Rediseño de los billetes de 200 euros

En esta pasada semana, Trump desataba otra oleada de desplomes de las Bolsas con el anuncio de aranceles a la UE. Donald Trump insiste en dinamitar todos los puentes con Bruselas. Sin previo aviso y en plenas negociaciones con la Unión Europea, la Casa Blanca ha querido darle una nueva sacudida a la guerra comercial. En un movimiento que reaviva la tensión entre ambos bloques, el presidente estadounidense ha amenazado a la UE con imponer un arancel directo del 50% a todas las exportaciones europeas a partir del 1 de junio. El presidente estadounidense insiste en su narrativa de victimismo económico y asegura que la Unión Europea se formó «con el objetivo de sacar provecho de EE UU en materia comercial». Washington refuerza así su discurso proteccionista y presiona a Bruselas en un momento clave, tras haber rebajado la tensión con China y escenificado un acuerdo «histórico» con el Reino Unido.

Saltando el charco y yendo a lo que destaco en el titular del blog en el día de hoy, se están rediseñando los billetes de 200 euros. Los primeros billetes en euros se introdujeron el 1 de enero de 2002. Ahora, más de veinte años después, se está preparando una nueva serie de billetes en euros. El momento de la emisión de la nueva serie se decidirá en una fase posterior. Para el rediseño de los billetes el Consejo de Gobierno del BCE tendrá en cuenta la opinión de ciudadanos y expertos antes de adoptar una decisión definitiva sobre el nuevo tema y los nuevos elementos gráficos.

El Eurosistema está trabajando en el diseño de una nueva serie de billetes en la que los ciudadanos están teniendo un papel muy importante. El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha seleccionado «La cultura europea» y «Ríos y aves» como posibles temas para los futuros billetes en euros. La decisión tiene en cuenta los resultados de unas encuestas llevadas a cabo en el verano de 2023, en las que los europeos expresaron sus preferencias en relación con siete temas preseleccionados. Se espera que el Consejo de Gobierno elija los diseños finales y decida cuándo producir y emitir los nuevos billetes en 2026. El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha seleccionado motivos para ilustrar los dos posibles temas de los futuros billetes en euros. «La cultura europea» recuerda el patrimonio común y a europeos célebres. «Ríos y aves» se centra en la resiliencia y diversidad del mundo natural, complementadas por las instituciones europeas. La decisión tiene en cuenta las sugerencias de dos grupos consultivos multidisciplinares de toda la zona del euro, así como las preferencias expresadas por más de 365.000 europeos en las encuestas públicas realizadas en verano de 2023 y en las reuniones con grupos focales mantenidas entre diciembre de 2021 y marzo de 2022. «Nos complace presentar motivos de la vida real que reflejan nuestro compromiso con Europa y ensalzan su patrimonio cultural y entorno natural», señaló Christine Lagarde, presidenta del BCE. «Los nuevos billetes simbolizarán nuestra identidad europea común y la diversidad que nos hace fuertes».

 

En el ámbito doméstico, se presenta el cerco al uso turístico de la vivienda: 21% de IVA para pisos vacacionales y un nuevo impuesto para compradores extracomunitarios. La proposición de ley del PSOE en el Congreso define dos de las propuestas del Gobierno para limitar el impacto del turismo en el mercado inmobiliario. La proposición de ley presentada por el Grupo Socialista en el Congreso, con una extensa batería de medidas fiscales que sacude el mercado de la vivienda, tiene uno de sus focos en los usos turísticos de las casas. Para ello, concreta dos medidas anunciadas en el último año: el cobro de IVA a los apartamentos turísticos y un recargo para la compra de pisos por parte de extranjeros. La primera de estas iniciativas, el recargo de IVA a casas vacacionales, estaba en el punto de mira del Gobierno desde hace tiempo. Parte de un debate a nivel comunitario, que coincide con la iniciativa europea de habilitar un registro único de arrendamientos y permitir a los estados gravar los alquileres de corta duración, en la que España ha tomado la delantera. Ahora, además de ese registro obligatorio, el Ejecutivo busca cerrar la manera de hacer tributar a una actividad que considera un negocio que nada tiene que ver con el uso residencial de las casas, un asunto que ya había abordado en la negociación presupuestaria que PSOE y Sumar llevaron a cabo a finales del año pasado (y que quedó frustrada ante la dificultad de sacar adelante las cuentas públicas con los actuales equilibrios en el Congreso). Para ello modifica la Ley del Impuesto sobre del Valor Añadido (IVA), especificando que en adelante, además de los supuestos anteriores, también tributarán un 21% los arrendamientos por un tiempo inferior a 30 noches. De hecho, estos alojamientos quedan específicamente excluidos en el artículo que reduce el IVA de algunos conceptos al 10%. Es decir, pagarán el máximo impuesto al consumo previsto en la legislación. Para no penalizar los pisos turísticos en pequeñas poblaciones se hace una excepción en aquellos municipios con 10.000 o menos habitantes. Es decir, en estas localidades no pagarán IVA los arrendamientos de corta estancia. La ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, ha reiterado en muchas ocasiones que el alquiler vacacional sí puede tener un efecto positivo, de dinamización de la economía e incluso fijación de población, en pequeños municipios. Esta excepción, por tanto, parece adecuarse a esa idea. En cuanto al recargo a la compra de vivienda para ciudadanos extranjeros, la proposición de ley del PSOE crea una nueva figura tributaria. Esta es bautizada como Impuesto Complementario Estatal sobre la Transmisión de Bienes Inmuebles a no Residentes en la Unión Europea. Es decir, queda claro que no se aplicará a personas con la condición de residentes en la UE, ya que penalizar la compra de inmuebles en esos casos entraría en contradicción con principios comunitarios fundamentales como el de libre circulación y residencia de personas. El impuesto se aplica sobre “bienes inmuebles situados en España” o por “la constitución y cesión de derechos reales que recaigan en los mismos”, tales como una transmisión del usufructo. Y la norma que lo desarrollará excluye a “empresarios o profesionales en el ejercicio de su actividad económica”, a no ser que sean casos en los que no se paga IVA por la operación (es decir, cuando se entiende que hay una finalidad residencial, no vinculada con la actividad económica). Para calcularlo se tomará como referencia el valor de mercado del inmueble (a menos que en el catastro tenga una valoración superior, lo que no es habitual). “La cuota íntegra del impuesto se obtendrá aplicando a la base imponible el tipo de gravamen del cien por ciento”, señala el texto propuesto. Es decir, que al margen de algunas deducciones que se contemplan, el nuevo impuesto doblará virtualmente el precio de la vivienda para los extranjeros residentes fuera de la UE que deseen comprar una casa en España. Esta propuesta es una de las que presentó el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. De facto, supondría cortocircuitar el mercado de compra de vivienda por parte de no residentes en la UE. La medida duplicaría el coste de la compraventa. De acuerdo con los datos de los registradores de la propiedad, el año pasado los extranjeros compraron más de 93.000 casas en España, un 14,6% del total de viviendas que cambiaron de manos. Pero la mayoría de ellas corresponden con nacionalidades comunitarias o extracomunitarias de personas que tienen permiso de residencia como la comunidad marroquí (la tercera con mayor número de operaciones) o la china. Entre británicos (los compradores extranjeros más frecuentes, con un 1,2% del total del mercado), rusos, estadounidenses y otras nacionalidades (en general de países latinoamericanos) engloban en torno a un 5% del total del mercado.

En noticia interesante para los hipotecados, el euríbor de mayo acumula una media del 2,081%. Esta posible caída del euríbor por debajo del 2% se antepone frente a las perspectivas bimestrales que Funcas compartió en marzo de este año, cuando consideraba que el índice cerraría el último mes del año en el 2,22%. Ahora, la media mensual de mayo ya se encuentra en un 2,081%. De hecho, el mercado no se hubiese sorprendido si el hito hubiese llegado este mismo mes. Sin embargo, la incertidumbre que ha llevado varios datos diarios al alza ya ha descartado la opción. Si el BCE vuelve a bajar tipos en las próximas reuniones, del 5 de junio o del 24 de julio, se aceleraría el derrumbe del índice, ya que el margen entre este indicador y los tipos de interés oficiales se reduciría mucho. Este derrumbe del euríbor por debajo del 2% dará aire a los hipotecados a tipo variable, que, conforme evoluciona la tasa y revisan su contrato hipotecario, ya sea semestral o anualmente, ven abaratarse su cuota a final de mes. Aquellos que actualicen el precio de su contrato con el dato de abril, del 2,143%, lo verán bajar desde el 3,703% que se apuntó en el mismo mes del año anterior o desde el 2,691% de octubre (para quien se guíe por el dato semestral). Si la previsión de Funcas se cumple y septiembre registra un euríbor medio del 1,96%, quienes actualicen su hipoteca con ese dato, la verían descender casi un punto porcentual desde septiembre de 2024 (cuando la tasa alcanzó un 2,936%) o desde el 2,398% de marzo.

Cambiando al tema de la OPA que nos ocupa últimamente, Josep Oliu afirma: «Los accionistas decidirán; yo defiendo que BBVA y Sabadell generan más valor separados». El presidente del Sabadell asegura que en una de las últimas fases de la opa del BBVA a Banco Sabadell (que no la definitiva), «los accionistas tendrán su decisión. Veremos cuál es. Yo he defendido que, hoy por hoy, piesno que como proyecto BBVA y Banco Sabadell generan más valor separados que juntos». No obstante, asegura que serán los accionistas cuando vean las condiciones y valor de la opa los que decidirán si quieren embarcarse en es eproyecto junto a BBVA o no. Una decisión que puede llegar tras la fase 3 actual de la opa y que se pueda llevar a cabo desde finales de junio y hasta septiembre. Así se ha pronunciado Oliu en la terraza de Panoramis Life & Business, la conferencia circular del Cámara Business Club, el foro de encuentro empresarial impulsado por la Cámara de Alicante. Pero no solo ha hablado de eso. Oliu ha destacado que el Sabadell «es un banco que tiene alma, y esta alma es difícil que se reproduzca en casa ajena. Nació del espíritu de la entidad que surgió en Sabadell hace 140 años para satisfacer las necesidades de la ciudad y el sector textil». También lo ha calificado de banco con «un proyecto de integración española dentro de Cataluña». Ha asegurado que su origen es plurifamiliar y su fin es el de ayudar a crear riqueza en las comunidades en la que está presente, con incidencia en la proximidad  y «conociendo a quienes crean empresas» allá donde se encuentran, sea en «alicante, en Oviedo, en Madrid…». Sobre la opa de BBVA, Oliu ha apuntado que «hay un clamor social y empresarial en contra de la opa» y ha destacado que es necesario, «antes de avalar una operación en la que los clientes objetivos están en contra», valorar las perspectivas. Sobre el BBVA ha asegurado que «tiene un proyecto internacional muy importante y lo ha hecho muy bien» pero que se trata de un modelo de negocio distinto del Sabadell, cuyo objetivo, ha insistido, «es España y dar servicio a empresas de las distintas comunidades autónomas». Para Oliu, el riesgo de accionistas para apostar por el Banco Sabadell es bajo y es mayor para el BBVA.

Cambiando de tercio, las exportaciones se sitúan en niveles récord y el déficit comercial se dispara un 86,3% hasta marzo. Las exportaciones a Estados Unidos aumentaron un 2,6% entre enero y marzo hasta los 4.371,8 millones de euro. El déficit comercial se situó en los 15.099,6 millones de euros entre enero y marzo de este año, un 86,3% por encima del saldo negativo de 8.105,1 millones del mismo periodo de 2024, según el Informe Mensual de Comercio Exterior del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa. El resultado responde al incremento de las exportaciones de mercancías españolas en un 2,6% en el primer trimestre del ejercicio hasta los 95.873,4 millones, la segunda mayor cifra para un primer trimestre, y al aumento de las importaciones en un 0,1% hasta sumar 110.973 millones de euros. Por su parte, la tasa de cobertura, el cociente entre las exportaciones y las importaciones en porcentaje, se situó hasta marzo en 86,4%, unos 5,6 puntos por debajo de la cifra registrada en el mismo periodo del año anterior. Al mismo tiempo, el déficit energético se elevó en el primer trimestre a 9.529,7 millones de euros, lo que supone un incremento del 17,4% respecto al mismo periodo de 2024, mientras que el saldo no energético se disparó a un déficit de 5.569,9 millones frente al superávit de 8,8 millones registrados hasta marzo del año anterior. Los países respecto a los cuales la economía española registró los mayores superávit, según el ministerio, fueron Francia (4.667,6 millones de euros), Portugal (4.110,2 millones) y Reino Unido (3.432,6 millones). En relación a Estados Unidos, las exportaciones aumentaron un 2,6% hasta situarse en los 4.371,8 millones de euros en el primer trimestre, en línea con el conjunto de las exportaciones españolas para este periodo. Los sectores con mayores superávits fueron, por orden, alimentación, bebidas y tabaco (5.097,5 millones de euros), semimanufacturas no químicas (1.794,2 millones), otras mercancías (1.550,7 millones) y el sector de la automoción (785,4 millones). El número de exportadores regulares (aquellos que han exportado más de 1.000 euros en el año de referencia y en cada uno de los tres años inmediatamente precedentes), creció un 1,1% en el acumulado hasta marzo de 2025 hasta los 39.176 exportadores. Estos exportaron por valor de 92.569,6 millones de euros, el 96,6% del total y un 3,1% más que en el mismo periodo del año anterior. El déficit comercial hasta marzo escaló más del doble hasta los 5.481,8 millones de euros, por encima de los 2.026 millones registrados en el tercer mes de 2024. Las exportaciones aumentaron un 8,5% interanual hasta los 34.119,9 millones de euros, el segundo mayor valor de la serie para el tercer mes del año. Por su parte, registraron los 39.601,7 millones de euros, segundo mayor valor de la serie para el mes de marzo, tras subir un 18,3%. Por su parte, el superávit comercial con la Unión Europea alcanzó los 1.539,3 millones de euros, manteniéndose de forma ininterrumpida desde enero de 2017. Los mercados de destino con los que se alcanzaron los mayores superávits en marzo fueron Francia (1.633,4 millones de euros), Portugal (1.333,9 millones) y Reino Unido (1.166,2 millones). Según ha puesto de relieve el Ministerio de Economía, en el complejo contexto internacional, las exportaciones españolas de mercancías en el mes de marzo mostraron una mayor fortaleza que los registrados por la zona euro (8,0%) y la Unión Europea-27 (7,5%). Por sectores, destacaron los superávits en alimentación, bebidas y tabaco (1.715,3 millones de euros), semimanufacturas no químicas (745,4 millones), otras mercancías (452,6 millones) y en el sector automóvil (97,6 millones).

Por su parte, Hacienda obliga a tributar la compra de vivienda protegida por el valor de referencia aunque sea mayor que el precio.

La Dirección General de Tributos (DGT), órgano directivo del Ministerio de Hacienda, aclara que los ciudadanos que compren una vivienda de protección oficial deben pagar el impuesto de Transmisiones Patrimoniales en función del valor de referencia que fija el Catastro, aunque se haya pagado menos por el inmueble porque su precio está limitado por la Administración. La consulta, del pasado 21 de marzo, señala que el contribuyente está obligado practicar la correspondiente autoliquidación por el valor de referencia, y una vez abonada, si considera que el valor asignado perjudica sus intereses legítimos, entonces podrá reclamar a la Agencia Tributaria la devolución de lo tributado de más. Cabe recordar que, desde el 1 de enero de 2022, se utiliza el valor de referencia de los inmuebles para calcular los impuestos a pagar por Transmisiones (si se ha comprado el bien) y por Sucesiones y Donaciones (si se ha heredado o recibido). La Dirección General del Catastro fija anualmente el valor de referencia de los inmuebles en función de los precios medios de las compraventas de la zona, según la información de los notarios y secretarios judiciales. Aunque el valor de referencia se sitúa cerca del de mercado, no puede superarlo, por lo que se aplica un coeficiente para minorarlo. Además, es distinto a lo que se conoce como el valor catastral de un inmueble, que suele ser más bajo, y se calcula en función de los metros o uso del bien.

Y es que la tributación efectiva por vivienda en España es 24 puntos mayor que la media de la UE, lo cual, evidentemente es una muy mala noticia para los españoles. La tributación efectiva -que mide los incentivos fiscales para invertir en vivienda para ser ocupada por los propietarios- que los españoles pagan por su vivienda es la más alta de los países de la Unión Europea y la segunda de los países de la OCDE -por delante solo se encuentra Canadá-. Así lo confirma el informe titulado «La fiscalidad de la vivienda en España», una propuesta de mejora elaborado por el Instituto de Estudios Económicos (IEE). En España, la tributación efectiva marginal sobre vivienda en propiedad es del 30,3%, lo que significa que, por cada compra antes de impuestos, se pierde el 30,3% debido a la carga fiscal, dejando al inversor con solo el 69,7% de lo que habría obtenido en un escenario sin imposición sobre la vivienda. España es el país menos atractivo para invertir de la Unión Europea -o el segundo de la OCDE- o que cuenta con el sistema tributario menos competitivo de los 27. Mientras, la media de la UE se sitúa en el 6,5% y de los 27 países miembros, solamente 12 de ellos se sitúan por encima de la media, entre los que se encuentran Francia (22,3%), Letonia (21,8%), Grecia (20,6%), Bélgica (19,5%), Alemania (19,4%), Austria (15,5%), Portugal (15%), Bulgaria (9,5%), Suiza (8,4%), Eslovenia (7,9%) e Irlanda (6,6%) con una décima por encima de la media, siendo los que cuentan con una tributación efectiva más alzada. En el otro lado de la tabla, se encuentran Países Bajos, que es el país con una menor tributación efectiva al encontrarse en negativo, con un -17,8%, siendo la nación más rentable para adquirir una vivienda para uso propio, Estonia (-14,1%), Italia (-12,3%), Suecia (-11,9%) y Dinamarca (-8,5%). En estos países, la inversión en vivienda está subvencionada por el sistema fiscal, por lo que la tasa efectiva de imposición marginal será negativa cuando las deducciones y los créditos aplicados a las inversiones inmobiliarias superan los impuestos recaudados durante la inversión.

SUSANA ÁLVAREZ OTERO ES PROFESORA TITULAR DE ECONOMÍA FINANCIERA Y CONTABILIDAD ACREDITADA PARA CÁTEDRA DE UNIVERSIDAD E INVESTIGADORA VISITANTE DE LA UNIVERSIDAD DE CAMBRIDGE.