Esta pasada semana si por algo ha destacado es por los anuncios de beneficios récord de la banca, como señalo en el titular en el día de hoy. Destaco especialmente dos.
CaixaBank cerró 2023 con un beneficio de 4.816 millones de euros, un 53,9 % más que en 2022, impulsado por el alza de los tipos de interés. Según ha comunicado esta semana a la CNMV, el supervisor bursátil español, el grupo sumó unos ingresos recurrentes, derivados de la actividad bancaria, de 15.137 millones, un 31,6 % más que en 2022. En concreto, el margen de intereses, es decir, la diferencia entre la rentabilidad del activo, como los créditos concedidos, y los intereses pagados por el banco, se situó en 10.113 millones de euros, por lo que repuntó un 54,3 %. Por otro lado, Caixabank confirma que mantendrá la sede social en Valencia.
El crecimiento del margen de intereses, favorecido por el incremento de los tipos y por la gestión de la red comercial, compensó la caída de las comisiones netas, que bajaron un 5,1 %, en línea con el conjunto del sector. CaixaBank ha detallado que las comisiones bancarias recurrentes se redujeron un 9,4 % en tasa interanual por la eliminación de las comisiones de custodia de depósitos de grandes empresas y por las bonificaciones aplicadas en los programas de fidelización de clientes. De esta forma, el margen bruto, que es el que aglutina todos los ingresos corrientes de la entidad, cerró 2023 en 14.231 millones, lo que supone un aumento del 28,3 % respecto a 2022, impulsado por el tirón del margen de intereses, el resultado de la actividad de seguro (+ 19,6%) y de las participadas (+ 26,4%). La buena evolución del grupo hizo que la rentabilidad se disparase en 2023, tanto medida en términos de ROTE -rentabilidad financiera sobre el capital tangible- como de ROE- rentabilidad sobre fondos propios. El ROE cerró 2023 en el 13,2% -frente al 8,3 % de hace un año-, mientras que el ROTE ascendió al 15,6%, cuando en 2022 estaba en el 9,8%, mientras que la ratio de eficiencia mejoró nueve puntos, hasta el 40,9%. CaixaBank se propuso en el plan estratégico en vigor que su ROTE superara el 12% en 2024 y al cierre de 2023 ya había rebasado con creces ese umbral, por lo que en la presentación de las cuentas del tercer trimestre el banco ya dijo que trabajaba en una actualización del plan estratégico.
Por su parte, Sabadell logró un beneficio récord de 1.332 millones, el 55,1% más que en el ejercicio anterior. Este resultado récord se sustentó, según la entidad, en un incremento del margen de intereses y en una reducción del volumen de provisiones por la mejora de la calidad de crédito de la entidad, factores que compensaron la reducción del cobro de comisiones a clientes y el aumento de la factura fiscal. El banco elevó su rentabilidad sobre recursos propios (ROTE) hasta el 11,5% y situó su ratio de capital de primera categoría (CET1) en el 13,21%. En el caso de su marca asturiana (Sabadell-Herrero), la entidad informó de que amplió su base de clientes con 6.011 nuevas incorporaciones (4.234 particulares y 1.777 empresas) y que sumó 16.100 clientes particulares adicionales en banca digital. El saldo de inversión al final del año pasado se situó en Sabadell-Herrero en 3.100 millones de euros y su balance se cifró en 10.051 millones, frente a 3.296 millones y 10.288 millones, respectivamente, al término de 2022.
Cambiando de tercio, destacar que los funcionarios ganan un 6,9% en su plan de pensiones. Si no hay nuevos presupuestos se frustran las expectativas de las gestoras de recuperar las aportaciones de estos productos. El plan de pensiones de los funcionarios de la Administración General del Estado (AGE), el que tiene más partícipes en España, logró el año pasado una rentabilidad del 6,92%. Esta cota está 0,44 puntos porcentuales por debajo de la ganancia de los fondos de pensiones de empleo, que se anotaron una media del 7,36%, según Inverco. El plan está gestionado por BBVA a través de su filial Gestión de Previsión y Pensiones (GPP), que tiene a CCOO y UGT como accionistas minoritarios. La depositaria es también BBVA. Sus 499.410 partícipes y 16.900 beneficiarios se reparten un patrimonio de 566 millones de euros de 2023. Invierte el 50% en renta fija, el 32% en acciones, el 13% en activos alternativos y el resto está en cuenta corriente y monetarios. El fondo de pensiones de AGE registró solo 1,5 millones de aportaciones y pagó prestaciones por 24,5 millones de euros, de forma que las aportaciones netas arrojan una cifra negativa de 13 millones, según los datos de Inverco. Las aportaciones de las administraciones públicas a los planes de pensiones de empleo de sus trabajadores están suspendidas desde que en 2011 el Gobierno las congeló para reducir gastos y afrontar los problemas generados por la crisis financiera de esos años. Ahora, las gestoras piden que se reanuden las aportaciones a estos fondos. La Seguridad Social apoya esta reivindicación que necesitaría el visto bueno de Hacienda para su aprobación que debería tener habilitada una partida en los presupuestos generales del Estado.
Y, finalmente, una destacada noticia a nivel europeo: Calviño avanza que el primer tramo del Fondo de Resiliencia Autonómica será de 3.600 millones y prevé que llegue este año. La presidenta del BEI ha indicado también que España recibió 11.400 millones de euros en 2023, un 14% más que el año anterior. Nadia Calviño, ha avanzado esta semana que el primer tramo del Fondo de Resiliencia Autonómica será de 3.600 millones de euros e indicó que el BEI ha puesto en marcha “todos los trámites necesarios” para poder desplegarlo, con lo que prevé “que se produzca en el curso del año”. Así lo ha trasladado en la presentación de los datos de la actividad del Grupo BEI en España en 2023, donde fue preguntada por el efecto que tendría un retraso en la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) 2024 en la puesta en marcha de este primer tramo del Fondo. Calviño ha señalado que “los Presupuestos determinan el marco para desplegar los fondos europeos”, con lo que aseguró que actualmente el BEI está trabajando con el Gobierno y la Comisión Europea “para que no haya retraso en el despliegue del Fondo de Resiliencia Autonómica”. De este modo, aboga por poner en marcha el primer tramo de inversiones “lo antes posible”, y manifiesta que la previsión es que se produzca a lo largo de este año, concretando que dicho tramo alcanza los 3.600 millones “tomando tanto el BEI como el FEI”. El Grupo Banco BEI está compuesto tanto por el BEI como por el Fondo Europeo de Inversiones (FEI). Respecto a la gobernanza, Calviño ha defendido que “el Gobierno de España es quien tiene que liderar el proceso en cuanto al despliegue en el ámbito nacional”, con lo que se producirá la “cogobernanza” que determine el Ejecutivo. Sin embargo, ha puntualizado que las comunidades autónomas “participarán por supuesto dentro de la gobernanza de este mecanismo”. En mayo del año pasado, Calviño anunció, como vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, que el Gobierno incluiría un fondo de 20.000 millones de euros para impulsar las inversiones sostenibles de las comunidades autónomas en la adenda al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. La adenda incluye este Fondo para impulsar las inversiones sostenibles de las comunidades autónomas. Está gestionado por el BEI y las inversiones pueden ser realizadas por empresas privadas y públicas de todas las regiones en determinados sectores, como vivienda social y regeneración urbana, transporte sostenible, competitividad industrial y de las pymes, investigación, turismo sostenible, economía de los cuidados y gestión de aguas, residuos y transición energética. Es buena noticia, sin duda.
SUSANA ÁLVAREZ OTERO ES PROFESORA TITULAR DE ECONOMÍA FINANCIERA Y CONTABILIDAD DE LA UNIVERSIDAD DE OVIEDO E INVESTIGADORA VISITANTE DE LA UNIVERSIDAD DE CAMBRIDGE