Homenaje a Ortiz

Hasta la década de los 90, en el Sporting era costumbre organizar un partido de homenaje a un jugador que se despedía después de, por lo menos, diez temporadas de estancia en el primer equipo rojiblanco. El beneficio de los partidos se destinaba al futbolista que dejaba la práctica activa del deporte. El cinco de mayo de 1964, al finalizar la temporada, el distinguido fue el legendario Pepe Ortiz, tras doce campañas consecutivas en el equipo. El rival de los rojiblancos fue el Guadalajara mexicano. El partido acabó en empate a un gol, con Novoa como goleador de los gijoneses. La formación que aparece en la fotografía, de izquierda a derecha, de pie, es la compuesta por Molinuevo, Cobo, Florín, Alonso, Medina, Alberto, Eraña y Emery. Agachados, Solabarrieta, Montes, Biempica, Ortiz, Félix Llamazares y Amengual. También jugaron el encuentro frente a los aztecas Miranda, Uribe y Novoa. Ortiz jugó unos minutos, para dejar sitio a Solabarrieta y recibir la ovación de gala en el relevo.