en cuenta su experiencia, trayectoria, independencia y prestigio nacional e internacional. Tras su designación, San Basilio y Marín deberán pasar en los próximos días por la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados, que debe emitir un informe, aunque no vinculante, y de ahí volver al Consejo de Ministros para su nombramiento definitivo a través de un real decreto. Los retos de San Basilio Rodrigo Buenaventura, que ha sido presidente del supervisor de los mercados desde diciembre de 2020, termina su mandato en una semana. El nuevo presidente de la CNMV tendrá varios frentes de actuación. En el plano empresarial, bajo él recaerá la aprobación de la opa de BBVA sobre Sabadell, después de que Buenaventura optara por esperar a conocer las condiciones que fije la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) a la operación, tras pasar esta a segunda fase. También tendrá que lidiar con el expediente sancionador sobre Grifols, después de que la CNMV abriera en septiembre un procedimiento por defectos en la información financiera y en los informes de gestión de la entidad. En materia de supervisión, en enero entra en vigor el reglamento MiCA sobre criptoactivos, que dota al organismo de capacidad de supervisión sobre el sector, con excepción de las stablecoins (monedas estables), cuya supervisión recaerá en el Banco de España. Bajo su responsabilidad estará la supervisión de la oferta cripto que prevén lanzar desde enero bancos y gestoras y que BBVA, CaixaBank o Santander, entre otros, ya han ido presentando al regulador en los últimos meses. Queda por ver cómo tratan de blindarse todos ante posibles reclamaciones por las potenciales pérdidas que puedan acarrear para los inversores unos activos de elevada volatilidad y no se descarta que opten por un test de idoneidad, al estilo Mifid. Más allá, tendrá que hacer frente a la sequía de salidas a Bolsa que impera en los últimos años en Europa, no solo en España, y en la constante reducción del número de compañías cotizadas ante los procesos de concentración y exclusiones del parqué. La pasada semana, Buenaventura anunció que el supervisor flexibilizará los plazos para salir a Bolsa para evitar la cancelación de operaciones, como la de reciente de Europastry. La OCDE ya propuso, en un trabajo a instancias del vigilante del mercado, unificar la fiscalidad del ahorro a través de una nueva cuenta de inversión individual.

A nivel local seguimos con la problemática de una de nuestras grandes empresas.

Duro Felguera se acoge al preconcurso de acreedores. La compañía abrirá una negociación con sus acreedores para la aprobación de un plan de reestructuración del grupo. La medida afecta a la sociedad matriz y a sus filiales Duro Felguera Energy Storage, Duro Felguera Investment, Duro Felguera Green Tech, Duro Felguera Calderería Pesada, DF Mompresa, DF Operaciones y Montajes, Duro Felguera Oil & Gas, Duro Felguera Intelligent Systems. y DFOM Biomasa Huelva. No obstante, el grupo ha logrado esta semana reanudar la cotización bursátil que llevaba suspendida desde el pasado día 25.

En mi opinión, buscar la viabilidad de esta empresa es clave no solo para los empleados de la misma, sino para la propia economía del Principado de Asturias.

SUSANA ÁLVAREZ OTERO ES PROFESORA TITULAR DE ECONOMÍA FINANCIERA Y CONTABILIDAD DE LA UNIVERSIDAD DE OVIEDO E INVESTIGADORA VISITANTE DE LA UNIVERSIDAD DE CAMBRIDGE.