Una afición viajera
El Sporting siempre contó con el respaldo de sus seguidores, sobre todo en los viajes por la Cornisa cantábrica, Galicia y Castilla. La fotografía corresponde a uno de los viajes a Santander, cuando las gradas no tenían asientos y se permitían las botellas para celebrar los goles, siempre con un ambiente elegante y deportivo. El partido se disputó el primero de marzo de 1953. Los aficionados rojiblancos volvieron contentos, por el triunfo gijonés por 0-1, con gol de Grau.