¡Ojo al chiringuito!

Se han registrado subidas generalizadas en los mercados de renta variable europeos con las miradas puestas en los resultados empresariales, en una semana en la que se relajaban, de alguna manera, las tensiones geopolíticas. No obstante, continuaba la tensión comercial entre EE.UU. y China, estableciéndose mutuamente nuevas sanciones comerciales.

A nivel europeo, conocíamos la divergencia de puntos de vista ante la reforma de la UE entre Francia y Alemania, mientras continúa la incertidumbre política en Italia. A nivel macro, los datos publicados en Europa se encontraban por debajo de lo esperado, mientras que en EE.UU. sorprendían de manera positiva.

En el entorno doméstico, el FMI mejora la previsión de crecimiento de la economía española hasta el 2,8% en 2018. Son cuatro décimas más que la anterior proyección del organismo y también eleva al 2,2% el avance del PIB en 2019. El FMI se suma a las revisiones al alza de la economía española realizado por otras instituciones en las últimas semanas. De hecho, es la segunda mayor revisión al alza que se recoge en el informe presentado esta pasada semana. Con este cambio, el FMI muestra un optimismo superior a la previsión del Gobierno del 2,7%, una cifra que fue calificada por el Ejecutivo como «prudente». Asimismo, la organización también mejora hasta el 2,2% su previsión del PIB para 2019, una mejora de una décima respecto a la anterior proyección.

Me parece muy relevante destacar, amable lector, que Moody’s da un aprobado alto a España pese a la duda con los Presupuestos. Es su primera revisión en dos años y valora la recuperación de la economía, con una base «más amplia y sostenible», aunque ve una Cataluña aún inestable.

Con esto, España ya tiene el póquer de agencias internacionales de calificación que buscaba, respaldando la recuperación económica del país y ayudando con sus mejoras de calificación crediticia a que al Tesoro Público le cueste menos financiarse. Moody’s, en su primera revisión de la nota española desde febrero de 2016, anunció esta semana que la eleva de Baa2 a Baa1, esto es, de aprobado medio a alto. No es mucho, pero tampoco se esperaba más pues incluso los más pesimistas temían que volviera a dejar su ‘rating’ sin cambios. No fue así porque, según la agencia estadounidense, el crecimiento económico del país refleja «un equilibrio cada vez mayor», incluso con «fundamentos mejorados» de la banca que, a su juicio, ahora sí «superan» el efecto «arrastre» negativo de factores políticos e institucionales, desde Cataluña a la debilidad parlamentaria del Gobierno. No es, sin embargo, el notable (A) que le habían concedido en meses precedentes las otras dos grandes agencias, Fitch y S&P, además de la firma canadiense DBRS, una de las cuatro que el BCE toma como referencia y la única contratada hoy en día por el Ejecutivo. En líneas generales, eso sí, coincide con su análisis sobre lo que pasa en España y sus perspectivas.

Con todo, la reacción del Ejecutivo tras conocer la revisión de la agencia estadounidense -entre cuyos dueños está el magnate Warren Buffet- fue claramente positiva. El propio presidente Mariano Rajoy, vía Twitter, achacó el nuevo aprobado alto a «las reformas del Gobierno y el esfuerzo de los españoles». «Ahora no podemos parar», concluyó. Por su parte, el ministro de Economía, Román Escolano, valoró que Moody’s, como antes otras firmas de ‘rating’, «reconozcan que se han producido cambios estructurales importantes». «La economía española –valoró- presenta un crecimiento más robusto, diversificado y equilibrado».

Exactamente lo mismo que pienso que yo; sin embargo, si  la inestabilidad política lleva a nuevas elecciones, el seguimiento de esta política, me temo que no se podrá lograr y eso perjudicará, sin duda, al país.

A nivel bancario, quisiera llamar la atención sobre el hecho de que el Banco de España insta a la banca a mejorar su atención a las quejas de clientes. Reclama más claridad y agilidad tras el peor trato dado en la crisis y pide respuestas más razonadas y ligadas a la nueva jurisprudencia. Los abusos bancarios condenados por la justicia han puesto en pie de guerra a los consumidores. El departamento de reclamaciones del Banco de España registró más de 40.000 quejas el año pasado, un récord histórico. Para acudir a él, sin embargo, los consumidores deben dirigirse antes al servicio de atención a clientes de las entidades, que registran ya más de un millón de quejas al año. Ante su deficiente funcionamiento, que el supervisor viene criticando en los últimos años al certificar que ha empeorado durante la crisis, el Banco de España ha decidido distribuir a las entidades un protocolo de mejora del servicio de atención a clientes en el que insta al sector a ofrecer respuestas más ágiles, sencillas y ajustadas a las resoluciones judiciales.

Las recomendaciones del supervisor están basadas en una inspección de los servicios de atención a clientes de 226 entidades financieras incluyendo 24 actuaciones específicas de supervisión en los bancos de mayor tamaño encaminadas a valorar pormenorizadamente y, en su caso, corregir las deficiencias detectadas en el funcionamiento de estos departamentos. Como resultado, el Banco de España ha remitido a la banca una serie de pautas de mejora en tres ámbitos: la configuración y medios con que deben contar estas áreas; los criterios para tramitar y resolver las reclamaciones; y los mecanismos de seguimiento y control. En el primer campo, el supervisor insta a la banca a mejorar la independencia de los departamentos de atención al cliente, que solo deben colgar de las áreas de control del banco y nunca de las líneas de negocio de la entidad. El objetivo es evitar conflictos de interés, lo que también pide aplicar al seleccionar al responsable del departamento, que debe ser un profesional con experiencia y demostrada honorabilidad que no prime los objetivos comerciales de la entidad sobre los posibles abusos detectados. Del mismo modo, la remuneración del personal no debe incluir incentivos perversos (como primas por negar la razón al cliente). En su lugar, debe ligarse a objetivos positivos como la reducción del número de quejas o el grado de satisfacción del consumidor.

Considero un buen indicador del nivel de confianza de los españoles el hecho de que se haya producido un incremento en el número de españoles que viajaron en 2017, que fueron un 6,5 % más en 2017 . Los residentes en España emprendieron 193,7 millones de viajes en 2017, un 6,5 % más que un año antes, con un gasto que superó en un 6,9 % el desembolso global de 2016, hasta los 44.233 millones de euros, según los datos difundidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Los españoles no solo viajaron más durante todo el año pasado, sino que el gasto en sus desplazamientos se disparó hasta los 44.233 millones de euros, una cifra un 6,9 % superior a la del desembolso global de 2016. El 91,1 % de estos desplazamientos tuvo como destino principal España y el 8,9 % de los viajes fue al extranjero. Por comunidades autónomas, el destino más visitado en 2017 fue Andalucía, que acumuló el 16,8 % del total de los viajes, seguida por Cataluña, con el 13 %, y la Comunidad Valenciana, con el 9,6 %. Los destinos menos visitados fueron La Rioja, con el 0,9 % del total; Navarra, con el 1,5 %, y Baleares (1,7 %). Con respecto a las mayores partidas del gasto de los españoles en sus viajes, el 23,7 % del total se desembolsó en bares y restaurantes; otro porcentaje igual se destinó al transporte y un 22 % se dedicó al alojamiento.

Pero lo que más me ha llamado la atención esta semana, al margen de la importancia que tiene destacar este tipo de noticias para prevenir respecto a fraudes financieros, es la intervención del chiringuito financiero por parte de la Policía. 79 personas fueron detenidas el pasado lunes en una operación para desmantelar un chiringuito financiero, en la mayor intervención registrada hasta la fecha para perseguir este tipo de delitos. El chiringuito financiero estafó desde su creación más de 12 millones. Uno de los nombres con los que operaba era Stockscall. Los investigadores consideran que los tres máximos dirigentes habían creado una “organización criminal dedicada a la comisión masiva de estafas”. Solo desde que arrancó la investigación, el pasado septiembre, habrían estafado más de 2,5 millones de euros, aunque la cantidad supera los 12 millones de euros desde su creación, antes del año 2016, según fuentes de la investigación.

El 5 de diciembre de 2016, la CNMV alertó sobre esta firma. La incluyó en su lista negra por ser una “entidad no autorizada para prestar servicios de inversión”. Entonces, contaba con oficinas en la primera planta del edificio 75 de la calle Albasanz que albergaba un call center con más de 40 personas. Realizaban llamadas continuas a una lista de clientes susceptibles de caer en sus redes. La firma utilizaba para contactar a su víctimas nombres de la base de datos de la antigua eafi Dracon Partners. “Yo te voy a llevar de la mano en toda la operación, sé que tú no tienes ni idea; yo cuento con eso, con que los clientes de Bolsa entendéis de vuestro negocio, no de Bolsa. Yo te doy la compra”. Así convenció una teleoperadora de la firma a uno de los afectados que ofreció su testimonio. De hecho, los detenidos el lunes eran mayoritarimente comerciales que se encargaban de llamar por teléfono a clientes y convencerlos de invertir sus ahorros a través de sociedades de la trama desmantelada. Los promotores del chiringuito creaban páginas web atractivas, con denominación inglesa y datos de contacto en el extranjero. Entre los países están Reino Unido, Bulgaria –la sede de Stockscall, cuya página web, www.stockscall.com, continuaba ayer activa, Islas Marshall, San Vicente y Granadinas… Los clientes, una vez que accedían a invertir, daban sus datos bancarios y otro departamento se encargaba de cobrar una comisión del 10% del importe supuestamente invertido.

De acuerdo con la Policía Nacional, el chiringuito no llegaba a contratar ningún tipo de producto financiero en nombre del cliente. Cuando el particular pedía recuperar el dinero, le decían que lo había perdido todo con las inversiones. Stockscall no utilizaba ninguna guía para buscar los teléfonos de sus víctimas potenciales. Esta entidad –es decir, el chiringuito desmantelado el lunes por la Policía– utilizaba nombres de la base de datos de Dracon Parnets, la primera eafi a la que la CNMV revocó la licencia. Fuentes conocedores del modus operandi de estas estafas explican que las víctimas suelen ser reincidentes, de ahí que exista un mercado negro con los datos de contacto de estos potenciales estafados.

La trama contaba con un personal instruido y capacitado para captar potenciales clientes mediante llamadas telefónicas. Una vez que el futuro cliente se mostraba interesado en invertir, le bombardeaban con ofertas sobre diversos productos financieros complejos. Entre ellos, warrants y opciones binarias sobre acciones o sobre materias primas como oro, maíz, petróleo… Los comerciales insistían a los clientes que esas inversiones implicaban alta rentabilidad asumiendo un riesgo mínimo. Además, cuando daban con clientes especialmente precavidos los convencían manifestando que ellos mismos invertían en el producto ofertado. Cada cliente afectado era explotado hasta que dejara de invertir. Era habitual que antes de que concluyera una inversión le ofrecieran otras nuevas opciones. Así, insistían hasta que el cliente solicitara recuperar lo invertido o disponer de sus ganancias, momento en el que se le informaba de que había perdido lo invertido. Además, les remitían unas cláusulas leoninas de unos contratos que los clientes nunca firmaron y dejaban de atender sus llamadas. Los comerciales estaban instruidos con unos guiones predeterminados con los que dar una respuesta rápida a cualquier duda. La trama criminal trató de dificultar el rastreo de sus operaciones cambiando con frecuencia el lugar desde donde operaban los supuestos brókers. Los cabecillas también modificaban sus propios domicilios con frecuencia.

La CNMV llevaba 20 años pisando los talones a la trama del chiringuito desarticulado. Varias pruebas revelan la continuidad del negocio. El supervisor multó a uno de los detenidos en 1997 y 2007. “Desde el principio se veía que Dracon no pretendía operar como una firma de asesoramiento, sino que tenía otros objetivos”.  Los investigadores consideran que los tres máximos dirigentes de la trama (Samper Bravo, un abogado y un condenado por estafa) habían creado una “organización criminal dedicada a la comisión masiva de estafas”.

Estos días, la CNMV ha enviado directrices a quienes estamos suscritos a su web, acerca de cómo prevenirse de los chiringuitos financieros. De nuevo, la única conclusión útil que podemos extraer de todo esto es la gran importancia de la formación financiera en la población para prevenirse de estafas e inversiones altamente arriesgadas.

SUSANA ÁLVAREZ OTERO ES PROFESORA TITULAR DE ECONOMÍA FINANCIERA DE LA UNIVERSIDAD DE OVIEDO E INVESTIGADORA ASOCIADA A LA UNIVERSIDAD DE CAMBRIDGE.