Una fiesta esperada

una-fiesta-esperada

Tras el descenso de 1998, la afición del Sporting esperaba el regreso a Primera, que se hizo esperar diez años. El triunfo sobre el Éibar, el quince de junio de 2008, desbordó la alegría de las gradas. Era preciso el triunfo, que se logró con dos goles de Bilic y Luis Morán. El pitido final del gallego Amoedo Chas rompió todos los protocolos, con una invasión de campo en la que se desbordó una alegría espectacular. Era una fiesta que esperó diez años.



Deja un comentario

Social Widgets powered by AB-WebLog.com.