Hoy, al llegar al polideportivo, vi una carta escrita a mano encima de mis bártulos. Desde Ciñera, Laura Martínez Pereira, de veintiséis años, nos ha escrito misivas, una por cada mujer asturiana en la marcha, cuatro en total. En la mía me cuenta que somos un orgullo para ella y que le servimos de inspiración, siendo como es descendiente de familia minera. Me ha emocionado muchísimo, y también ha sido el germen de otra idea: ¿Por qué no hacer lo mismo con nuestros compañeros encerrados de los Pozos Candín y Santiago? Dicho y hecho. Ya estamos redactando una carta que vamos a hacerles llegar, abajo, a la mina,  para que no caigan en el desánimo y sepan todo el apoyo con el que cuentan, tanto ellos como nosotros. Y es que es ya el encierro más largo de la historia de la empresa pública del carbón.

Por ello, por esa determinación que muestran, queremos que sepan que ellos son nuestra inspiración y que admiramos su coraje en esta lucha, que hoy, ha recibido el portazo en las narices del ministro Soria. Solo puedo decir que no está capacitado para llevar los temas de Industria. No es serio. Me pregunto si pretende darnos un escarmiento para que nadie más luche por sus derechos.

La marcha entra en Tordesillas con el puño en alto ::Eva Mayordomo