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Alberto del Río Legazpi

Los episodios avilesinos

Hoy se cumplen 260 años del tsunami sufrido por Avilés

El 1 de noviembre y a consecuencia del terrible Terremoto de Lisboa de 1755, la Villa de Avilés sufrió un tsunami, aparte de fuertes temblores terrestres.
            Era uno de esos soleados días otoñales, de luz sesgada y reflejos mágicos, cuando el escribano Reconco dejó escrito, para siempre, que en Avilés y  «En el día de Todos Santos de este año de 1755 que nuestra Madre la Iglesia celebra de precepto, estando el día muy claro, sosegado en calma y sin vientos, siendo entre diez y once de la mañana, se reconoció un temblor de tierra en esta villa, y después por noticias que vinieron fue general en todo el mundo».
            El escribano avilesino se refiere al terremoto de Lisboa, que sigue siendo el más terrible –de los conocidos– hasta ahora. Su epicentro estaba en algún punto del océano Atlántico y a unos 300 Km. del Algarve en la costa sur de Portugal. No ha podido ser cuantificado el número de víctimas, pues las informaciones no hilaban tan fino como hoy, pero las estimaciones están entre 60.000 y 100.000 las personas fallecidas. Los daños fueron inmensos a lo largo de toda Europa, el norte de África (especialmente Marruecos) e incluso las ondas sísmicas llegaron al continente americano.
            Siguiendo con lo que en Avilés dejó escrito (redacción que en ocasiones me he permitido actualizar) Francisco Fernández Reconco, escribano de profesión, es decir persona que por oficio público está autorizada para dar fe de las escrituras, aparte de acontecimientos y sucesos, que pasen ante él… «estando los Religiosos y Religiosas de esta villa celebrando la misa mayor… salieron del convento asustados muchos religiosos, y las monjas salieron del coro y otras de sus celdas dando voces porque oyeron restallar las maderas y menearse todo a un tiempo… Y muchos vecinos de esta villa salieron de sus casas, pensando que caía sobre ellos, dando voces».
            Avilés tembló violentamente cosa que el escribano no solo vio, también oyó –poniendo al reloj por testigo– mientras estaba «en la plaza mayor de esta villa, frente a la torre del reloj [en esa época situado a la entrada de la puerta de la muralla de la calle La Ferrería], no siendo hora de dar campanadas, pero con motivo de este temblor le oí dar siete campanadas chicas».

Terremoto de Lisboa 1755. Epicentro y tiempo de llegada del tsunami.


            También vio, el escribano, como durante cinco horas de los caños de las fuentes públicas salía el agua«más revuelta y turbia que el barro colorado y algunos decían que era sangre». Y esto fue algo que debió de angustiar mucho a los pobladores de Avilés ante la creencia de que estaban ante un castigo divino.
            Pero muchos no vieron quizás lo más espectacular –para los testigos terrorífico– y que fue lo ocurrido en la zona baja de la población, en el puerto.
Estaba la marea baja cuando «junto a la puente [de piedra de San Sebastián] se levantó y vino de mar alta un golfo de agua (‘Toda la extensión del mar’ según una de las acepciones de la RAE) que obligó a flotar los navíos que allí estaban y se dieron unos con otros». Aquello duró un cuarto de hora volviendo a «quedarse en seco toda la ría».
            El tsunami (‘Ola gigantesca producida por un maremoto’ según la RAE) o ‘golfo de agua’ como lo llama el escribano fue relativamente pequeño, aunque algunos dan a la ola una altura de 4 metros, pero al haber ocurrido con la marea baja – circunstancia que conllevaba que debido al bajo calado algunos barcos quedasen en tierra en cada bajamar– no llegó a alcanzar las casas de las calles próximas (La Ferrería, La Fruta, El Sol y San Bernardo) de la villa amurallada así como Sabugo, al estar ambas sobre colinas.
            No fue el caso de algunas localidades costeras andaluzas, cercanas al epicentro, como Cádiz, Jerez de la Frontera o el Puerto de Santa María que fueron barridas y borradas por olas de 12 y 15 metros de altura.
            En lo que se refiere a Avilés, no se dispone de cifras de los daños causados por el terremoto y posterior maremoto.
            Lo cierto es que el del escribano Reconco es el testimonio más completo que se conserva en Asturias sobre aquella trágica jornada. De otras zonas costeras no hay noticias, incluido Gijón. De lo que se puede deducir que en Avilés fue donde más tembló la tierra y el fondo marino, cosa nada extraña pues, como se sabe, la Ría discurre por una falla tectónica que nacida en los Picos de Europa (en el concejo de Ponga) forma el Cañón de Avilés que termina en una de las fosas submarinas más profundas del mundo.
            Un episodio aparte que está a 8 millas a babor del faro de Avilés, también conocido como faro de San Juan, anclado en la proa de la península de Nieva

Los episodios avilesinos es un blog de La Voz de Avilés

Sobre el autor

Espacio dedicado a aspectos históricos, biográficos, costumbristas y artísticos, fundamentalmente de Avilés y su comarca actual, así como a territorios que, a lo largo de los siglos, le fueron afines. Tampoco se excluyen otras zonas del planeta


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