Una imagen curiosa
El encuentro entre el Sporting y el Sestao, disputado en El Molinón, el siete de abril de 1957, tuvo la circunstancia curiosa de que el masajista del equipo visitante tuvo que abandonar el recinto detenido por las fuerzas de seguridad. El encuentro, que acabó con empate a un gol, fue bronco, por el etilo abrupto de los vizcaínos. En una discusión entre los jugadores, el masajista del Sestao actuó con una actitud agresiva, por lo que fue expulsado. Su reacción virulenta provocó que el árbitro solicitara la intervención del delegado de campo de una la Policía Armada. Así fue trasladado a los vestuarios. Una imagen curiosa.