Calviño frente a la CNMV

Europa abría a la baja en el cierre semanal y arrancaba la temporada de publicación de resultados del cuarto trimestre. En la Reserva Federal se produjeron nuevas declaraciones de miembros de la FED, entre ellas la comparecencia de Brainard ante el comité del Senado, sobre la necesidad de actuar de forma rápida para contener la inflación, lo cual marca el sentimiento en renta variable, propiciando la toma de beneficios, en particular, del sector tecnológico, mientras la deuda se mantenía estable.

En términos geopolíticos, las tensiones y los riesgos de conflicto armado siguen escalando, ante el escaso avance de las negociaciones de paz, donde Rusia sigue férrea con su planteamiento de prevenir la entrada de Ucrania en la OTAN y conseguir un retroceso del posicionamiento militar de la OTAN en Europa.

A nivel de política monetaria europea, el BCE señala que cuenta con «un manual de actuación» para reducir la inflación. Lagarde afirma que el organismo se toma «muy en serio» el alza de los precios, que serán siendo elevados en el corto plazo pero confía en que bajarán a lo largo de 2022. La fuerte subida de los precios de los combustibles, el gas y la electricidad ha disparado la inflación, que alcanzará su pico en 2022, al llegar al 3,2%, según predijo el BCE en diciembre. Con todo, el organismo confía en sus herramientas en materia de política monetaria y Lagarde aseguró que tienen claro «cuáles usar y cuándo usarlas».

Por otro lado, la subida de tipos se acelera y deja a los bonos de Alemania y EE UU en máximos de 2019. La rentabilidad del ‘bund’ está a punto de entrar en positivo. Goldman Sachs prevé cuatro alzas de las tasas de EE UU en 2022.  El temor a que la escalada de la inflación siga al alza y los bancos centrales aceleren la retirada de las compras de activos está provocando una liquidación de las carteras de deuda soberana de los gestores y una subida de las rentabilidades. Una venta que se complementa además con una oleada de emisiones por parte de entidades financieras. Gobiernos y empresas, que tratan de ampliar sus colchones de liquidez antes de que empeoren las condiciones del mercado. En un momento en el que los gestores están construyendo sus carteras, los mayores precios que registran las nuevas operaciones están acelerando la rotación hacia unos bonos que pagan precios ligeramente superiores, un fiel reflejo de que la era de los tipos cero tiene los días contados.

A nivel doméstico, pocas buenas noticias. La electricidad termina 2021 un 72% más cara que el año anterior.  Suben con fuerza gasolinas y alimentos, y los peajes bajan el 22,5%. El INE corrige dos décimas el IPC de diciembre, hasta el 6,5%. La subida en vertical del precio de la luz en la segunda mitad de 2021 ha dejado un histórico encarecimiento del 72% en la factura que pagan los hogares por la energía. Una factura que, a su vez, ha sido el principal componente en la escalada de la inflación general: un 6,5% en el año, según los datos definitivos de IPC de 2021 publicados por el INE esta semana. La cifra es dos décimas inferior a la estimada inicialmente a finales de diciembre, y supera en un punto la de noviembre. El panorama que dejan los datos de precios a cierre de año confirma la fortísima presión inflacionista en dos partidas de gran peso en la cesta de la compra: la energía y los alimentos. Además del alza del 72% en la electricidad, los combustibles domésticos se encarecen un 45% (los líquidos) y un 33% (los licuados como propano o butano), y las gasolinas un 24%. El aceite de oliva, la carne y la pasta, por su parte, son al menos un 15% más caros que en diciembre de 2020.

Como refiero en el título de la entrada del blog en el día de hoy, en el ámbito de los mercados financieros, Calviño se enfrenta a la CNMV y defiende el escudo antiopas. La vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, respondió esta semana a las críticas del presidente de la CNMV al escudo antiopas que el Ejecutivo desplegó sobre las empresas españolas en el momento más crítico de la pandemia. La responsable de Asuntos Económicos también defendió en el foro Spain Investors Day que esta medida no genera ninguna incertidumbre jurídica y, por tanto, no obstaculiza “en absoluto” la inversión extranjera en España. En marzo de 2020 el Ejecutivo decidió reclamar la autorización del Consejo de Ministros para toda compra de más de un 10% de empresas consideradas como estratégicas (entre otras, las de energía, infraestructuras, telecomunicaciones, biotecnología o medios de comunicación) por parte de inversores de fuera de la UE. Meses después decidió ampliar esta salvaguarda también a los inversores comunitarios que quisiesen invertir en compañías cotizadas estratégicas. En estos dos años de vigencia del llamado escudo antiopas el Gobierno no ha vetado ni una sola inversión en España, si bien introdujo algunas condiciones a la opa parcial del fondo australiano IFM sobre Naturgy. El presidente de la CNMV, Rodrigo Buenaventura, había sugerido un día antes en el mismo foro que el Gobierno debería retirar esta medida para conseguir una “normalización del régimen de control de las inversiones exteriores sobre compañías cotizadas españolas”. La autorización sobre la compra de empresas españolas por inversores comunitarios expira, si el Gobierno no la vuelva a prolongar. La que afecta a los de fuera de la UE no tiene fecha de caducidad. “Creo que las empresas que se han enfrentado al proceso deben apreciar que hay un proceso muy claro que se ha llevado a cabo con rapidez y un enfoque muy transparente y justo por parte del Gobierno”, respondió Calviño a Buenaventura. El presidente de la CNMV —que trabajaba entonces para el coordinador de las comisiones europeas de valores, la ESMA— fue elevado a la presidencia del regulador español de los mercados precisamente por Calviño en noviembre de 2020 para sustituir a Sebastián Albella. En el foro dirigido a inversores internacionales, la vicepresidenta Calviño también aseguró que la recuperación económica de España tras el impacto de la pandemia ha cobrado fuerza a lo largo de 2021 y las perspectivas son también positivas para 2022.

Cambiando de tercio, los autónomos podrán cambiar hasta seis veces de cotización. El Gobierno propone nuevas cuotas de autónomos de entre 183 y 1.266 euros al mes.  Escrivá plantea una tarifa plana de cotización para los autónomos con menos de 1.125 euros al año. Los autónomos podrán cambiar de cotización a la Seguridad Social hasta seis veces al año, en función de sus ingresos. Y, para ello, dispondrán de trece tramos de facturación, para medir sus posibilidades de mantener su aportación a la Seguridad Social.

A nivel bancario, cabe destacar que los  españoles superan en tamaño medio a los de Alemania e Italia. Las fusiones de CaixaBank con Bankia y de Unicaja con Liberbank sitúan el balance medio del sector bancario español en 352.075 millones, sólo superado por Francia. Las dos fusiones bancarias de la era Covid dieron un vuelco en un año al mapa bancario español al reducirlo a diez grandes entidades.

Además, la banca española gana en 2021 un 45% más que antes del Covid. El sector dejó de hacer provisiones especiales por el Covid hace tres o cuatro trimestres.  Los bancos muestran buen tono comercial en hipotecas y tarjetas, la mora sigue contenida y las fusiones han aflorado plusvalías contables millonarias. Dos años escasos le han bastando a la banca española para recuperar el nivel de beneficios previo a la pandemia. Y lo hará con bastante holgura.

Trabajo prevé elevar el salario mínimo a 1.000 euros este ejercicio y alcanzar el 60% del salario medio para el próximo. El plan normativo para 2022 incluye las nuevas leyes de Vivienda, Industria o el desarrollo del 5G. El Gobierno dio esta semana el pistoletazo de salida a su agenda reformista para 2022 poniendo negro sobre blanco sus prioridades para el nuevo año en un primer Consejo de Ministros que aprobó el plan normativo para todo el ejercicio. Las congelaciones de sueldos se disparan en los convenios y ya afectan al 16% de empleados. La pandemia provoca cambios en las relaciones laborales como mayor flexibilidad horaria, más jubilaciones forzosas y se duplican los trabajadores con el teletrabajo regulado. El año 2021 se cerró con la menor subida salarial pactada en los convenios colectivos de los últimos cuatro años. En concreto, al cierre del ejercicio el incremento retributivo medio pactado para 7,6 millones de trabajadores que habían firmado un nuevo convenio o revisado sus condiciones pactadas en años previos fue del 1,47% en diciembre, según los datos provisionales publicados por el Ministerio de Trabajo. Esto supone una fuerte pérdida de poder adquisitivo si se compara con el 6,7% de avance del IPC de diciembre, o incluso, según una medida más equitativa, respecto a la inflación media del año pasado que ronda el 3,1%.

Pero al margen de este dato, que es el que más se suele destacar al hablar de las condiciones laborales, el año pasado se recuperó el ritmo de la negociación colectiva tras el parón de 2020 por la pandemia y, a la luz de un primer análisis, se observa que ha habido otros cambios en los contenidos que han negociado empresas y trabajadores en los convenios respecto a 2019, último año antes de crisis sanitaria.

A nivel local, Duro Felguera reestructura su cúpula para sacar adelante su plan estratégico.  La compañía contrata a nuevos directivos y promociona profesionales de la casa.

Duro Felguera ha reforzado su equipo directivo con el objetivo de cumplir con el plan de viabilidad 2021-2027 aprobado por el Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas, gestionado por el holding público SEPI. La compañía ha recibido una ayuda total de este organismo de 120 millones de euros, con un primer tramo desembolsado el pasado abril y un segundo en noviembre. Los bancos le han dado su bendición y  presentó el pasado diciembre un nuevo plan estratégico. Este potenciará los negocios verdes y convertirá a Epicom en una referencia de tecnología en el ámbito civil, con el objetivo de que el grupo dispare su facturación hasta los 500 millones de euros en 2024 y los 700 millones en 2026. Para 2021, su estimación es una facturación de 170 millones y una contratación de 800 millones. Para lograr sus objetivos, la nueva estructura estará orientada a cinco líneas de negocio: Energía Convencional, Plantas Industriales, Servicios, Energías Renovables y Sistemas Inteligentes, potenciando así la especialización y la orientación a proyectos tanto en los negocios tradicionales como en los más innovadores, como son los de energías renovables, almacenamiento de energías, hidrógeno y sistemas inteligentes. La nueva organización, que aúna la incorporación de nuevos directivos con promoción interna, va a permitir potenciar el foco al cliente y la rentabilidad de los proyectos con el fin de dar cumplimiento a los objetivos marcados por la empresa. Cada una de las líneas de negocio tendrá disponibles al resto de las áreas para el desarrollo de los proyectos, y la organización tendrá la flexibilidad necesaria para adaptarse a las necesidades de los proyectos y a las cargas de trabajo de cada unidad de negocio, siendo responsables de la consecución de los resultados objetivos. Esta nueva organización será completada en los diferentes niveles durante las próximas dos semanas. Se basa, según la ingeniería asturiana, en un «mix óptimo» entre personas con muchos años de experiencia en Duro Felguera y en otros sectores. Así, el comité de dirección de la compañía estará compuesto por 11 miembros, encabezados por el consejero delegado, Jaime Argüelles. La dirección económica-financiera corresponderá a Rafael Bermejo, mientras que la dirección de la asesoría jurídica está aún pendiente de nombramiento. Víctor Martín encabezará la dirección de gestión contractual, y Juan José Herrero la dirección general corporativa y la dirección de desarrollo de negocio en Latam. José Olaso dirigirá la línea de plantas industriales y Camino Sánchez la de energías convencionales, mientras que Fernando Riaño, de nueva incorporación, asume la de sistemas inteligentes digitales. Emilio Martín se incorpora para dirigir la línea de energías renovables y de nuevas tecnologías, mientras que Gemma Fernández-Nespral, también nueva en el grupo, asume la dirección de personas y organización. Por último, para la dirección de comunicación, marketing y asuntos públicos, la compañía ha fichado a Carmen Caballero. Según destaca la compañía en un comunicado, este cambio en su estructura reforzará el enfoque estratégico de Duro Felguera, que pasa por continuar con sus negocios tradicionales, potenciando energías renovables y sistemas inteligentes y sin abandonar los vectores clave que han hecho de la empresa una compañía «de referencia» en su sector. La cifra global de ventas prevista para 2027 se sitúa en el entorno de los 750 millones de euros. SEPI completó a finales de noviembre el segundo desembolso de la ayuda concedida en marzo a Duro Felguera. Este desembolso, de 80 millones, se realiza después de que el Consejo de Ministros autorizara el 16 de noviembre la modificación del plan de viabilidad mejorado y actualizado de la empresa. Dicho plan de viabilidad va acompañado del acuerdo de los bancos para la refinanciación de la deuda, así como para la puesta a disposición de la empresa de una línea de avales para contratación de hasta 80 millones de euros. Además, el Principado de Asturias aportó un total de seis millones de euros a la ingeniería. Por otra parte, se mantiene el compromiso de incorporar un socio industrial en la compañía.

Se trata de una empresa que sostiene a muchas familias en Asturias, así que confío que estos cambios ayuden en su viabilidad.

 SUSANA ÁLVAREZ OTERO ES PROFESORA TITULAR DE ECONOMÍA FINANCIERA Y CONTABILIDAD DE LA UNIVERSIDAD DE OVIEDO E INVESTIGADORA VISITANTE DE LA UNIVERSIDAD DE CAMBRIDGE.