20 empresas cada día

A lo largo de la semana, los mercados en Europa han experimentado un comportamiento mixto y para no variar en los últimos tiempos, el mercado doméstico se ha visto negativamente afectado por la tensión en Cataluña. Semana intensa en cuanto a geopolítica, con el foco apuntando a Cataluña. Así, el Gobierno se reunió este sábado en un consejo de ministros extraordinario para activar el artículo 155 tras la respuesta dada por Puigdemont al requerimiento previo, en la cual amenazaba con votar la independencia en el Parlamento Catalán.

Por otro lado, mientras avanzan lentamente las conversaciones por el Brexit, en EE.UU. se han aprobado los presupuestos para 2018. En referencia a los bancos centrales, con el foco en Europa apuntando a la reunión del BCE de la próxima semana, en EE.UU. la atención gira en torno a quién será el próximo presidente de la FED; con las rentabilidades de los mercados de deuda experimentando ligeros repuntes. Por su parte, el IPC de la Eurozona se mantenía estable. En cuanto a la FED, algunos asesores de Trump habrían dicho que la decisión del nuevo presidente se tomará antes del día 3 de noviembre, y que los dos principales candidatos serían Jerome Powell y John Taylor. Destacan también las palabras de Harker, que espera que la Fed suba el tipo oficial antes de final de año y realice tres nuevas alzas en 2018. En el ámbito microeconómico, los resultados empresariales focalizan la atención. En Alemania, Merkel iniciaba las conversaciones para formar la coalición Jamaica, mostrándose optimistas para alcanzar un acuerdo. Esta última, además, enviaba su apoyo a May en las negociaciones para el Brexit, confiando en que se produzcan avances.

A nivel doméstico, seguimos con el mismo tema. Se pierde la cuenta del número de empresas que han abandonado Cataluña. Se calcula que  en torno a 1.300, a un ritmo de 20 empresas al día, que se dice pronto. Se ha estimado que la crisis de Cataluña puede restar 13.000 millones a la economía en 2018, mientras que la Autoridad Fiscal aproxima un impacto en el PIB español de hasta 1,2 puntos si la incertidumbre se prolonga y un aumento del déficit de 5.500 millones.

En mi opinión, amable lector, la crisis institucional provocada por la situación en Cataluña es la gran “perturbación” para la economía española. Un escenario de incertidumbre derivado del desafío independentista que si no se resuelve a corto plazo – y parece que estamos en ello –  y se prolonga o cronifica en el tiempo podría tener un impacto en el PIB de 2018 de hasta 13.000 millones, el equivalente a 1,2 puntos porcentuales del producto interior bruto español. Esa es la previsión de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) en caso de que el conflicto se agrave todavía más.

Confío en que la decisión adoptada por el gobierno de Rajoy comience a encauzar las cosas, retornando al camino de la legalidad. Esta situación también puede provocar un fuerte impacto en las cuentas públicas con unos menores ingresos debido a la caída del consumo y la inversión. Estimaciones de la autoridad fiscal señalan que si la incertidumbre persistiese en el tiempo el agujero fiscal el próximo año podría dispararse en 5.500 millones más de lo previsto y quedar en el 2,7% del PIB. En cualquier caso, todavía se mantendría por debajo del 3% que permitiría a España salir de la vigilancia estrecha de la UE. En el conjunto de empresas que ya han abandonado Cataluña, destaca el hecho de que el Banco Sabadell sopesa llevar a sus directivos a Madrid. Una cosa es trasladar el domicilio social y fiscal y otra hacer traslado de empleados.

A mi juicio, no sería descartable que el BCE exigiese el traslado de los servicios centrales de los bancos que han salido de Cataluña, por un tema de control de riesgos, fuera del área de incertidumbre que representa en estos momentos el territorio catalán. Banco Sabadell, que opera en Asturias con la marca Sabadell-Herrero y que ya mudó sus sedes social y fiscal desde Barcelona a Alicante, considerará trasladar los principales cargos directivos de la entidad a Madrid en la próxima reunión de su consejo de administración si la Generalitat de Cataluña sigue adelante con la hoja de ruta independentista. Por su parte, la multinacional aseguradora Zurich también se ha sumado a las migraciones y ha decidido trasladar la sede social de su filial española de Barcelona a Madrid «por motivos de seguridad jurídica». La compañía sigue los pasos de otras aseguradoras, como Segurcaixa, MGS Seguros, Axa, Divina Pastora y Catalana Occidente.

En esta misma línea, los grandes fondos muestran en la City su preocupación por la deriva de Cataluña. Un centenar de grandes fondos e inversores internacionales se han reunido en Londres para hablar de las posibilidades del mercado español y han mostrado su preocupación por la situación en Cataluña y aseguraron que, a medio plazo, puede afectar a sus decisiones de inversión. La inestabilidad política, más que la falta de crecimiento, se ha convertido en la gran preocupación para los analistas.

Por su parte, el sector turístico ha vuelto a alertar del impacto que el desafío independentista tiene para Cataluña. En concreto, desde el referéndum ilegal del 1 de octubre la caída de esta actividad en esta comunidad ha alcanzado el 15%, según datos de la patronal Exceltur. Sin embargo, la situación a corto plazo tiende a agravarse y es que las expectativas de reservas en el cuarto trimestre se han desplomado un 20%, lo que tendría un impacto de 1.197 millones de euros en la actividad del sector en Cataluña si finalmente se materializan esos descensos. Pero desde la patronal advierten que si el escenario se prolonga y se agrava la caída podría llegar hasta el 30% y el impacto para la economía catalana alcanzaría los 1.796 millones.

Finalmente, es preciso comentar algo que nos afecta a todos. El Gobierno elevará el déficit de 2018 ante la falta de Presupuestos. Hacienda considera que ante la prórroga de las cuentas públicas de 2017 no puede tomar las medidas adicionales para cumplir el objetivo del 2,2% pactado con Bruselas. El Gobierno pedirá a Bruselas un mayor margen para el objetivo de déficit de 2018, fijado actualmente en el 2,2%, según confirman fuentes de Hacienda. El motivo es la falta de Presupuestos para el próximo ejercicio debido la falta de apoyos del Ejecutivo en el Parlamento tras la negativa del PNV a apoyar las cuentas por la situación en Cataluña. Esto obligará al Gobierno a prorrogar los Presupuestos de 2017, lo que le impide, evidentemente, tomar las medidas necesarias adicionales para cumplir con la senda de reducción fijada.

SUSANA ÁLVAREZ OTERO ES PROFESORA TITULAR DE ECONOMÍA FINANCIERA DE LA UNIVERSIDAD DE OVIEDO E INVESTIGADORA ASOCIADA A LA UNIVERSIDAD DE CAMBRIDGE.