Un millón de grandes fortunas españolas

Las bolsas a nivel mundial cerraban una semana de avances, principalmente en los sectores más cíclicos (autos, materiales básicos, banca,…), gracias a un tono más positivo de los acuerdos comerciales entre EE.UU. y China, que comenzaba a trasladarse a los datos de actividad (PMIs mejoraban ligeramente) y al petróleo (+3% en la semana). En lo relativo al Brexit, la semana ha estado cargada de acontecimientos. Tras no ver aprobado el plan de salida acordado entre Johnson y la UE (se aprobaban las condiciones del mismo, pero no el estrecho plazo para trasponerlas a la ley británica), el líder laborista previsiblemente fracasará también en la próxima votación en el Parlamento a la convocatoria de elecciones anticipadas para el 12 de diciembre. Corbyn advertía que condicionará su apoyo a descartar una salida sin acuerdo y a conocer el plazo de la posible extensión de la salida. Johnson necesita el apoyo de 2/3 de la Cámara para convocar elecciones anticipadas. Por otro lado, más de 330 firmas de la City mueven negocio a la UE por el Brexit. Hay unos 5.000 empleados afectados por los traslados. Dublín es la ciudad que atrae más negocio, mientras Madrid recibe 13 entidades. Aunque el proceso del Brexit sigue sumido en la incertidumbre, muchas de las firmas del sector financiero británico ya han completado sus planes de contingencia, al anticipar una futura pérdida del acceso desde la City de Londres a los clientes de la UE. Según un estudio elaborado por New Financial, 332 entidades de banca, mercados y gestión de activos han trasladado ya parte de su negocio desde Reino Unido a distintas ciudades de los otros Estados miembros. En total, estas relocalizaciones han implicado la mudanza de unos 5.000 empleos y de 800.000 millones de libras (casi un billón de euros) en activos. Aunque estos números son muy elevados, parece que la cifra final puede incrementarse de manera significativa cuando quede claro el Brexit, los acuerdos temporales entre la UE y Reino Unido expiren y los reguladores locales requieran a las firmas un aumento de la sustancia de sus operaciones locales. En principio, el acuerdo del Brexit (pendiente todavía de ratificar en el Parlamento británico) contempla un periodo transitorio hasta diciembre de 2020 (prorrogable por dos años) durante los que Reino Unido seguirá dentro del mercado común. Es decir, las firmas financieras de la City podrán seguir utilizando sus pasaportes europeos para dar servicio en todos los países de la Unión de manera temporal. Después de ese periodo, todo queda a expensas de las negociaciones sobre una nueva relación entre los partes. En el sector financiero, se espera un acuerdo de «equivalencia», que permita cierto acceso limitado de las entidades británicas a la UE. Sin embargo, ante el riesgo de una salida sin acuerdo, las firmas han asumido el peor escenario. Muchos grandes grupos han creado nuevas entidades en la UE, y tras gastar cientos de millones de dólares en la relocalización no van a volver a llevarlos a Reino Unido. La escala de los traslados reduce el potencial beneficio de un futuro acuerdo de equivalencia. Lo que sí puede suceder, en función del pacto final, es que las firmas muevan más o menos personal y activos a sus nuevas bases europeas. De las 332 entidades que ya han actuado, la mayoría ha elegido un centro principal en la UE, mientras 48 han preferido expandirse en varios lugares. Por ciudades, Dublín es la capital que más firmas ha atraído (115), caso de Barclays, Bank of America, Hermes Investment, Aviva o Prudential. Luxemburgo es la segunda ciudad más beneficiada, con 71 nombres entre los que figuran Aviva Investors, AllianceBernstein, Columbia Threadneedle, Janus Henderson, 3i, Advent, Carlyle y Blackstone. Por detrás se sitúa París (69), donde han decidido crecer HSBC, BlackRock, Wells Fargo y Schroders, entre otras. Un total de 45 firmas han elegido Fráncfort, como Citi, UBS, RBC, Nomura, JPMorgan, CMC Markets e Instinet. En Ámsterdam han reforzado sus posiciones 40 entidades, por ejemplo MUFG Securities, RBS, Nex Group, CBOE, Hitachi Capital y Tradeweb. El sexto lugar del ranking es para Madrid, al recibir un aumento de negocio de 13 firmas, de acuerdo a New Financial. Credit Suisse ha elegido la capital española como centro de su división de mercados para la UE, mientras la aseguradora Admiral tiene ahora en esta ciudad su hub para Europa continental. La agencia de rating DBRS ha abierto oficina para cubrir a los emisores de deuda españoles, mientras que la firma de inversión King & Shaxson ha instalado su plataforma europea para la compraventa de bonos Dowgate. Santander, por su parte, ha repatriado parte de las operaciones de banca de inversión que hacía en Londres, mientras que JPMorgan o Nomura han reforzado la cobertura a clientes españoles desde Madrid. Aunque los negocios están muy repartidos, hay ciertas tendencias claras: los bancos han elegido principalmente Fráncfort y París, los fondos apuestan por Dublín y Luxemburgo, mientras que las plataformas de tráding prefieren principalmente Ámsterdam. Estos movimientos pueden suponer una «pérdida de influencia» de la City en el mundo financiero global. Pero Londres seguirá siendo el centro financiero dominante en Europa en el futuro previsible. Las firmas quieren mantener al máximo su negocio en Londres e incluso los mayores traslados solo están afectando a un 10% de las plantillas en algunas firmas individuales. La City tiene ahora unos 300.000 trabajadores y solo el sector bancario maneja 10 billones de euros en activos.

En lo relativo a la guerra comercial  se espera que  se produzca una conversación telefónica entre el equipo negociador de primer nivel de EE.UU. y China, de cara a cerrar el acuerdo de la fase 1 que se espera que los presidentes firmen en la reunión de la APAC en Chile el mes que viene. Así, desde EE.UU. se busca más concreción y más compromiso en los volúmenes de compras agrícolas, mientras que China busca que se retiren las subidas de aranceles previstas para el 15 de diciembre y que se elimine algunas de las que están ya vigentes.

A nivel de política monetaria, el foco esta semana estaba en el BCE, donde Draghi se despedía del mercado, en su última reunión como presidente del BCE, puesto del que se hará cargo Christine Lagarde a partir del 1 de noviembre. La reunión transcurría sin cambios en la política monetaria y en la que se comentaba que el consenso había sido mayor que en la de septiembre. Sin embargo, el relevo en la presidencia se hace en un entorno complejo, con un Consejo dividido y un mercado escéptico sobre la efectividad de la última batería de medidas introducidas. Así, en su despedida Draghi defendía las medidas llevadas a cabo y dejaba la puerta abierta a que estas vayan a más, justificándose en la necesidad de estimular la economía, animando a su sucesora a no desistir en la toma de acciones siempre que la economía peligre y siga sin contar con el apoyo de la política fiscal. Es preciso reconocer que la salida inminente de Draghi alienta a sus críticos. Los estímulos del mes pasado provocaron críticas entre los halcones del BCE, muchos de los cuales se oponen a otro programa de compra de deuda. El mandato de Mario Draghi se agota y tras las recientes críticas a su política, surgen dudas en torno al contexto posterior a su marcha.

El gobernador del Banco Central alemán Jens Weidmann -durante mucho tiempo adversario del italiano- fue el último en sumarse a las críticas, asegurando la semana pasada que el BCE debería centrarse en la inflación o de lo contrario corre el riesgo de perder su independencia. En el pasado, esta oposición no tenía impacto en los mercados o en la política del BCE. Pero la inminente salida de Draghi parece haber envalentonado a sus critícos, lo que a su vez ha provocado un retroceso en el precio de la deuda de la eurozona. Los inversores buscan indicios de que el BCE mantendrá su compromiso con el programa de estímulos, e incluso lo reforzará si las perspectivas económicas siguen empeorando.

A nivel doméstico y relativo al titular del blog en el día de hoy,  España ya tiene casi un millón de grandes fortunas y la mía no es una de ellas. El 0,9% de la población concentra casi el 45% de la riqueza mundial, según Credit Suisse. La riqueza mundial ha aumentado a un ritmo del 2,6% en 2019, situándose alrededor de los 360 billones de euros. Además, la riqueza media por adulto, que se queda en los 70.850 dólares (unos 63.500 euros al cambio), ha crecido un 1,2% frente a las cifras del pasado ejercicio. Los datos, que evidencian el buen comportamiento del patrimonio medio de todo el mundo, se desprenden de la décima edición del Informe de la riqueza mundial (GWR, por sus siglas en inglés) que publica anualmente el banco suizo Credit Suisse. Pese a este avance, el reparto sigue sin ser uniforme y la diferencia entre los grandes patrimonios y las capas más pobres continúa siendo muy elevada. Más de 2.800 millones de personas, el 56% de la población adulta de todo el planeta, acumulan una riqueza total de 6,3 billones de euros, el 1,8% del caudal de todo el mundo. Viene a ser menos de 10.000 dólares por cabeza. Al otro lado, en el vértice superior de la pirámide, 47 millones de personas (el 0,9% de toda la población) concentran más de 158 billones de euros, un número que representa casi el 45% del patrimonio global. En medio están aquellos que tienen entre 100.000 y un millón de dólares, que representan el 10% de la población y tienen el 39% de la riqueza, y los que oscilan entre los 10.000 y los 100.000 dólares: el 32% de la gente, el 15% del patrimonio total y el estamento que más crece año a año, gracias a la prosperidad de economías emergentes como China y a la expansión de la clase media, tal y como apuntan desde la entidad financiera.

Evidentemente, parece que faltan mayordomos para tanto millonario. Esta no es la única franja que ve subir el número de miembros. Según las estimaciones de Credit Suisse, hay 46,8 millones de ultrarricos (más de un millón de dólares en patrimonio financiero) en el mundo, un incremento de 1,1 millones de personas respecto a los datos del pasado ejercicio. La mayor parte de los nuevos integrantes (675.000 personas) proviene de Estados Unidos, uno de los países con más riqueza media por adulto, junto a Suiza, Japón o Países Bajos. España ha quintuplicado en una década el número de grandes fortunas. España también ve crecer sus grandes fortunas, y roza el millón de personas que entran en este selecto club, que cuenta hoy con 979.000 miembros en el país. Esto supone un incremento de más de 33.000 personas respecto a 2018, cuando la cifra se situaba en los 945.000 individuos. Y quintuplicar la cifra correspondiente a 2010, cuando empezaron a vivirse los primeros conatos de la crisis económica de 2008. Entonces, el número de grandes fortunas era de 172.000 en España. Hay datos interesantes sobre la creación de la riqueza en España. En el último año, el número de millonarios (en dólares) en nuestro país ha aumentado de 945.000 a 979.000 de un total de 47 millones a escala mundial, lo que sitúa a España en la décima posición. Se prevé que el número de millonarios españoles crezca un 42% adicional en los próximos cinco años. El Credit Suisse Research Institute, el think tank de la entidad suiza, también reserva un apartado para los ultramillonarios (UHNW en inglés), aquellos que cuentan con un patrimonio superior a los 50 millones por cabeza. Según el informe, a mediados de 2019, un total de 55.920 adultos poseían 100 millones o más, y 4.830 de ellos disponían de activos netos por encima de los 500 millones. América del Norte encabeza la lista regional de UHNW, con 84.050 individuos (50% del total), mientras que Europa cuenta con 33.550 (20%) y Asia-Pacífico, excluyendo China e India, 22.660 (14%). En España, un total de 61 individuos tienen más de 500 millones por cabeza. Las previsiones para los próximos cinco años apuntan a un crecimiento mayor. Es previsible que la riqueza mundial aumente un 27% en el siguiente lustro hasta los 459 billones. Los países con rentas bajas y medias serán responsables del 38% del crecimiento, a pesar de que solo representan el 31% de la riqueza actual. El crecimiento en los países con ingresos medios será el principal motor de las tendencias mundiales y el número de millonarios también aumentará notablemente hasta alcanzar casi 63 millones, mientras que el número de UHNWI llegará a las 234.000 personas.

No es malo que haya grandes fortunas en España. Lo negativo son las diferencias enormes en el poder adquisitivo de los españoles. Eso es lo grave y lo que no parece tener solución o, más bien al contrario, va en aumento.

SUSANA ÁLVAREZ OTERO ES PROFESORA TITULAR DE ECONOMÍA FINANCIERA DE LA UNIVERSIDAD DE OVIEDO E INVESTIGADORA VISITANTE DE LA UNIVERSIDAD DE CAMBRIDGE.